Apologia De Socrates
Enviado por • 27 de Junio de 2013 • 920 Palabras (4 Páginas) • 241 Visitas
Considero que simplemente la verdad está dentro de nosotros y debemos defender nuestra verdad hasta la muerte aunque ésta nos condene, no hay que intentar persuadir a las personas por medio de engaños sino por el contrario abrirles los ojos a la verdad. En la vida siempre todo ser humano tendrá adversarios que lo juzgarán y intentarán calumniarlo con mentiras, de igual forma toda persona posee en mayor o menor medida el poder maravilloso del convencimiento al utilizar la magia del lenguaje persuasivo, se trata de buscar las palabras adecuadas que consigan una riqueza en nuestro hablar con los demás.
La retórica se puede convertir en un instrumento de poder al adecuar las palabras en toda ocasión, incluso convertir una mala causa en buena y viceversa. Nuestro mayor error como personas en la arrogancia que mostramos al creer saber algo que realmente no sabemos, por esto en realmente estas conscientes de lo que somos, pensamos, decimos, creemos, hay que examinarnos primero a nosotros mismos antes de examinar a los demás, lo más sabio que podemos hacer es conocernos a nosotros mismos, la pobreza no se mide por lo material sino por el “ser” de cada uno de nosotros. No se puede elaborar un juicio si algo es bueno o malo si ese “algo” no se conoce, no se le puede temer a algo si no se tiene la certeza de que algo es malo, pero si se tiene la certeza de que algo es malo, obviamente se va a huir de ello o evitarlo. El ser humano por naturaleza actúa de manera correcta si conoce las cosas, si conoce algo que es bueno, actuará por consecuencia, muchas veces las personas no son malas conscientemente, lo son por la ignorancia.
No porque los jueces o las autoridades tengan el deber de decir la verdad significa que lo hacen, toda persona tiene el derecho de alzar su voz en contra de ellos y reprocharles acerca de su conducta si ésta no es la correcta, nuestra principal tarea debe de ser el cuidado del alma, mientras nos preocupemos por los bienes materiales , la fama, la fortuna, el éxito social y al riqueza y nuestro espíritu sea pobre, nuestra vida siempre tendrá presente la ignorancia que nos estará cegando, y nuestra vida será vacía porque no utilizaremos la razón y la virtud.
Para defenderse de alguna calumnia o mentira no es necesario utilizar artificios para librarse o salvarse, si se sabe que se está diciendo la verdad para que rebajarse y hacerlo, donde quedaría la dignidad, si al ser juzgados nos rebajamos a llorar o implorar el perdón.
Hay un objetivo que deberíamos de tener desde un principio, el de saber que es y como es cada persona, cual es su bien real, cuales son sus virtudes, cual es el mejor camino para llegar a la felicidad verdadera, hay que ser justos teniendo en las manos un conocimiento verdadero.
Hay que conocernos a nosotros mismos, si sabemos que somos condenados injustamente, no se tiene porque aceptar lo contrario y pedir clemencia por un delito que no se
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