Aprender A Escribir Nuestra Historia

Aprender a escribir nuestra vida, como autores y testigos de nuestra historia.

"La Educación problematizadora"

Las condiciones políticas, económicas y culturales, realmente adversas en estos tiempos, parecieran determinar nuestro actuar frente a las vivencias experimentadas a lo largo de nuestra existencia, por consiguiente, nos vemos "orillados" por estas condiciones a mantenernos al margen de los acontecimientos políticos, insistiendo en que no son de nuestra incumbencia o que todo es "responsabilidad" de las personas que "democráticamente elegimos".

Es así como excusamos nuestra poca o nula participación en las decisiones que son de suma importancia en nuestro porvenir. Todo esto lleva a que grupos pequeños de personas con enorme poder económico y por ende, poder político, cultural, e incluso moral (lógica que se maneja dentro del sistema capitalista, "a mayor poder económico mayor poder político"), decidan (cegados por sus intereses particulares) el futuro de las mayorías explotadas y oprimidas, futuro que se plantea injusto.

En ese sentido, es necesario preguntarnos: ¿Está realmente determinado nuestro actuar por el contexto donde nos desarrollamos? ¿Hasta que punto es posible reconocernos, asumir una postura crítica y humanizar al mundo humanizándonos? ¿Podemos entonces asumir un papel activo en los procesos políticos, económicos y culturales, que se llevan a cabo en nuestro entorno para tomar decisiones que nos beneficien realmente?.

Hago hincapié en la importancia de analizar desde un punto de vista crítico el contexto social en el que nos encontramos, para así poder reconocer si realmente estamos siendo participes de la historia de nuestras vidas, o si por el contrario, estamos asumiendo pasivamente los lineamientos que el sistema económico, político y cultural actual nos ordena seguir, permitiendo que otros tomen las decisiones que nos corresponden, y por ende asuman el control de nuestra vida.

Es así como el llamado que se hace en la Pedagogía del Oprimido desarrollada por Paulo Freire, donde se nos invita a que nuestra vida como biología pase a ser vida como biografía, cobra importancia, incitándonos a asumir el papel que nos corresponde en la sociedad, y así poder transformar la realidad violenta y miserable en que se ve sumido el mundo.

La sociedad actual, deja en evidencia la crueldad de sus cimientos y lo bestial de su desarrollo. Son evidentes, el hambre, la desigualdad social, la violencia, la pobreza y un sin fin de enfermedades más, producto de un sistema económico y político, basado en la competencia, la corrupción y la opresión.

Es ésta misma sociedad la que maneja una dinámica estructural que conduce a la dominación de las conciencias, para garantizar el "bienestar" y la hegemonía ideológica de las minorías, utilizando como herramienta más eficaz para la dominación, "la educación". Éste es el tipo de educación a la que Paulo Freire define como educación bancaria, un modelo educativo donde el educador conduce a los educandos en la memorización mecánica de contenidos (previamente establecidos y permitidos por el sistema educativo para que no resulten perjudiciales para el orden social establecido), lo que lleva a estos a padecer pasivamente la acción del educador, y los conduce al deterioro de su capacidad de discernir, a la debilitación en gran medida de su conciencia crítica y a la adaptación y aceptación de la realidad, asumiendo que ésta, aunque cruel, miserable y nefasta, es la única posible, alejándolos de la oportunidad de transformar su condición de oprimidos.

De ésta manera la educación bancaria, y el sistema educativo actual en general se convierten en un instrumento para la opresión, en una herramienta del poder para mantener silenciada la voz de los oprimidos, que realmente somos la mayoría.

Teniendo en cuenta lo anterior, es de suma importancia, dejar claro que no podremos asumir el control de nuestras vidas si nos seguimos moviendo bajo la lógica que el sistema educativo, desde que entramos en él, nos impone.

Es necesario plantear una alternativa y empezar a trabajar por el proceso de liberación, que solo empezará cuando nos asumamos como seres oprimidos, y reconozcamos la necesidad de plantear otro tipo de educación, que nos libere y humanice, a la vez que libera a los opresores, pues rompe con la contradicción opresor-oprimido.

Teniendo en cuenta que la pedagogía dominante actualmente empleada, es la pedagogía que las clases dominantes imponen, se hace necesario darle paso a una educación que confluya hacia la liberación de los pueblos, entonces nace la educación problematizadora, que niega el sistema unidireccional propuesto por la educación bancaria, ya que abre paso a una comunicación de ida y vuelta, y elimina la contradicción entre educadores y educandos. Ambos, educador y educando, se educan entre sí, mientras se establece una posición dialógica en la cual tiene lugar el proceso educativo.

Con la educación problematizadora, se apunta hacia la liberación y la independencia de los pueblos tanto como de las personas, pues destruye la pasividad del educando y lo incita a la búsqueda de la transformación de la realidad, transformación en la que opresor y oprimido encontrarán la liberación humanizándose. La pedagogía del oprimido es entonces liberadora tanto de oprimido como de opresor y pone a los seres en igualdad de condiciones, facilitando así la construcción de un mundo donde como dice el Subcomandante

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