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Aprendisaje


Enviado por   •  11 de Mayo de 2015  •  8.327 Palabras (34 Páginas)  •  147 Visitas

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Los descubrimientos del siglo XV y XVI fueron posibles gracias a los adelantos técnicos y el perfeccionamiento de los instrumentos de navegación como la brújula, el astrolabio, y las cartas de navegación, así como la construcción de embarcaciones más ligeras, las llamadas carabelas.

Cristóbal Colón (1451-1506) era un navegante genovés al servicio de la Corona de Castilla. Sobre su origen se han defendido las tesis más dispares: que era catalán, mallorquín, judío, gallego, castellano, extremeño, corso, francés, inglés, griego y hasta suizo.

Entre 1470 y 1476 recorrió todas las rutas comerciales importantes del Mediterráneo, desde Quíos, en el Egeo, hasta la península Ibérica; al servicio de las más importantes firmas genovesas. También participó en empresas bélicas.

En 1476 se estableció en Portugal, donde concibió el proyecto de llegar a Oriente por una ruta de Occidente. El primero que lanzó la idea de llegar a Asia navegando hacia el oeste a finales del siglo XV parece que fue Paolo dal Pozzo Toscanelli (1397-1482), matemático y astrónomo florentino, en su Correspondencia y Mapa que, en 1474, había hecho llegar al rey de Portugal Alfonso V a través de su amigo, el canónigo lisboeta Fernando Martins. El mapa de trazaba un mapa del Atlántico sin América e indicando una distancia de 5000 km entre las costas de Europa y Asia, error que resultó fecundo una vez examinado por Cristóbal Colón.

Rechazado el proyecto de Colón en Portugal, fue aceptado por los Reyes Católicos, que firmaron con Colón las Capitulaciones de Santa Fe (17.04.1492), documento-contrato que estipulaba las condiciones en que Cristóbal Colón haría el viaje descubridor: 10% del producto de lo descubierto, cargo hereditario de virrey y almirante para Colón. Con este documento en mano, Colón se dirigió a la villa de Palos de la Frontera a preparar la flota descubridora.

«Pese a la futura repercusión del descubrimiento, la mayor parte de los españoles de la época permanecerían ajenos a la expedición y Cristóbal Colón moriría convencido de haber arribado a las cosas asiáticas por la espalda, sin comprender que su afán emprendedor había multiplicado asombrosamente el mundo. No llevarán su nombre las tierras descubiertas, sino el del florentino Américo Vespucio, navegante y maestro de pilotos. Pero ha sido él, Cristóbal Colón, quien ha encontrado ese deslumbrante color que no existía en el Viejo Continente.

El hallazgo de América señalaría un nuevo rumbo a la historia de España. De pronto el suelo ibérico hace de puente entre la vieja Europa y un continente virgen, insólito, con una geografía exuberante y unas civilizaciones inéditas y ricas. La Iglesia no se haría rogar para dar carácter sagrado a la hazaña del descubrimiento. Con el papa Alejandro VI de su lado, Isabel y Fernando recibieron el regalo de las bulas pontificias que daban una cobertura legal a la impredecible expansión colonial de Castilla y erigía a los Reyes Católicos en soberanos de todas las tierras descubiertas y por descubrir. En 1494 el Tratado de Tordesillas eliminaba las desavenencias con Portugal y dividía el globo terrestre entre las dos potencias marinas. El singular documento ratificaba la hegemonía ibérica de los océanos y trazaba una nueva línea de demarcación que separaba los dominios de ultramar de portugueses y castellanos, dejando vía libre a los primeros en Brasil. [...]

Cruzaba el Atlántico la Castilla guerrera, hija de la reconquista, decidida a adueñarse por la fuerza del Nuevo Continente, y unas Indias legendarias tomaban el camino de vuelta para alimentar la avidez y primacía social de los desheredados y segundones de la Península.» [García de Cortázar, Fernando: Historia de España. De Atapuerca al euro. Barcelona: Planeta, 2004, p. 93-94 y 106]

LOS VIAJES DE COLÓN

Primer viaje de Colón (1492). Parte con tres embarcaciones, Pinta, Niña y Santa María el 2 de agosto de 1492. En la madrugada del 11 al 12 de octubre el marinero Rodrigo de Triana lanzó el grito esperado: ¡tierra! Habían llegado a Guanahaní (que ellos bautizaron como San Salvador), hoy Watling en el archipiélago de las Bahamas. Después descubrieron Cuba y La Española (hoy Haití y la República Dominicana) y regresaron con la buena nueva a España.

En el segundo viaje (1493-1496), Colón exploró Cuba y Santo Domingo y descubrió Jamaica, y a finales de 1494 descubrió Sudamérica al arribar a la zona de la actual ciudad venezolana de Cumaná.

En su tercer viaje (1498-1500), Colón descubrió la isla de Trinidad, recorrió la costa de la península de Paria (Venezuela). Siempre llevado por su ensueño asiático, cree que han llegado al entorno del Paraíso Terrenal. “Este constante escape hacia el delirio poético, hacía que el glorioso almirante, magnífico para las grandes audacias, no acertara con los detalles realistas del gobierno de los hombres cuando quiso hacerse cargo de él en la isla Española” (J. M. Pemán).

Llegó a la costa de Darién (Panamá), que exploró. Al llegar a la nueva capital de las Indias, Santo Domingo, se encontró con que los españoles, encabezados por Francisco Roldán, se habían rebelado contra su autoridad por su poca capacidad como gobernante. Colón, mezcla de navegante y mercader, nunca tuvo la intención de gobernar en el sentido político de la palabra. Fue gerente de una factoría comercial monopolística en la Española, cuyos gastos y empleados pagaban los reyes, y que él se esforzó por convertir en rentable.

En 1500, la metrópoli envía al comendador Francisco de Bobadilla como gobernador interino a las Indias (1500-15001). Bobadilla se tuvo que enfrentar a la resistencia de los Colón a dejar el mando, por lo que Bobadilla mandó prender primero a Diego Colón, luego al almirante y por último a Bartolomé y confiscó sus bienes. Presos y cargados de cadenas fueron enviados a España en 1500.

Colón no fue repuesto más en los oficios perdidos, pero los Reyes Católicos le concedieron un cuarto viaje, cuyo objetivo era encontrar un paso que permitiera llegar a la Especiería (islas de las Especias, las actuales Molucas), ya que Colón seguía creyendo que la zona antillana era la antesala de Asia.

En su cuarto viaje (1502-1504), Colón exploró todo el mar Caribe, llegó a las costas de Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Naufraga junto con sus hombres cerca de la isla de Jamaica, donde fueron rescatados por órdenes del virrey de la Española, Nicolás de Ovando, gobernador de las Islas y Tierra Firme (1501-1509), que durante su gobernación demostró una oposición abierta a Cristóbal Colón y a todo lo colombino.

Cristóbal Colón volvió a España, fue a la Corte a reclamar infructuosamente sus derechos. Después de su muerte en 1506, su hijo

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