BREVE PANORAMA DE LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA PRIMERA PARTE
Enviado por Teddyruano • 21 de Octubre de 2013 • 2.146 Palabras (9 Páginas) • 515 Visitas
A. EL HOMBRE, ENTIDAD PSICO-SOMÁTICA
1. El hombre ante el mundo. En la génesis del conocimiento individual ocurre algo parecido a lo que sucede al niño de pocos meses de nacido: que primero se va dando cuenta del mundo que lo rodea y que más tarde comienza a descubrirse a sí propio como sujeto de los conocimientos o experiencias que va adquiriendo. Otro tanto sucede, al parecer, con el hombre primitivo, que antes que sentirse uno y único en su irreductible personalidad individual, se siente como parte de un todo: su tribu, su ambiente geográfico, sus antepasados y sus creencias colectivas.1
Pero ese mundo que rodea al hombre primitivo, y que de ordinario le es adverso, produce en él terror antes que asombro. Surgen entonces fórmulas conjuratorias que, articuladas dentro de sistemas de carácter mágico le permiten evitar los peligros atraerse el favor de los espíritus o deidades que le rodean y evitar la cólera de los elementos que para el son encarnación de entidades adversas a su felicidad Este conjunto de creencias derivadas del hilozoísmo primitivo, es el punto de partida de las diversas religiones.2
En todo caso, para el hombre primitivo, el mundo objetivo es la entidad primordial y avasalladora. Sólo cuando consigue superar el medio que le rodea, comienza a encontrarse a sí mismo como sujeto de conocimientos. Ya veremos cómo la filosofía de Occidente se inicia como una filosofía de la naturaleza, y solo en épocas más recientes se llega a la filosofía antropocéntrica, iniciada por Sócrates.3
2. El hombre ante sí mismo. El encuentro con el propio yo es de ordinario un fenómeno deslumbrador y turbador a un mismo tiempo. Y, posiblemente, el momento más importante en la vida infantil. Pero el niño va encontrándose a sí mismo muy paulatinamente: de lo contrario sufriría -muy posiblemente- un traumatismo psíquico irreversible. Ocurre otro tanto con el hombre que, saliendo ya de las etapas primitivas de la simple existencia vegetativa y material, principia a reflexionar. Es decir, a darse cuenta de sus propias emociones y a valorar, así sea rudimentariamente sus propias ideaciones. Es entonces cuando comienza a abrirse una brecha cada vez más honda entre el propio yo y la realidad circundante.
Esto es lo que lleva al hombre, en un largo proceso, a afirmarse ante el mundo. Y ante sus semejantes. Engrandecido así su ego, su progreso intelectual se acelera cada vez más. Adviene entonces, para él, la necesidad de examinar sus propias experiencias cognoscitivas y volitivas, lo que le conduce al descubrimiento de sus propias facultades anímicas. Este es un largo proceso individual e irreductible, en el que la ajena experiencia interviene muy escasamente. Todo lo cual quiere decir que el hombre sólo puede enfrentarse a sí mismo cuando consigue superar las etapas primitivas de la existencia.4 De la vida puramente vegetativa, asciende a la sensitiva y de ésta, en un momento crucial, a la intelectiva. En ese preciso instante puede decirse que comienza -individualmente al menos- la preocupación filosófica.
3. Los caminos del conocimiento. Conocer es "captar" mentalmente un hecho, una realidad concreta o un concepto. Los primeros conocimientos humanos son de orden concreto, porque a la abstracción y a la generalización solamente se llega después de un largo proceso evolutivo de la inteligencia. Ventanas abiertas sobre el mundo son nuestros sentidos, que nos proporcionan imágenes subjetivas del mismo. Estas imágenes son un principio de conocimiento, apenas, porque el simple conocimiento sensorial es insuficiente si no lo ilumina una inteligencia crítica, que es la que permite al hombre la introspección, o examen de su propia fenomenología. Desde la vida sensorial, y por la vía de reacciones instintivas, no tarda en llegarse a la vida emocional. Más tarde, el hombre ascenderá a la vida intelectual propiamente dicha.
Disciplinas filosóficas especiales, como la lógica y la epistemología, se consagran al estudio de los modos del conocimiento. Pero a este respecto, tiene la última palabra la psicología, ciencia que ha evolucionado y progresado enormemente en los últimos cien años. En todo caso, puede afirmarse que existen muchos modos de conocimiento, muchos caminos al respecto: la experiencia interna, la experiencia externa, el raciocinio inductivo y el deductivo, las síntesis conceptuales y -en un estadio más eminente todavía- la intuición científica y la intuición creadora.5
B. CONCEPTO Y ESENCIA DE LA FILOSOFÍA
1. Ciencia y filosofía. Algún filósofo afirmó que la ciencia es el saber o conocimiento parcialmente unificado y que la filosofía es el saber totalmente unificado. Objeto propio de las ciencias es la formulación de leyes o normas de constancia o de regularidad fenoménica. Hay ciencias llamadas "exactas", como la matemática, y otras que no lo son ni pueden serlo, como la historia o la gramática. El conjunto de explicaciones que sirven para la comprensión racional de un fenómeno o de una serie de fenómenos, constituirá una ciencia. Cada ciencia relaciona, dentro de su propio campo, una problemática a cuya solución aporta toda una serie de fórmulas y procedimientos especiales.
Sin embargo, toda ciencia es una disciplina especializada. La filosofía, en cambio, es una disciplina mental generalizadora, dentro de la cual caben innumerables cuestiones relativas al ente, a lo esencial y lo accidental, al conocimiento mismo y a su validez, a la axiología, etc. etc. Pero esto no es lo importante. Lo que ocurre es que la filosofía es una ciencia totalitaria o totalizadora. Pero en la cual es el hombre mismo quien especula con su propia inteligencia. Por esto no hay ni puede haber filosofías absolutas ni definitivas. Además, hay muchas filosofías que son o quieren ser "métodos" para el conocimiento racional. Y otras que buscan "lo absoluto", es decir, ese mundo de valores en que cabe formular hipótesis, más o menos abstractas, de índole universal.6
2. Las metas del pensamiento filosófico. Son y han sido múltiples, precisamente porque no existe una filosofía, sino muchas filosofías. La enumeración de estas metas resultaría tarea interminable y fuera de lugar en este exordio. Tales metas y finalidades sólo se pueden conocer y comprender a medida que se avance en el estudio de la historia de la filosofía. Un ejemplo, sin embargo, aclarará este punto: para los eleatas, la meta de la filosofía consistió en encontrar el principio esencial y primordial del mundo material; para Sócrates, en conocernos a nosotros mismos.
3. La filosofía y las filosofías. La actitud investigativa y generalizadora de la mente humana, frente a los problemas del ser y del existir, del espacio y del tiempo, de la apariencia y de la realidad, etc., es la esencia de la Filosofía.
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