CONOCIMIENTO Y VERDAD, PERPLEGIDAD FILOSÓFICA DEL HOMBRE ANTE LA CONCIENCIA DEL MUNDO QUE LE RODEA

CONOCIMIENTO Y VERDAD, PERPLEGIDAD FILOSÓFICA DEL HOMBRE ANTE LA CONCIENCIA DEL MUNDO QUE LE RODEA

El hombre se mueve en el mundo como un ciego a tientas, con raras evidencias o intuiciones claras y con raros resultados seguros^[1].

El presente escrito, se realiza en el marco de la formación filosófica hecha en gnoseología durante el semestre lectivo y busca dar cuenta de la lectura de «El Conocimiento» y «La Verdad» en Introducción al pensamiento Filosófico, de Józef María Bochénski. Dicho autor, nacido en Polonia el 30 de agosto de 1902 y fallecido en Friburgo el 8 de febrero de1995 a los 92 años, fue un fraile dominico dedicado a la filosofía y destacado en el área de la lógica, haciendo notorias investigaciones históricas acerca de la lógica en la antigüedad, valorando especialmente la escolástica de los siglos XIII y XIV.

Tal filósofo, inicia su apartado diciendo que el género humano tiene una invitación a la reflexión y búsqueda de lo que se puede conocer, basándose en las tesis gorgianas^[2]. Sin embargo, aunque tales postulados parezcan vaciar a la vida de todo sentido, es fundamental que se atreva a apropiarse de tal llamado a la reflexión que constantemente se hace, pues no es solo Gorgias quien se dedica a tales empresas comprensivas de lo que lo rodea, sino han aparecido personajes como la figura de René Descartes en Francia, que se han dedicado a la duda de aquello que llega por medio de los sentidos, incluso de lo que se concibe a través de la razón, pues ésta, en ocasiones también es prenda de engaño al hombre.

De manera seguida, él sigue hondando en su reflexión y hace una crítica directa a las formulaciones escépticas de las que ya se han hablado, diciendo que: se debe verificar si el escéptico se contradice, luego es menester que se analice tal postulado con respecto a la experiencia, y luego identificar si estas cosas que Gorgias niega no son evidentes, es decir tan claras como se puede comprender humanamente. Así pues, el autor polaco indica la imposibilidad de dichas tesis debido a su carencia de orden lógico, pues no se defienden por si mismas y el escéptico no puede dar cuenta del porqué nada se puede conocer, pues al hacerlo, ya estaría indicando la posibilidad de conocer algo.

Para concluir con tal deliberación, Bochénski indica tres tesis que rebaten directamente las que en el pasado ha presentado el filósofo antiguo. Estas formulaciones son: “Primera, existe con toda certeza algo. Segunda, podemos con toda certeza conocer algo de lo que existe. Tercera, es igualmente evidente y cierto que podemos comunicar a los otros algo de lo que conocemos”^[3]. Queda claro, que con esto el autor refuerza la idea de que allí el hombre debe aprovechar la posibilidad abierta que se da para hacer una reflexión lógica sobre el conocimiento, que le permita establecer puentes de comprensión entre él y la conciencia de lo que lo circunda.

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