CREER, SABER Y CONOCER.

CREER, SABER Y CONOCER.

Antes de plantear lo que es creer, saber y conocer hay que tener en cuenta que uno de los problemas fundamentales del hombre es tratar de interpretar o explicar la realidad para encontrarle un sentido a las cosas o a su existencia y la manera de explicarlo es de acuerdo a las condiciones propias del sujeto (vivencias, experiencias y asimilaciones cotidianas, etc.), lo que desarrolla su criterio, su intelecto, personalidad, carácter y su manera de enfrentar la realidad.

La creencia es dar por cierto algo sin que se compruebe, basándose en suposiciones transmitidas. Dichas creencias maleables y situacionales, no son individuales (dependiendo las circunstancias quiero creer, me conviene creer o creo en algo). A partir de ellas se crean prejuicios y opiniones acerca de las cosas.

El saber es un pre conocimiento, que tiene un grado de comprobación gracias a las experiencias personales y comunicables. Es una cuestión práctica, transmitida ordenadamente adecuándose a una necesidad específica. Los saberes dan paso a los puntos de vista.

El conocer es el proceso por medio del cual el sujeto adquiere características de lo que no es sujeto, es decir de los objetos. El conocimiento se puede enseñar y comprobar. Sólo compete al sujeto, por lo que nace de su propia curiosidad, a través de las sensaciones y la razón. Contesta a las preguntas ¿Por qué?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Quién? y ¿Dónde? La adición de sensaciones (capacidad de una persona de hacer suya una experiencia) e ideas (noción de algo) nos resulta en la percepción (concepto de algo frente a una sensación). Además a partir de las ideas se crea un lenguaje y posterior a éste nace el conocimiento y a partir del conocimiento se crean argumentos.

La argumentación nos sirve para que exista la coherencia y/o consistencia en nuestra vida diaria explicando la realidad.

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