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Saber, Creer, Conocer


Enviado por   •  9 de Febrero de 2014  •  2.098 Palabras (9 Páginas)  •  1.114 Visitas

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Saber, Creer, Conocer

El autor de esta lectura hace énfasis en estas palabras que son, saber, creer, y conocer, ya que son palabras la cuales hacen que en a sociedad haya muchas contradicciones.

Villoro no sólo trata el conocimiento científico, sino que distingue entre tipos de conocimiento que requieren procedimientos de distintas justificaciones.

Creencia y conocimiento se basan en hombres reales, aquellos que, determinados por motivaciones personales, condicionan circunstancias sociales.

Esto no es ajeno a la voluntad o a la práctica del hombre, por lo que hay que regular el conocimiento y la creencia en la vida práctica de la sociedad.

Conocimiento es un proceso psíquico que acontece en la mente de un hombre, es un producto colectivo y social que comparten muchos individuos.

El conocimiento busca descubrir las causas y consecuencias de un acontecimiento.

Por lo que este ensayo comienza con una incógnita en relación a la lectura sobre Villoro.

No precisamente, creer es opuesto a saber, por ejemplo que sentido tiene creer cuando afirmamos.

En sentido restringido la creencia es vacilante o insegura, es decir, tiene algo por verdadero sin estar seguro de ello.

En sentido peculiar, creer no significa tener un hecho por existente, sino aceptar un hecho sin conflicto.

Por lo que, en sentido general, creer es tener simplemente un enunciado por verdadero, es dar un hecho por existente.

Creer es un sentimiento o un acto de una cualidad especifica que ocurre en la mente de un sujeto, y que sólo es accesible a este sujeto.

Una creencia mental es subjetiva al saber, corresponde a la cualidad del acto, no a su contenido. Mientras que una creencia disposicional no es una propiedad observable de los objetos, sino característica que les atribuyo para explicarlos.

Podemos decir que estamos dispuestos a afirmar una creencia cunado realmente creemos en ella, siempre y cuando no haya motivos que nos impidan creer.

Pero creer implica tener ventajas, dentro de ellas esta que no toda creencia es un acto, hay creencias latentes que son inconcientes; también la introspección para determinar las creencias de una persona es objetivamente comprobable; así como, creer no se usa como un termino descriptivo de algo dado, sino como un término teórico. Toda creencia tendría tres componentes: el cognitivo, el afectivo-voluntario y el connotativo.

Para poder realizarla, la posibilidad de que dados ciertos estímulos se den ciertos comportamientos, sin que esta este fuera de esa relación. O bien, donde el estado interno del sujeto tenga una existencia propia aparte de los estímulos y las respuestas.

Una creencia puede determinar una estructura de conducta, la guía y orienta las acciones del sujeto. Para ello, debe haber una actitud que refiera a esta acción; la actitud es la dirección a favor o en contra del sujeto hacia un objeto, esto ante circunstancias que varían las respuestas de la acción del sujeto. La actitud puede ser aprendida y responde, de manera favorable o no, a un objeto. Por ello, la creencia es una actitud adquirida, que causa un conjunto coherente de respuestas y que esta determinada por un objeto o situación objetiva aprehendida. La aprehensión puede ser percepción, imaginación o memoria del sujeto que presentara dicha imagen imaginaria o falseada; pero una situación falseada no suscita expectativas acerca de mi comportamiento.

El sujeto debe, en una situación objetiva, determinar el objeto o dicha situación, donde las acciones del sujeto sean congruentes a su disposición. Claro que para todo ellos hay razones que debemos tomar en cuenta para creer, por ejemplo, los antecedentes para que el sujeto aprehenda al objeto; los motivos que llevan al sujeto a aceptar al objeto; y las razones que tiene el sujeto para considerar que el objeto existe, justificando las creencias del sujeto sobre el objeto. La justificación son las razones de alguien para afirmar que no le parecen convincentes las razones de su creencia. Esto se realiza mediante operaciones mentales que dan razón a un estímulo o a una creencia.

Tomemos en cuenta que hay razones implícitas y explicitas para poder creer; las primeras son cuando reflexionamos sobre una creencia, la cual podemos justificar; damos una explicación de la creencia, estas pueden ser de tres clases: 1.- como procesos causales, 2.- cuando adquirimos una creencia y la adoptamos pero que hemos olvidado, o 3.- como principios generales que aceptamos confusamente y que tratamos de aclarar cuando ponemos en duda esa creencia. Mientras que en las segundas no podemos expresar con precisión las razones en que funda una creencia, ya que son complejas y suponen de otras.

Estas razones de la creencia no son conscientes en un momento dado, sino que justifican ante nosotros y que debemos admitirlas. Las razones básicas dicen que las creencias pueden tener razones implícitas, pero que se duda de ellas y se ponen en cuestión, o bien, son razones que ya no son creencias.

Las razones para aducir a una creencia deben sopesar su valor aprobatorio de manera que puedan acceder a la probabilidad de entrar en su conclusión, que el sujeto las considere concluyentes. Pero las razones deben ser coherentes con el resto de sus creencias conscientes y el sujeto considere que las dispone completas para inferir de ellas con mayor o menor probabilidad su creencia, a esto se le llama deliberación. La deliberación puede ser el rechazo de las razones consideradas la suposición de un juicio o la consideración de las razones como concluyentes, coherentes y completas. Esto es suficiente para creer y que dicha creencia esté justificada para ella. La justificación puede ser el proceso anterior o simultaneo a la adopción de la creencia, lo que será causa de su adopción. Pero si el proceso de justificación es posterior a la adopción de la creencia podrá ser causa al mantenimiento de la creencia y rechazará las dudas posibles que puedan surgir. O bien, podrá ser causa de otra creencia relativa al mismo hecho creído con una distinta probabilidad.

Si bien hay razones para creer, también hay motivos para creer. Pero antes definamos lo que es motivo, pues bien, es todo aquello que mueve o induce a una persona a actuar de cierta manera para lograr un fin. Estos pueden ser deseos, temores, pasiones, pulsiones, etc., para obtener un estado de satisfacción. La voluntad es uno de los motivos por lo que una creencia pueda considerarse falsa, esta refiere las razones a la totalidad de las creencias; y podemos decidir acelerar, retrasar o interrumpir el proceso de deliberación

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