Capítulo I Consideraciones Generales

Capítulo I

 Consideraciones Generales

1. Finalidad o propósito:

Teniendo en cuenta el gran número de normas y reglas que tenemos en el lenguaje escrito, nace la necesidad de disponer de un manual que establezca unas directrices generales para agrupar algunos criterios básicos de redacción, los cuales hemos aprendido a lo largo de nuestra carrera universitaria por parte de los profesionales en letras y redacción que nos han instruido en el uso correcto de estas normas. De esta manera, se facilitará la posibilidad de lograr textos correctos, con calidad y que compartan las mismas características estilísticas.

Este manual no pretende ser un enorme almacén de conocimientos, básicos o avanzados, sobre ortografía y gramática. Su función no es la de mostrar todas las normas y excepciones del lenguaje, sino ser una guía para consultar casos específicos.

El propósito de este manual es, en primer lugar, unificar casos en los que existen varias formas correctas de expresar una misma idea. De esta manera, todas las ocasiones en las que aparezca ese mismo caso se utilizarán siempre un criterio común, para así conseguir un estilo de redacción unificado.

En segundo lugar, explicar y resolver errores comunes que nos encontramos en la redacción de textos: construcciones gramaticales incorrectas, errores semánticos, uso incorrecto de signos de puntuación y mayúsculas, etc.

En tercer lugar, recordar y agrupar las principales novedades que la Real Academia Española ha incluido en sus últimas publicaciones. De esta manera, redactaremos siempre basándonos en las normas de redacción más actuales.

Por último, repasar normas importantes de ortografía y gramática, indispensables para lograr una buena calidad en nuestras redacciones a lo largo de nuestro oficio.

1.2. Principios generales:

1.2.1 Política editorial

Podemos definir como Política editorial al encuadre de ideales, reglas y normas en las cuales un medio de comunicación se desenvuelve y de las cuales se rige. Dependiendo de eso, el medio de comunicación puede ir destinado a diferentes tipos de público.

1.2.2. Responsabilidad profesional del editor y del corrector de estilo, reporteros y director de medios

Dice Alex Grijelmo que la falta de tiempo, las exigencias que impone el diseño, y la necesidad de presentar una información completa, de interés y que sea agradable para el lector, son retos que enfrentan los editores.

Sus funciones van desde coordinar un equipo de periodistas, hasta supervisar los textos y hacerles control de calidad. Debe conocer la agenda informativa y conocer también quienes son sus destinatarios. Debe también, hacer el control de calidad, que significa titular bien, lograr una entrada atractiva, recortar textos, precisar datos, verificar cifras, hacer clara la información y corregir errores gramaticales. El editor se enfrenta al texto con ojo crítico, con la intención de resolver las preguntas que el lector se haría. El editor hace su labor desde el momento en que delega un tema al reportero. Así como, orientarlo acerca del enfoque, de las fuentes que debe consultar y de los posibles ángulos desde los cuales abordar la información representa un considerable ahorro de tiempo a la hora de corregir.

El editor acompaña al redactor durante todo el proceso, así puede conocer sus habilidades y darle el impulso que necesita para que mejore. Un redactor bien respaldado dejará de escribir algo como “un grupo de campesinos”, porque sabrá que el editor le va a preguntar “¿un grupo de cuántos campesinos?”. Este tipo de cuestiones básicas retumbarán en su oído cada vez que salga a reportear

Por otra parte, el corrector es aquella persona que corrige los artículos. Su tarea consiste en revisar y corregir un manuscrito original con el fin de darle la claridad, la concisión y la armonía, agregando valor al texto, y volviéndolo inteligible para el destinatario.

A su vez, el director es el responsable de diseñar la estrategia general de comunicación según los distintos grupos de interés o públicos objetivo (internos y externos), controlar el posicionamiento, la marca y la percepción, gestionar directamente las distintas áreas que dependen de la dirección de comunicación, coordinar las relaciones públicas de la organización, las relaciones con la prensa y los medios, participar activamente en el desarrollo del sector de la comunicación y desarrollar el trato directo y personal con los colaboradores externos.

Sin menos importancia, los reporteros forman parte principal de un medio, ya que según las pautas, conseguirán la mayor parte del contenido informativo del medio, labor que deben llevar a cabo siguiendo la debida ética periodística.

1.2.3. Ética del periodista

Los comunicadores sociales y periodistas, deben ejercer la libertad de expresión de manera responsable, ya que son los que tienen el poder de informar y realizar actividades públicas que requieren la asunción de compromisos éticos y morales. Por esta razón el Colegio Nacional de Periodistas dicta el Código de Ética como norma de conducta de los profesionales del periodismo y llama a todos sus miembros a cumplirlo u a vigilar su cumplimiento, como también a los tribunales disciplinarios del CNP (Colegio Nacional de Periodistas) a convertirse en instrumentos activos que garanticen su plena vigencia y respeto.

Sobre lo ya expuesto, el Código de Ética del Periodista Venezolano contempla lo siguiente en su exposición de motivo:

“El periodista se debe al público y por esto su información debe contribuir con su imparcialidad, veracidad, oportunidad y honestidad que la verdad del suceso difundido sea evidente. Sin embargo el periodista es un profesional y un ser humano, puede equivocarse y deberá entonces permitir al público interesado derecho de réplica”.

“El periodista concibe la libertad de expresión como un factor la elevación espiritual, moral y material del hombre. En consecuencia, debe denunciar como fraudulento invocar este principio para justificar intereses mercantiles, ideológicos, o sensacionalistas para convalidar tergiversaciones del mensaje informativo”.

Además señala en otros apartados:

“Al autor de la noticia que considere que el planteamiento realizado por el periodista no se ajusta a lo que el expreso, derecho de respuesta, lo que significa aclarar. La aclaratoria es un derecho importante e irrenunciable, pero se trata de establecer, nuevamente, la posibilidad de garantizar al público que un periodista, cuando se equivoca, es capaz de admitirlo y reconocerlo”.

“El Código de Ética del periodista Venezolano tiene, además, carácter legal, pues así lo ordena la ley del Ejercicio del Periodista en su primer artículo, cuando señala expresamente que los miembros del Colegio Nacional de Periodistas estarán sometidos a él, a los reglamentos internos del Colegio y a las resoluciones que dicten los órganos competentes del gremio”.

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