Caverna
Enviado por vero461210 • 23 de Abril de 2015 • Informe • 632 Palabras (3 Páginas) • 129 Visitas
La cueva se halla en el interior de la tierra: es oscura. Entrar en ella implica abandonar la claridad de la vida corriente (de la mente habitual) para adentrarnos en lo desconocido de nosotros mismos (inconsciente, emociones latentes o reprimidas, pensamiento automático, traumas, energías internas que generalmente pasamos por alto, temores, etc). Nos importa ante todo el simbolismo, y desde este punto de vista no es de extrañar que las iniciaciones antiguas (prehistóricas y/o mitológicas) se realicen en el interior de cuevas, cavernas o antros. Entrar en la cueva equivale simbólicamente a entrar en la parte oscura de uno mismo, o incluso darse cuenta (siguiendo a Platón) que hasta ahora uno en realidad ha vivido de manera bastante caótica en un mundo de sombras.
En la isla de Menorca abundan tanto las cuevas naturales como las artificiales (salas hipóstilas troglodíticas, abrigos y cuevas excavados o semiexcavados en los barrancos y acantilados) dando testimonio de un pasado glorioso, cuando la Isla parece que fue un importante centro iniciático del Mediterráneo. La riqueza y belleza de los monumentos arqueológicos, y otros datos que no vienen al caso, parecen corroborarlo y nos permiten barruntar que la isla misma en su totalidad fue un centro sagrado, una isla-templo (isla “druídica”, sacerdotal…) punto de referencia para las élites espirituales del Mare Nostrum en épocas remotas de difícil e irrelevante datación.
El simbolismo de la cueva está en el centro de todo ello y la Isla misma parece mostrarlo materialmente con una caverna extraordinaria, tamaño catedral y frondosa boca (véanse las fotos), que hasta hoy la gente más sensible sigue visitando con fervor y respeto. La caverna simbólicamente se halla relacionada con la montaña formando ambas un par de opuestos (elevación al cielo y descenso a las profundidades) que Guénon tan bien ha comentado en los Símbolos fundamentales de la ciencia sagrada. La Isla de Menorca posee como centro, eje y columna de su peculiar geografía, el Monte Toro, con el precioso templo dedicado a la Virgen María, patrona de la isla, no sólo en la modernidad católica, sino desde los tiempos prehistóricos y mucho antes del cristianismo, aunque en aquel entonces ella fuera llamada con otros nosmbres y representada con otras variantes iconográficas.
La Virgen es la iniciadora en los misterios y la caverna representa esta su dimensión interior, “uterina”, renacedora, gestante, oscura, misteriosa, pero altamente fructífera, ya que de ese nuestro interior desconocido que ella representa y gestiona, aparentemente oscuro y a menudo temible, saldrá como una estrella la luz resplandeciente, la gloria y la victoria de nuestro Niño Interior, el Yo Verdadero, que transmuta todas las penas y oscuridades en amor, bondad y belleza.
En la leyenda del Monte Toro, se relata que la Virgen, antes de ser encontrada, es vislumbrada
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