Confesiones Agustin

UNIVERSIDAD DE PAMPLONA

FACULTAD DE ARTES Y HUMANIDADES

DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA

PROGRAMA DE FILOSOFÍA

DOCENTE: CAMPO ELIAS FLOREZ PABON

CODIGO: 1.116.615.440 – FREDY YESID MEDINA ORTEGA

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RELATORIA DEL LIBRO XII DE LAS CONFESIONES DE SAN AGUSTÍN DEL CAP. XVII AL XXXII

Y continuando la relatoría del libro XII a partir de los capítulos XVII al XXXII, es evidente como Agustín intenta exponer la vía que llegó a recorrer para llegar a Dios, y lo más interesante es que decide elegir como fuente de inspiración el génesis, pues es a partir del relato de la creación que inicia su camino a Dios; Agustín narra cómo hay diferentes interpretaciones del génisis (del cielo y la tierra), pero aclara que muchas de las interpretaciones que se leen y no se intentan comprender, para muchos las declaran falsas. Pero así como el mismo Agustín se pregunta ¿Qué mal hay en lograr comprender algo más que él autor paso por alto? es como si cada individuo interpretara a su manera el génesis, y a mi parecer si puede haber un mal, pues se puede caer en el error.

Es así que Agustín continúa alabando a Dios por hacer todas cosas con sabiduría, y por permitir ver esas verdades con los ojos del alma. Por ende, dentro de este contexto bíblico y platónico Agustín concibe la materia como un principio informe a partir del cual Dios ha creado todo lo que es, pero que necesita de la perfección y el acabamiento ontológico que sólo puede otorgarle la forma. En este punto es preciso aclarar que Agustín no interpreta el génesis a partir de la doctrina aristotélica pues la doctrina del hilemorfismo genera una ambigüedad en la doctrina de la creación.

Por ello para Agustín, el cielo y la tierra significan la materia de la creación universal, hecha por Dios de la nada, pero en un estado invisible y confuso; por así decirlo, esta materia informe es la materia ex qua con la que Dios forma el mundo y le da el orden y la belleza que le es característica.

Otro aspecto a resaltar y en el cual Agustín también enfatiza, es la veracidad de las afirmaciones que hace Moisés en el génesis, o que quiso que entendiera el lector y el oyente, pues cuando se enuncia en el principio, pudo dar a entender que cielo y tierra estaban formados y acabados, pero apenas se iban a formar, estaban informes. Además Agustín señala que en ninguna parte de la Escritura se menciona como Dios hizo las cosas informes, como la tierra invisible e incompuesta y el abismo tenebroso; y que a la luz de la fe y la razón no se puede negar que no la haya hecho; pero al no mencionarse cabe la posibilidad de pensar que estas cosas son coeterna a Dios.

Y continúa este Santo cautivando a su lector, a partir de un juego de palabras, con las que intenta ilustrar la verdad de las palabras de las que menciona Moisés en las Escrituras; aquí es claro como utiliza un argumento sobre la verdad, la cual es común a todos. No es ni mía, ni tuya, ni de éste, ni de aquél, sino común a todos, con el fin de aclarar las dudas que existen.

Pero Agustín es un hombre que centra su mirada a toda la panorámica, es por ello que comienza a hablarle a Dios, primero agradece por escucharlo, y posteriormente intenta desahogarse de como hubiera sido él ocupando el papel de Moisés. Indudablemente a mi vano parecer Agustín utilizaría un buen juego de palabras que suele utilizar en sus escritos, para brindar una versión del génesis mucho más comprensible y más ilustrada.

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