Constitución Y Democracia
Enviado por HanzSutra • 1 de Octubre de 2013 • 3.105 Palabras (13 Páginas) • 186 Visitas
Núñez Navarrete Víctor Hugo
Capítulo 1
Constitución y Democracia
1.1) -Introducción
La democracia moderna hace promesas que no está a la altura de poder cumplir, tiene el deber de hacerlo, es su función establecer la medida en que será posible concretar este perfeccionamiento cuyas pretensiones de infalibilidad, utiliza como caparazón el estado moderno.
Este modelo de la democracia republicana sustenta su naturaleza en el orden constitucional, elementos que existen en su propia contemporaneidad en la edad antigua con la patrios politeia de Solón, en la multiplicidad de constituciones medievales, verdaderos órganos de ejecución del viejo orden ya establecido y la modernidad arribando con las Constituciones Modernas, cuya naturaleza y estructura no dista mucho de sus antecesoras sino en lo que atañe a su propio tiempo, es decir, su actualidad.
Mostrar la creación de esa primera ficción que fue la comunidad, entendiéndose en el ámbito jurídico, como una vez lo fue también en el ámbito religioso, el cual es a su vez revolucionado por el cristianismo, en la medida que como bien resalta el profesor Tamayo, se crea a partir del Derecho Romano de Justiniano el Ideal Político de Occidente, sublimado por el método de la escolástica, hace de la Jurisprudencia la ciencia que permite restablecer ese orden de equidad que evoca la constitución mixta, ya sea antigua, medieval o moderna.
El príncipe y el tirano son dos personas distintas, pero la perversión del príncipe radica, no en convertirse tirano, sino en dividir al pueblo, para ponerse a la cabeza y derrotarlos, el pueblo tiene un derecho de resistencia para evitar que el príncipe se convierta en tirano, pues es el responsable de guardar un orden que ya existe, no crea, sino sólo legitima la Constitución, lo vuelve legal.
La Revolución de las 13 colonias de Norte América y la Revolución Francesa, son parte aguas (según creemos pues son antecedente directo y necesario de las Revoluciones de la América Latina) aunque en realidad no sean sino sencillamente otro separador más en el libro de la Historia, introduciendo nuevas formas como la del Estado Policía, reforzando el afán acumulativo ensalzando el liberalismo y las libertades individuales, como derechos intrínsecos a la existencia humana, como parte de su propia dignidad.
Sin embargo, esta concepción no abarca la dualidad de la esencia humana, la que lo figura como individuo y a su vez como una parte del colectivo, de la comunidad, del mundo. Esta ficción por medio de la cual se crea un Estado distinto de las personas que lo componen, como un soberano invisible y salvaje que carece de humanidad y por ende de misericordia (o piedad en términos de Rousseau), separando así una parte del hombre de sí mismo como ya lo había hecho la religión en la antigüedad a través del politeísmo, menguando la potencialidad humana y limitándola a ser un simple espectador de su destino, incapaz de elegir su porvenir.
Revoluciones burguesas, siempre presentes, en su búsqueda del poder como grupo, haciendo concesiones en primera instancia para conseguir su ascenso y reprimiendo posteriormente para protegerlo, expectantes de su principal enemigo el pueblo oprimido tratando de buscar el poder siendo que sus reclamos han sido acallados por la otra facción.
Esta división en facciones es parte de un constante retorno de lo mismo, sólo el poder de la Constitución permite que esta contienda se diluya, con la persecución de un ideal común, un proyecto incluyente, con un órgano que sirva de árbitro y regulador de los conflictos surgidos entre ellos.
Este es el propósito que toda ley debe perseguir, cuando no es así, lo único que puede resultar es caos y luchas intestinas que desmembrarán todo lo construido, por eso una legislación que pretenda erradicar la trata de personas y atender a las víctimas de estos delitos, no puede ser un universo aparte de la problemática entera de un país, pues sólo con una visión transversal es que puede ser atendida en la justa medida, pues lo único transversal en México es justamente la violencia, la cual no respeta condición social, clase, raza, credo, etc.
En nuestro país se ha pretendido buscar la solución de los conflictos a través de silenciar las voces que reclaman su solución, invisibilizando a los actores que buscan formas de resolver los temas que causan ruido dentro de las esferas políticas que sólo responden al marketing mediático, es decir, la fórmula adoptada en últimos tiempos para resolver la violencia, ha sido no dejar que salga en los medios masivos de comunicación haciendo que la población entera crea que vive en el país donde no pasa nada, donde todo es perfecto, donde no existen injusticias y donde el silencio reina. Y no hay nada mas violento que el silencio mismo.
1.2-Constitución mixta y el ciclo de la Democracia
El presente análisis tiene la pretensión de mostrar que genealógicamente estamos envueltos en un vaivén despótico, unas veces por un grupo reducido (Aristocracia-Oligarquía), en otras por el pueblo (Democracia-Demagogia), y esperando que un héroe, se eleve por encima de la ley, para salvarnos de su irracionalidad e inactualidad con el fin de guiarnos hacia la senda de la Justicia, se torna una vez más en su forma degenerada (Rey, Príncipe-Tirano).
Que sólo una Constitución mixta, es la respuesta hacia una contienda que puede terminar en guerra civil, revuelta o revolución, que esta Constitución es siempre la misma y que sus preceptos en el orden material caen en desuso, ya sea que no se ajusten a los problemas contemporáneos, ya sea que se utilice como elemento legitimador de un orden corrupto e ilegítimo, nunca lo menos, el pueblo como comunidad tiene el derecho único a resistirse ante tal circunstancia, siempre.
Sin embargo, el pueblo y más en concreto la sociedad civil organizada, son los actores que buscan entrar en escena y mostrar al grueso de la población que viven en un engaño, uno que no se debe a su ignorancia o poca educación, sino que existe un dolo por parte de aquellos encargados de velar por sus intereses, no es un favor el que hacen los gobernantes al pueblo, es una obligación, una que nace de los impuestos que se gravan día con día, de un poder que se les brinda no para su beneficio sino para alcanzar el bien común.
1.3 – Genealogía Constitucional y el Espíritu Democrático
Isócrates dice, la “Constitución es el alma de la polis.”
Aristóteles nos menciona la politeia como el Estado mismo, como una ordenación taxis de una ciudad polis.
La Democracia ha resultado ser uno de los mayores inventos de Occidente y sus inicios nos remontan a la polis griega, permitiendo al pueblo ser tomador de las decisiones que a ellos
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