Cómo conocer, mucho haciendo poco.

Universidad de Antioquia [pic 1]

Facultad de Medicina

Comunicación I, 2017-2

Valeria Mosquera Mosquera

T.I. 990918 09113

CRÓNICA

Cómo conocer, mucho haciendo poco.

Del 11 al 17 de septiembre del 2017 se llevó a cabo la 11° Feria del libro y la cultura, que tuvo lugar en Jardín Botánico de Medellín Joaquín Antonio, a la  cual tuve la oportunidad de asistir por primera vez en toda mi vida.

Hay cosas que nunca cambian, yo llegando tarde a actividades importantes es una de ellas. El pasado jueves 13 de septiembre la cita para la salida de campo del curso de Comunicación 1 era las 10:00 a.m., en punto; pero, para mi mala suerte, es día no fue la excepción a mi inclinación a las llegadas extemporáneas.

Llegue al Jardín Botánico a las 10:15 a.m., agitada y desorbitada pero, como era de esperase, ni mis compañeros ni la docente titular se encontraban en el lugar acordado para encontrarnos, y como el destino le gusta jugar malas pasadas de vez en cuando, no pude encontrarme con ellos hasta después de media hora de recorrer la zona una y otra vez, de un lado a otro y de arriba abajo, entrando acarpas llenas  de personas que me desorientaban y de libros que no pude ojear debido a la desesperación causada por mi desconocimiento del lugar, además de que nunca había tenido la oportunidad de asistir a un evento de este tipo.

Después de muchas llamadas y pasados más de 30 minutos, pude hallar a mis compañeros, los cuales se encontraban embelesados con todo lo que el evento ofrecía a sus ojos. Ellos, a diferencia de mí, ya conocían más o menos en que consistía la dinámica de la feria y que tipo de actividades ofrecía la misma.

Fue entonces cuando tres mis compañeras, informaron sobre la existencia de una actividad que se realizaría en la zona de la feria adecuada a la cultura brasileña (la llamaré “La zona Brasil”), este consistía en una lección de cocina dirigida por invitados provenientes de Sao Paulo – Brasil. Me pareció una oportunidad interesante, así que pedí que me guiaran al sitio para hacer la debida inscripción, necesaria para ingresar a la actividad.

Debido a que faltaba un rato para que el evento comenzara, emprendimos caminata con el objetivo de conocer más acerca de la feria del libro. Aunque recorrimos los alrededores y observamos muchas cosas interesantes y llamativas, nada lograba captar de lleno nuestra atención. Pasado un lapso nos dirigimos a “La zona Brasil” para hacer debida confirmación de asistencia y reclamar las manillas necesarias para tener acceso al sitio en que se haría la actividad. Este proceso fue rápido por lo tanto aún faltaba tiempo para que la programación comenzara.

Este pequeño lapso no fue desperdiciado; junto a mis compañeros entramos a una zona dedicada a niños que se encontraba justo al lado de “La zona Brasil”, solo por curiosidad. Allí se encontraba un espacio dedicados al autor Marck Twain y el personaje ficticio creado él: Tom Sawyer. Sin importar que la zona estuviera adecuada para los peques, no dimos la oportunidad de jugar con algunas estaciones que aquí se encontraban, armamos rompecabezas y aprendimos un poco sobre la entretenida historia de las aventuras de Tom Sawyer.

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