“Del miedo” Michel de Montaigne
Enviado por Luz Perez • 9 de Marzo de 2019 • Trabajo • 2.350 Palabras (10 Páginas) • 1.245 Visitas
El siguiente trabajo tiene por objeto analizar el logos en el ensayo de Michel de Montaigne que lleva por título “Del miedo”, como así también se analizará las partes que lo conforman las cuales son: exordio, narratio, demostratio y epílogo.
El marco metodológico del que partiré para llevar a cabo el análisis es la retórica. Como disciplina transversal a distintos campos del conocimiento, está técnica de utilización del lenguaje es utilizada para persuadir. Además proporciona las herramientas y técnicas para expresarse de la mejor manera posible. segunPara la teoría Aristotélica la retórica es “el arte auténtico del habla y de considerar en cada caso lo que cabe para persuadir”
Se observarán muchas citas en latín, que a su vez provienen del griego antiguo y los filósofos que las usaban. Sus vocablos originales son: “rhetorica” y “pntopik”(retorikè).Estos últimos haciendo alusión a la utilización del lenguaje de manera oral, frente a un auditorio con belleza y elocuencia para poder persuadir.
La misma contempla diferentes fases de la oración:
- Inventio: contenido
- Dispositio: estructura
- Elocutio: expresión delas ideas
- Conpositio: sintaxis y fonología delos enunciados
- Memoria: memorización del discurso
- Actio: declamación del discurso.
Continuando con la exposición del tema me detengo en el “logos”, concepto que en su significado más amplio define a la razón como capacidad humana (RAE) y en su significado filosófico es el término más importante en la actitud racional dando al texto argumentativo bases convincentes y sólidas. Centrándome en el pensamiento griego podemos decir que tomamos este término desde el punto de vista del discurso, conocimiento proveniente de la razón.
1-BIOGRAFÍA DEL AUTOR.
Michel Eyquem de Montaigne nació el 23 de febrero de 1533 en el castillo de Montaigne en Perigord, Francia. Educado por su padre de forma totalmente libre de restricciones,lo que lo llevó a tener un pensamiento escéptico. Aprendió el latín de la mano de los clásicos griegos. Estudió derecho y se convirtió en consejero del Parlamento de Burdeos (1557)
Su primera obra literaria fue la traducción de una obra del teólogo catalán Raimondo di Sabunda, "Libro de las criaturas o teología natural", un texto en defensa de la fe católica a través del estudio de las criaturas y el hombre.
En 1571 se retiró a su castillo para dedicarse a estudiar. Los primeros frutos de su trabajo, se reunieron en una gran colección de ensayos, hechos o juicios.
En 1580 publicó los dos primeros libros con el título "Ensayos", de los cuales, la primera edición salió en dos volúmenes en 1580. En los años siguientes, continuó revisando y ampliando este trabajo hasta que la edición de 1588, en tres libros. La muerte le impidió completar la revisión de esta edición.
En sus libros utiliza la subjetividad para reflexionar sobre distintos temas y utiliza ejemplos de las fuentes clásicas que le sirven de marco para extraer su sabiduría.
También en 1571, Montaigne dejó Francia y viajó a Suiza, Alemania e Italia. Nombrado alcalde de Burdeos, regresó a su patria aunque, sin embargo, las obligaciones de su trabajo, no le impidieron continuar con el estudio y la meditación. Montaigne esperaba una nueva edición de su obra completa, cuando murió en su castillo el 13 de septiembre de 1592.
La reflexión de Montaigne llegó en un momento de profundos cambios en la cultura y la historia de Europa, y puede decirse que fue testigo por excelencia de la crisis de valores y del sistema de conocimientos científicos y filosóficos en la Europa de la segunda mitad del siglo XVI.
Este nuevo pensamiento cultural, convencieron a de Montaigne de que el cambio no era una condición temporal que podía suceder a una solución definitiva del hombre: la naturaleza cambiante resultaba ser una expresión típica de la condición humana, por lo que no se podía llegar a verdades y certezas definitivas; allí se originó el escepticismo montaignano. El escepticismo lo lleva a ser un hombre con un espíritu tolerante.
Sus filósofos preferidos fueron Séneca, por su estoicismo y su racionalidad, Cato por negarse a la tiranía, y Plutarco por su profundidad ética.
ENUNCIACION GENERAL DEL TEMA
En esta producción Montaigne explica que es el miedo, así como otras pasiones humanas desde la experiencia divina recogidas en las historias de los griegos y los romanos. En el mismo el autor rememora sus lecturas y las utiliza para dar al lector mayor empatía en su discurso. De esta forma quien se acerca a leer este breve ensayo descubre la escritura subjetiva del autor interesado en reflexionar sobre una de las emociones humanas más relevantes. Del mismo se desprende una serie de situaciones en las que el miedo es causa de conductas que empobrecen el alma humana. ¿Cuál es la postura del escritor respecto al tema? La respuesta a esta pregunta se remite al contexto amplio de significado de logos porque como dijo Montaigne: “nada me horroriza más que el miedo a nada más debe temerse tanto como el miedo”
DESARROLLO EXPLICAR
Análisis del logos en la obra “Del miedo”. La organización de la obra (dispositio) es tripartita, esto quiere decir que consta de: exordio, narratio, demostratio y epílogo.
El exordio es el fragmento que da apertura al discurso. Este debe dejar claro el tema para que así los oyentes puedan entender de qué tratará y además debe lograr captar la atención (captatio benevolente) e interés del público. ¿LO HACE O NO?
En la obra de Montaigne se ve reflejada la cita de Virgilio de la Eneida la cual dice: “obstupui, steteruntque comae, et vox faucibus haesit”[1](Montaigne ensayos escogidos, 2006, 45) como forma de abrirnos la puerta al tema sobre el cual va a reflexionar. Esto se debe a que el autor fue un destacado lector de los clásicos y en ellos encuentra el asidero de su sabiduría además. Su profesión como jurista lo llevó a tener un contacto asiduo con los escritores de la antigüedad. Como se sabe el derecho nació en Roma y los autores más destacados latinos fueron los padres del derecho romano.
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