Descartes La Duda
Enviado por utopic_a • 23 de Octubre de 2013 • 367 Palabras (2 Páginas) • 536 Visitas
DESCARTES: EL PROBLEMA CARTESIANO
¿Que era la duda para Descartes?
Descartes se encuentra en una profunda inseguridad, para él nada le parece merecer confianza, nace así un "escepticismo" puesto que los sentidos nos engañan, el pensamiento no merece confianza, se cae con frecuencia en el error. Las únicas ciencias que parecen seguras, la matemática y la lógica (estas no son consideradas por el ya que no le sirven para conocer la realidad).
Quiere empezar una filosofía totalmente cierta, de la que no se pueda dudar, y por ello se sumerge en la duda: "Hay que poner en duda todas las cosas, si quiera una vez en la vida. No ha de admitir ni una sola verdad de la que pueda dudar. No basta con que él dude realmente de ella; es menester que la duda no quepa ni aún como posibilidad."
Descartes adoptó el método de la duda en su pensamiento para sí construir la certeza ante la duda. Así surgen tres cuestiones de la filosofía: el mundo, el hombre y Dios.
El punto de partida de Descartes es la duda absoluta que exige suspender el asentimiento a cualquier conocimiento aceptado comúnmente. "Dudar de todo y considerar provisionalmente como falso, todo aquello sobre lo cual es posible la duda. Si, persistiendo en esta postura de crítica radical, se alcanza un principio sobre el cual la duda no es posible."
Descartes se propone, a partir de su duda, encontrar una verdad segura y descubrir un nuevo método racional en el que no se diese nada por supuesto sino que fuera evidente por sí mismo.
*El hombre. Para Descartes, podemos dudar de todo, menos de nuestra existencia "pienso, luego éxito". Le interesa además del ser ( sum ) el pensar (cogito), ya que éste evidencia al ser.
Para que al afirmar “yo soy” me equivocara, necesitaría empezar por ser, no puedo equivocarme en eso.
Ésta es la primera verdad de mi existencia, el cógito ergo sum de las meditaciones es la primera verdad indubitable, de la que no puedo dudar, aunque quiera.
No hay nada cierto sino yo, y yo no soy más que una cosa que piensa. Ni siquiera el cuerpo, solo es seguro y cierto el sujeto pensante. (“je ne suis qu'une chose qui pense”)
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