Descartes - filosofía, en términos del materialismo dialéctico
Enviado por Kathcuy • 5 de Junio de 2021 • Ensayo • 2.260 Palabras (10 Páginas) • 111 Visitas
René Descartes, denominado el padre de la filosofía moderna, fue un filosofo nacido en el seno de una familia noble en el año 1596 en La Haye, Francia (Ruiza y otros 2004). Se conoce de él que tenía una formación académica muy basta puesto a que su padre planeaba hacer de él un hombre de leyes, siendo así que no escatimó en su formación, estudiando en el mejor colegio de la región, La Flèche, de los jesuitas, el punto de partida para su vida privilegiada que desencadenó su pensamiento tan crítico hacia lo conocido como el tradicionalismo empezando a tallar en él la tendencia a la introspección como eje de su racionalismo dialéctico (Ruiza y otros 2004). Bajo este contexto, Descartes fue considerado como el protagonista principal y originario de una nueva etapa dentro de la historia de la filosofía, surgiendo así la era de la filosofía moderna. Es así que, en base a lo presentado líneas atrás, se explicará la relación que dicho autor poseía con el saber tradicional, la crítica que tenía sobre las escuelas y su manera de impartir conocimiento; así como la importancia de esta crítica para poder conocer y comprender el nuevo concepto de verdad que estableció y marcó una nueva concepción de la certeza misma.
La filosofía, en términos del materialismo dialéctico, es una ciencia que tiene sus cimientos en la búsqueda del conocimiento de las leyes más básicas, pero a su vez complejas, que rigen el desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento (Anzenbacher 1984: 15). Dicha ciencia, como tal, surgió a mediados del sigo VII a.C., con Tales de Mileto y su escuela, cuando el ser humano tuvo un quiebre de pensamiento en el cual buscaba respuestas a los objetos de conocimiento del mundo que lo rodeaba, focalizándose en el estudio de las ideas y el pensamiento racional, una transición conocida como el paso del mito al logos (Casadesús 2000: 129-136). Como todo intento de racionalizar lo que el ser humano desconoce, dicha ciencia fue construyéndose por medio de pensadores que buscaban encontrar el conocimiento absolutista del mundo, obteniendo como resultado una serie de etapas que marcaron el quiebre del pensamiento y el conocimiento verdadero uno tras otro, siendo de tal forma que surgen pensadores que hoy en día son los fundadores de conceptos y saberes que rigen a muchas más ciencias además de la filosofía, tales como Tales de Mileto, Platón, Aristóteles, Bacon, René Descartes, etc.
Es así que, en torno a lo antes expuesto, es necesario precisar brevemente cual era la mentalidad de la escuela tradicionalista o como, para efectos del presente ensayo, se denominará a continuación: saber tradicional. El saber tradicional es todo aquello que se impartía conocimiento en las escuelas, en los libros, aquello que se recepcionaba de manera pasiva por aquellos que se autodenominaban sabios. Dicho conocimiento, como se ha precisado líneas atrás, se basaba en un constante replanteamiento del conocimiento de la certeza, se basaba en buscar definir los objetos del mundo desde distintas perspectivas, haciendo de todas ellas válidas para la época, para quienes la recibían. Sin embargo, algo que permitía dicho saber tradicionalista era la refutación de los mismos conocimientos impartidos, por tanto carecían de una certeza única, se hallaba contaminada de subjetividad que cada pensador podía implantar en su propio conocimiento, convirtiendo al ser humano en “un extranjero de su propio país”, tal como define Descartes, puesto a que lo que se enseñaba en las escuelas, ergo, todo lo que se aprendía, era algo que otra persona quizá carente de autoridad válida impartía desde un solo sitio, alguien que incluso pudiese carecer de un pensar crítico al estar inmerso en una cultura y pensamiento especifico. Es por ello que, en un intento de buscar algo que sea único y certero, un método para poder llegar al conocimiento del mundo, Descartes rescata la idea galileica donde todo en cuanto existía podía regirse bajo la geometría, comenzando así un discurso exhaustivo y complejo de lo que más adelante se expondrá como la mathesis univeralis.
Es así que, Descartes, sostiene que el planteamiento y la resolución del problema de encontrar el conocimiento que contenga certeza se puede obtener por medio de la razón, siendo ello el punto de quiebre con la escolástica. La crítica sustentada se encuentra en el Discurso del método (1637), obra en donde se establecía el proyecto de fundamentar una doctrina nueva, una manera nueva de obtener el conocimiento y llegar a la verdad, muy distinto a las enseñanzas tradicionales que había sido expuesto desde niño. Antes de Descartes se pensaba que existía una correlación entre la mente humana y la esencia de las cosas, siendo aquella relación la forma absolutista de llegar a la verdad mediante la correspondencia entre ambos objetos. En otros términos, asume como inaceptable dicha acepción tradicionalista y relocaliza la verdad dentro del sujeto pensante, del ser racional mediante la práctica de la crítica y separación de los prejuicios adventicios, aquellos que recibimos pasivamente de otros sin hacer empleo de un examen crítico previo sobre su certeza.
Dentro del pensamiento de Descartes se considera a la indubitabilidad y la certeza como estados mentales del sujeto pensante, del yo, siendo la mayor certeza aquella que se desprende de la autocerteza, del auto-reconocimiento de sí mismo, algo que establece que nos diferencia como seres dotados de razón, a diferencia de los demás seres vivos, pero al definirla de esta manera cae en la subjetividad, por ello implanta y recoge el esencialismo matemático. La admiración del autor hacia Galileo, quien reconocía la existencia de un Dios geómetra, llevó a que recogiera los cimientos que este había establecido sobre la existencia de la geometría como aquello capaz de poder metodizarlo todo; además de sustentar la existencia de Dios como aquel ente dotador de ideas y conocimientos de manera innata. Sin embargo, Galileo no llegó a aplicar una sistematización del método mecánico matemático, haciendo que Descartes llevara el pensamiento matemático como generador de pensamientos complejos axiomático-deductivos.
Completamente convencido que la verdad, en términos de la realidad o mundo externo, respondía a un lineamiento racional, comenzó a crear un método en base al cual pudiese alcanzarse todo planteamiento del conocimiento, desprendiéndose así su nueva forma de obtener la certeza como tal en cuatro preceptos. El primer precepto se basaba en no aceptar nada como verdadero a no ser que se tenga una certeza absoluta, ello con el fin de redirigir la idea del ser humano como un ser pasivo ante el conocimiento a un ser racional, capaz de generar conocimiento a través de la misma razón. Como segundo paso dentro de su metodología, se planteaba la descomposición del problema, entendiendo este concepto como aquello que incentiva y es motivo de racionalización, en partes más pequeñas, siendo así que sea más sencillo al pensamiento humano el poder conseguir la certeza absoluta por medio de un pensamiento metodológico. Seguido a ello, un tercer paso, encontramos el uso de dicha descomposición del problema para ir de lo más sencillo ante la comprensión propia hacia lo más complejo. Por último, se consideraba parte de una adecuada aproximación hacia la certeza el revisar todo el proceso realizado para poder así asegurarse de no haber realizado omisión alguna de pensamiento. Todo este proceso era precedido de la duda metódica, la cual no solo abatía contra las ideas tradicionales, sino también contra el conocimiento de la propia existencia y del mundo en cuanto al que somos expuestos; lo cual generó el conocido refrán “pienso, luego existo” siendo que, para Descartes, lo único indudable per sé es la duda misma: no es posible dudar que estamos dudando.
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