Dios es una Necesidad

Soy una extensión de Dios

Breve Acercamiento a la Concepción de Dios en Ética Demostrada Según el Orden Geométrico de Spinoza

Lauro David López Guzmán

¿Dios es una necesidad? ¿Qué carajo es Dios? ¿Lo que en verdad es Dios cabe dentro de cuatro simples letras? ¿Cuál es la naturaleza misma de Dios? ¿Dios es un padre que cuida a sus hijos y les reprende por portarse mal? ¿De todas las religiones, cuál se acerca más a Dios? ¿Dios existe físicamente o simplemente es cosa pensable como el cero?

 El hombre, desde el principio de los tiempos, se ha empeñado en crear sus propios dioses. Dioses vacios que no satisfacen las necesidades filosóficas ni espirituales de la humanidad. Dioses antropomórficos que el hombre, según Nietzsche, en su inmenso orgullo los va creando a su imagen y semejanza. Sin embargo existen un pensador que cavila a Dios como una necesidad metafísica, una necesidad que supera por mucho a todas las percepciones teológicas que se pudieron haber pensado. Dios como necesidad ontológica. Dios como un gran ente integrador.

Spinoza es considerado como un pensador moderno. Toma una nueva manera de pensamiento, al parecer antecedido por Descartes, encargada,  en primera instancia, de llevar  la razón al centro de la nueva tendencia filosófica. En segunda instancia, a mi parecer, comparten otra novedad moderna, llevan al pensamiento plasmado en papel  a una nueva estructura sintáctica, es decir, vuelcan sus tesis a una estructura que era la más ordenada y limpia conocida hasta entonces: la matemática. El orden geométrico que nos obsequió Descartes le proporcionó ideas claras y distintas. Y en tercer lugar yo propongo la manera de concebir a Dios, para los modernos Dios ya no es una divinidad sino un problema cultural^[1].

Spinoza apoyándose de dicho orden trata de explicar las cosas del hombre. Para Spinoza la ética no era un conjunto de normas las cuales había que seguir para la vida en sociedad, sino que era la pluralidad de características de los individuos de dicha sociedad, pluralidad que llevaba a un comportamiento lógico de las personas. Es decir, que las diferentes características que diferencian a las personas serían una especie de rompecabezas donde cada individuo es una ficha y en total armaban una linda pintura que reflejaba un orden lógico y bien estructurado  de la sociedad.

Spinoza es un racionalista, algunos piensan que incluso más racionalista que “el mismísimo” Descartes, y aquí es donde nuestro trabajo comienza como tal. La razón, al igual que el individualismo, es un aspecto característico de la modernidad. La razón pasa a ser la regidora de todos los actos de la población filosófica. Descartes se comprometió tanto con la causa que erigió una teoría basada en su ya tan famoso, como trillado, Cogito ergo sun. Spinoza, quien no se que quiso quedar atrás en la moda filosófica, nos dice que todo depende de la razón, y, al igual que Descartes, se comprometió con la causa a la altura de crear una concepción de Dios como una necesidad racional como otras que comentamos al principio del texto.

Spinoza, haciendo alarde de la moda matemática, nos ofrece un libro dónde pretende seguir justificando su panteísmo. Ética demostrada según el orden geométrico es un texto bien organizado, con disciplina y rigor en la forma de exponer sus temas, a mi parecer bastante claro.

Spinoza piensa un panteísmo, alejado del Dios antropomórfico del cristianismo. Él piensa un Dios naturaleza, es decir, un Dios que por su misma naturaleza pertenece y es presente en todas las cosas. Incluso llama a Dios como la sustancia que otorga de atributos s todas las cosas. “Dios no es sólo causa eficiente de la existencia de las cosas, sino también de su esencia”^[2]. Su proposición XXV es clara, Dios es en todas las cosas, todas las cosas son en Dios, y la razón es quien da fe de todo, Dios tiene que ser un ente racional, es decir, una cosa meramente pensable.

¿Pero cómo hacer de Dios una cosa meramente pensable  y sobre todo sin dejar a la razón de lado? A Spinoza le parece claro el rumbo de su teoría, parte de un panteísmo. Todo es Dios, la razón es un atributo que él comparte con los humanos, entonces todo parte de la razón. Si algo está fuera de la razón se sigue que está fuera de un atributo de Dios, por lo tanto si algo está fuera de la razón está fuera Dios por lo que no existe. Sólo lo que es racional existe. Una vez más la razón como centro del pensamiento. Dios=Razón=Hombre=Actos virtuosos=Bienestar social=Tranquilidad=Felicidad. Spinoza era un filósofo que buscaba la felicidad.

Spinoza cambia el libre albedrio por la pluralidad de características antes mencionadas, pues Dios ya no es un Padre que cuida a sus hijos ni un Dios maligno que goza haciendo sufrir a los mismos sino un camino que nos lleva la organización de la polis y desemboca en la felicidad. Entonces nos alejamos de pensar que Dios hace las cosas con un fin, por ejemplo hacer los animales para que los comamos o que hizo el agua para que la bebiéramos, por poner ejemplos simplones y posiblemente burlones, pues si lo hiciera con un fin buscaría algo que lo que carece por lo que no es perfecto entonces no puede llamarse Dios. Al respecto él no dice que: “Dios no hace las cosas para un fin. Si Dios obra por un fin, apetece necesariamente algo de que carece” ^[3]

Tomando en cuenta su proposición I donde afirma que: “el pensamiento es un atributo de Dios, o sea es una cosa pensante” ^[4] podemos deducir que la existencia es un atributo de Dios por lo que Dios existe, entonces si Dios existe y es cosa pensante, el hombre no conoce su verdadera forma porque al ser poseedor de todo atributo es una substancia amorfa, totalmente anti-antropomórfica.  Decir que dios es existencia y sólo existe lo que hay en Dios, se anula la posibilidad de la no existencia. Pues sería una contradicción lógica decir que Dios existe y que no existe a la vez. Cosa que el pensamiento matemático explica con detalle al igual que la lógica proposicional. Lógica tan amada por Spinoza.

La idea de un padre castigador, a Spinoza, le parece un tanto bochornosa, ostentosa y sobre todo filosóficamente insostenible. A él le parece más un Dios que deviene, que fluye. Un Dios que aporta de atributos a las cosas, al mundo humano le aportó sólo dos de ellos, a ojos de Spinoza, lo pensable y la extensión que son los objetos físicos. Él piensa a Dios como una sustancia, que fluye, infinita en atributos divinos. “entiendo por Dios un ser absolutamente infinito es decir, una sustancia constituida por una infinidad de atributos, cada uno de los cuales expresa una esencia eterna e infinita”^[5].

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