EL EFECTO MODERNIDAD

República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria

Universidad Bolivariana de Venezuela

Dirección de Producción y Recreación de Saberes

Profesor:

Rafael Montilla

C.I: 11.010.819

Maturín, julio 2010

y la vida es esencialmente no lo que cree la civilización,

sino la cultura:” apropiación, ofensa, avasallamiento de lo

que es extraño y mas débil, opresión, dureza, anexión y,

al menos en el caso más suave, explotación”

J. Quesada.

La concreción de un mundo mejor y feliz siempre ha sido una utopía para el ser humano desde tiempos inmemorables; la paz por la que tanto soñamos ha sido derrotada con facilidad y felicidad ya tantas veces por una hegemonía del pensamiento que luce fuera de lugar en la apertura de este nuevo siglo XXI que se resiste a seguir viviendo un modelo de convivencialidad fundado en la desigualdad y en la opresión de nuestros pueblos.

La educación será el único reaseguro que permita que la vida en nuestra sociedad y en nuestro planeta sea más vivible, es decir, la educación es el medio por la cual todos y cada uno de nosotros nos formaremos inevitablemente en esta sociedad pujante. La educación brinda la oportunidad no sólo de entender la realidad que vivimos sino de transformarla totalmente; la educación es un medio esencial porque es trascendente desde el mismo momento que nacemos hasta que morimos; de hecho, la muerte misma es una enseñanza porque nos hace consciente de nuestra propia finitud. Pero no está de más decir que la educación mundial no es ni remotamente igualitaria entre países, al menos en calidad y efectividad, debido a enormes diferencias socio-políticas que han llevado a la decadencia a países y naciones menos imponentes a escala mundial; países que han tenido que soportar y sufrir la ira incomprensible de quienes poseen el poder no sólo político sino irracional de la fuerza. Obviamente esto trae como consecuencia un enorme retraso en el surgimiento de los pueblos desde todo punto de vista: Económico, social, cultural, educativo, moral, etc.

Muchas veces hemos visto con verdadero estoicismo como nuestros pueblos son culpables inocentes de tanta calamidad, a pesar de la supremacía de este siglo todavía se mantiene en vigencia un orden represor en cuanto a la justicia social. La efervescencia política actual trae consigo profundos cambios en su devenir, naciendo así una nueva sensación de esperanza en un mundo dominado y gobernado por el odio y por la injusticia, donde la supremacía del “todopoderoso” capitalismo se estremece frente a la determinación de los pueblos a ser libres o morir en el intento.

El modernismo y el capitalismo son la membrana umbilical donde el individualismo se nutre y se fortalece. El mundo occidental apostó erróneamente por un modelo de vida donde la vida misma se pone en peligro cotidianamente; la lucha por ser y poseer lo mejor en cuanto a belleza y recursos materiales de este mundo llevó a mostrar el lado más oscuro del ser humano: El egoísmo, individualismo, el resentimiento, la envidia, la vanidad, etc…son los referentes inconfundibles de una majestad interior y exterior hoy materializada en todas las sociedades nuestras.

La filosofía occidental había creado una filosofía preocupada por el ser (la esencia) y había olvidado casi por completo al ente (el sujeto) logrando así más aspectos negativos que positivos. Esta nueva concepción de ver el mundo permitió el nacimiento de un hombre avasallante e imponente. Esta actitud la podemos apreciar con mejor claridad en la Revolución Francesa con el romanticismo como movimiento literario de la época. El romanticismo es alegórico a los sueños, a la igualdad, a la justicia social,

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