EL PENSAMIENTO EN EL TRANSITAR DEL MITO AL LOGOS

EL PENSAMIENTO EN EL TRANSITAR DEL MITO AL LOGOS

Hablar del mito al logos en filosofía es hacer referencia a un período en la historia del pensamiento en el cual el hombre, acompañando su proceso de evolución social, también estuvo dado a considerar los asuntos que le eran de interés para procurarse explicaciones. Durante ese tiempo el hombre estuvo llamado a pensar, a generar pensamientos, a hacer uso de su capacidad de formar en la mente las ideas y las representaciones de esa realidad en la cual vivía. Se sucede así un tránsito a través de un largo camino que lleva del pensamiento arcaico al racional. Es un largo sendero que se ubica en un tiempo de unos diez mil años durante los cuales el hombre buscó descifrar los enigmas del cosmos, incluido su origen y su presencia en el mundo.

En correspondencia a lo anterior, ahora desde un ajustado enfoque, el paso del mito al logos se considera la materialización de un momento importante en la historia del pensamiento que representa el comienzo de un cambio trascendental en la forma de buscar respuesta y dar explicaciones a las cosas, a los hechos y fenómenos desde una forma distinta de apreciar el mundo y la vida, ahora explicados y dados a conocer desde una nueva forma de pensar. Es así como escuchamos hablar del “Milagro griego”, que comienza a manifestarse en las provincias Jónicas de la Grecia antigua y se caracterizó por abrir paso a la racionalización del universo.

Visto de ese modo considero que el pensamiento es tan antiguo como lo es el hombre y por tanto se ha sucedido de distinta forma y en diferentes momentos. Sus manifestaciones han pasado por toda una evolución y por lo tanto el mito se constituye en expresión y testimonio de sus primeros pasos. Desde lo dicho me surgen las siguientes preguntas: ¿Cómo y cuando surge el mito?  Si hablamos de pensamiento como producto del pensar ¿Cómo es que el hombre arcaico, sin conocimiento ni preparación intelectual, fue capaz de acercarse al conocimiento de las cosas trascendentales y a su manera explicarlas? Sí el pensar implica atender con atención y detenimiento un asunto para encontrar respuestas y soluciones ¿Cómo se explica esa actitud en un hombre que vive en tan difíciles situaciones? ¿Cómo se suceden esas relaciones entre el hombre, su mundo y el pensamiento?

Buscar respuesta a estas interrogantes me hace percatar de la importancia de considerar el contexto temporal – espacial en el campo filosófico y en secuencia decir que el pensamiento es producto de una operación mental, la cual parte de una intención o finalidad vinculada estrechamente a una realidad externa al hombre, pero que le incluye y se constituye en manantial inagotable de los fenómenos y eventos que le afectan e interesan. Es por tanto, en la psique humana, donde reside esa fuerza vital necesaria que lleva al hombre a pensar y generar sus pensamientos desde los estímulos activadores externos. El ser humano es inquisitivo por lo cual el hombre primitivo, inmerso en ese medio natural en el que vivía, seguramente veía y experimentaba cada hecho o fenómeno a partir de lo cual es probable que estableciera relaciones. Al ser así, el origen de su pensamiento tuvo que estar en lo significativo de esas acciones y relaciones, que luego expresó con ingenio y creatividad, cargadas de sentimiento, a través de su deficiente lenguaje de forma fantasiosa y de cierto modo absurda e incompleta.

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