Educación.

Frente a las imágenes expuestas en el pizarrón selecciono la de la puerta que se encuentra entre abierta para relacionarla con la educación.

Considero que la educación es un ida y vuelta continuo. Primero porque se trata de enseñar pero a su vez de aprender día a día. El ser maestro es un trabajo arduo, pero enriquecedor, que obtiene frutos, alegrías y alguna que otra vez algunas tristezas.

El símbolo de la puerta entre abierta también lo puedo asociar con que muchas veces no sabemos lo que nos depara la elección de un camino. ¿Qué quiero decir con esto? El maestro constantemente debe elegir que contenidos dar, jerarquizarlos, buscar recursos, pensar en la mejor transposición didáctica, entre otras cosas. Todo esto muchas veces nos conlleva a pensar ¿Qué hubiese pasado si elegía otro camino? Este temor, que puede sonar un poco fuerte, creo que no está mal. Es una característica propia del ser humano, temer a lo desconocido.

Otra de las asociaciones que puedo hacer con esta imagen, es que somos los maestros muchas veces el único referente adulto en la vida de un niño, por lo que a través de la educación podemos abrir puertas y ofrecer un marco de posibilidades para la vida. Cabe aclarar que esto último en realidad funciona para con todos.

Hoy por hoy la educación desde mi perspectiva es curiosidad, curiosidad que muestra esa puerta por saber que hay más allá de ella. En la escuela los niños son el centro, ellos son quienes guían el acto de enseñanza, quienes optan por determinadas ideas, conceptos, problemas o noticias, son quienes ponen en marcha la capacidad de asombro y curiosidad que dan el punta pie al maestro para comenzar a trabajar.

La educación de hoy necesita maestros comprometidos con la profesión que quieran abrir puertas, que intenten ir más allá y focalicen su atención en el educando, en el despertar sobre todas las cosas la curiosidad.

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