El Asombro

¿POR QUÉ HOY NOS CUESTA ASOMBRARNOS?

En épocas anteriores cuentan mis padres que el mundo no iba tan aprisa como hoy en día ya que no había tanto avance tecnológico, las costumbres familiares se conservaban, los valores eran muy importantes, no teníamos el nivel de inseguridad que tenemos hoy en día y no había tanta maldad. En la actualidad vemos con tristeza como se ha ido perdiendo todo lo anterior y el ser humano ha caído a tal nivel de maldad que ya nada nos asombra.

En mi opinión pienso que esto es debido a la rutina o a los eventos repetitivos en la que nos encontramos día a día que llega a tal punto que perdemos el interés en lo que en algún momento nos llamó la atención e incluso apasionó, en mi caso sería la música o específicamente el piano, anteriormente cuando lograba sacar una nueva melodía o un nuevo ritmo me emocionaba pero a medida que fue pasando el tiempo me fui acostumbrando tanto que le fui perdiendo el interés es decir ya no me asombraba.

Por otro lado los medios de comunicación como la televisión nos han saturado con tanta violencia, imágenes, escándalos entre otros, las cuales nos han hecho perder la sensibilidad y ya nada nos asombra ni nos aterroriza porque nos hemos ido acostumbrando que eso que presentan es de nuestro diario vivir.

Aparte de la rutina y de todo lo que nos han ido metiendo a la cabeza con el pasar de los años, pienso que el hombre al ir madurando y al ir adquiriendo conocimiento, tiene la tendencia de creer que ya lo sabe todo y tristemente deja de preguntarse el porqué de las cosas es decir ya no siente curiosidad y en mi opinión para asombrarse hay que sentir sorpresa y para sentir sorpresa hay que tener curiosidad; así que para mí la curiosidad es lo esencial para el asombro pero que desafortunadamente hemos ido perdiendo.

En conclusión, debemos de fijarnos o asombrarnos hasta de lo más mínimo, tan simple como admirar el cielo, los paisajes, la naturaleza, entre otros; también explorar áreas las cuales no tengamos muchos conocimientos, tratar de salir de la rutina y ponerle interés a lo que consideramos aburrido porque si perdemos la capacidad del asombro estaremos muertos en vida, perderemos nuestra esencia. Mientras más nos asombremos, es porque logramos un mayor entendimiento de las cosas.

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