El Criton
Enviado por sebastongo • 3 de Julio de 2012 • 1.100 Palabras (5 Páginas) • 862 Visitas
Informe de lectura: “El Critón”
“El Critón”, es uno de los mas cortos diálogos de Platón. Podría decirse, que es la continuación logica de la “Apología de Socrates”, pues además de seguir un cierto orden cronológico en los sucesos, es también la reiteración y confirmación definitiva de la postura que había defendido Socrates en su defensa en el juicio, poco antes de morir.
En “El Critón” participan solo dos personajes: Socrates y Critón, el ultimo amigo de éste; el cual después del juicio que sentencio a muerte a Socrates, acude a la celda de su amigo para persuadirlo de que huyera. Le presenta varias posibilidades con algunos argumentos para convencerle. Este es el punto central de todo el dialogo, pues a partir de este planteamiento, Socrates se dispone a través de sus métodos convencionales, refutar a su amigo y hacerle ver el error y desavenencias de su propuesta. Critón trata pues de persuadir a Socrates, arguyendo la mala opinión que pudiera tener de él, la mayoría de personas, al creer que le ha importado más el dinero o el temor que sacar de la cárcel a su amigo. Es este el primer argumento por el cual comienza Socrates a controvertir a su amigo, a quien le reconoce su buena voluntad pero le reprocha su falta de rectitud. Le hace ver cómo la opinión de la mayoría proviene de la ignorancia y prejuicios sin reflexión alguna; más bien le aconseja ocuparse de la opinión de aquellos pocos que entienden y son rectos. Como en los demás diálogos no es seguro siquiera que esta conversación hubiese tenido lugar; pero si es valido suponer que después del juicio, ¬ y dada la indignación por la sentencia a muerte de Socrates, sus amigos le hubiesen sugerido la posibilidad de escaparse de prisión, como ocurre exactamente en dialogo que nos ocupa.
Este dialogo supone las ultimas palabras de Socrates antes de morir, y es la reafirmación de su posición frente al juicio; Socrates le reitera a Critón su plena disposición de continuar con su espíritu, respetuosos de las leyes, de la moral y la razón, en concordancia con la virtud y el recto proceder. El dialogo termina con una alegoría de Socrates, en donde mantienen un dialogo con las leyes de la ciudad, donde éstas le recriminan su hipotético deseo de huir de prisión. Socrates, en boca de las leyes, expresa lo absurdo y contradictorio que resultaría su huida:
Leyes a Socrates: “Tan plenamente nos elegiste y acordaste vivir como ciudadano según nuestras normas, que incluso tuviste hijos en esta ciudad, sin duda porque te encontrabas bien en ella. Aun mas te hubiera sido posible, durante el proceso mismo, proponer para ti el destierro, si lo
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