El Cuerpo También Ora

¿Sabías que puedes adorar a Jesús con tu cuerpo como también con tu corazón y espíritu? Jesús te dio tu cuerpo y a Él le gusta cuando también lo adoras con tu cuerpo. Lo mismo sucede con la oración, nuestro cuerpo también puede jugar un rol importante si así lo permitimos

Arrodillarse es una manera de mostrarle a Jesús que estás completamente inserto en Su presencia y aceptas que Él responderá tu oración como mejor sea para ti. Es una forma física de humillarte ante Jesús. Puedes arrodillarte cuando tienes una petición de oración importante que quieres presentarle a Dios. Siempre puedes arrodillarte cuando oras para mostrarle honor.

Estar de pie muestras que estás esperándole para que te diga qué hacer. Tomas tu posición ante Él en oración y esperan en Él. Puedes preguntarle acerca de un problema que estés enfrentando, y luego esperar a escuchar lo que Él te dice.

Levantar las manos le muestra a Jesús que te estás dirigiendo a Él en alabanza glorificándolo, o pidiendo algo con los brazos abiertos para recibirlo. Puedes cantarle una canción, diciéndole cuánto le amas.

Caminar le muestra a Jesús que estás listo para Su dirección o planes. Por ejemplo, puedes orar por el lugar (trabajo, escuela, oficina, etc.) por donde pasas caminando todos los días o donde pasas la mayor parte del día.

Inclinarte muestra a Jesús que lo honras y reconoces tu condición de humildad porque Él es tan maravilloso y poderoso, y te provee en tus necesidades. Puedes hacer esto cuando quieres agradecerle por quién es Él cuando ha respondido una de tus peticiones de oración.

Rendido en el suelo. Siempre que alguien fue vencido por la presencia del Señor en los tiempos de la Biblia, caían rendidos al suelo. Esto le muestra a Jesús que Él es muy asombroso y que tú has sido vencido por Su amor por ti. Puedes hacer esto después de haber tenido un tiempo de tranquilidad o de adoración. Cuando te rindes, no necesitas hacer nada, sino pensar en la grandeza de Jesús en tu vida.

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