El Gusto

EL GUSTO

¿Qué es el gusto? Kant nos dice: que es el encargado de diferenciar si algo es bello o no. No se trata de un juicio de conocimiento, ni lógico sino estético; pues mediante el mismo no se señala nada del objeto de la representación, sino cómo se siente afectado el sujeto por la representación.

El juicio del gusto es un sentido común, una facultad natural a la que Kant se refiere como sentido común y para mantener la diferencia entre los juicios de gusto y los juicios sobre lo agradable es necesario el sentido común lógico. A lo que Kant nos remite es a que el gusto erudito o educado no es equivalente al mal gusto (gusto no educado), que tampoco es cierto que cada persona tiene su propio gusto porque nació con él, y que así se quedará para siempre; el gusto debe tener una razón de ser, no basta con decir a mí me gusta porque sí y ya.

La realidad es que el término gusto, posee diversas significaciones, una cosa es el gusto, como sentimiento que nos atrae directamente hacia las cosas, y otra es el gusto que nos hace conocer y distinguir las cualidades de las cosas. Haciendo así una distinción entre el gusto mundano (una simple atracción) y el gusto erudito o educado, que se basa en reglas académicas, se relaciona a la alta cultura y las bellas artes. Se diferencia en el gusto dos niveles, de una parte la existencia de un principio pasivo o un sentimiento inicial, vinculado a la recepción de los sentidos y por otro un principio activo que se formalizará en una especie de juicio normativo, que da cuenta de las cualidades del objeto que no se ve afectado ni sometido al impacto afectivo.

En este segundo principio del gusto ocupamos la facultad crítica, que determinará si algo nos gusta o no. Esto aplica a cualquier aspecto de la vida. Lo primero es puramente biológico y lo segundo es cultural. Claro que también puede haber alguien que diga que él le gusta cualquier cosa porque lo necesita y nada más. Este tipo de personas se reconocen porque tienen mal gusto o no lo tienen.

Claudia Galicia Alcántara 5514

Entonces el buen gusto no es una facultad, uno no nace con el buen gusto, sino que éste se desarrolla, se cultiva. El gusto es la capacidad de percibir la belleza, pero no todos tenemos la misma capacidad, no todos tenemos lo que Schiller llama educación estética, o por lo menos, no todos hemos alcanzado el mismo nivel de desarrollo. El gusto es como la moral, la moral de una u otra persona es diferente dependiendo del grado de desarrollo de su cultura. El gusto es también como la razón, todos los hombres poseen razón, aunque sólo unos pocos sean capaces de demostraciones complejas, así todos poseen un grado inicial del gusto pero solo algunos logran desarrollarlo en mayor medida.

Shaftesbury (político, filósofo y escritor inglés) va mucho más allá y afirma que “la belleza es una idea absoluta y universal que necesita y debe ser aprendida

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