El Individuo Y La Sociedad
Enviado por angelinearlequin • 28 de Noviembre de 2014 • 1.600 Palabras (7 Páginas) • 276 Visitas
El individuo y la Sociedad
Platón en la República iba “creando con la imaginación” el origen de la sociedad como solución a los problemas del individuo.. Siendo necesarios, además de los padres, el agricultor (para labrar la tierra), el ganadero (que cuida los bueyes), el herrero (que fabrica las rejas), el carpintero (que hace el arado), el albañil, el panadero, el zapatero, el comerciante, el policía, el gobernante, el juez.
Cuanto más desarrollada y equilibrada esté la “polis ” en la que uno vive y se desarrolla, más posibilidades ofrece para una mayor y más rápida perfección como persona. El hombre es un ser social, está inmerso en la sociedad desde que nace hasta que muere. Pero resulta difícil dar una definición exacta de la sociedad.
“Sociedad es un término que describe a un grupo de individuos marcados por una cultura en común, un cierto folclore y criterios compartidos que condicionan sus costumbres y estilo de vida y que se relacionan entre sí en el marco de una comunidad.”
Mikhail Bakunin consideraba la sociedad como la base de la existencia humana, ya que precede en el tiempo a cualquier desarrollo humano. Por lo tanto, el hombre sería producto de la sociedad y está sujeto a sus normas, al igual que al resto de las leyes naturales.
Las sociedades de carácter humano están constituidas por poblaciones donde los habitantes y su entorno se interrelacionan en un contexto común que les otorga una identidad y sentido de pertenencia. El concepto también implica que el grupo comparte lazos ideológicos, económicos y políticos.
“Individuo” por su lado, es un término con origen en el latín individuus y que refiere a lo que no puede ser dividido. Se trata, por lo tanto, de una unidad independiente (frente a otras unidades) o de una unidad elemental (respecto a un sistema mayor).
“Nadie es una isla, completo en sí mismo; todo ser humano es un pedazo del continente, una parte del todo; si el mar se lleva un terrón, [el país] es menos, tanto como si se llevase un morro, tanto como si se llevase la casa de tu amigo o la tuya; la muerte de cualquiera me disminuye, porque la humanidad me concierne; no preguntes, entonces, por quién dobla la campana; dobla por ti”.
Toda sociedad es un sistema de intercambio en el que se satisfacen las necesidades materiales de sus miembros. Necesitamos de otros para sobrevivir. Damos y recibimos, y lo hacemos, en parte, con el fin de alimentarnos y cuidar de nuestra salud. Pero la sociedad también nos educa, y la educación no consiste solamente en transmisión de información ni en la satisfacción neutra de alguna necesidad.
Al desarrollar nuestras capacidades nos formamos culturalmente. La diversidad de las culturas es enorme, y por consiguiente también lo es la variedad de maneras de ser un individuo.
“El hombre es “social por naturaleza”. Ya para “aparecer” como embrión necesita de la sociedad. De al menos, dos personas: una mujer que aporta su óvulo y un varón con su espermatozoide fecundante (y a veces con equipos médicos que faciliten dicha fecundación).”
También considera Bakunin2 que la libertad sólo es posible en sociedad, y que cuanto mayor es el desarrollo del individuo más influencia recibe del medio. Todo individuo, a su vez, influye de alguna manera en la sociedad, la cual no es más que la suma total de todas las vidas, desarrollos, relaciones y acciones de sus miembros.
Ni el hombre nace como ser libre y autónomo, ni es un creador de la sociedad, sino que nace ya dentro de ella. Por eso es el producto de un medio social específico generado por una extensa serie de influencias, desarrollos y hechos históricos, lo cual determina su carácter y su naturaleza.
Las relaciones con los demás son absolutamente necesarias para que él pueda ser él. Su capacidad de dar y de recibir, de dialogar y compartir no podrían ejercerse, y son necesarias. La soledad es antinatural y, además, negativa, empobrecedora hasta el máximo. Nunca puede haber un “yo” sin un “tú”, sin un “otros”.
Desde el principio, todo lo que rodea al niño es, para él, algo natural, pero han sido necesarios miles de años para que estemos aquí y así, en la sociedad en la que vivimos (desde el biberón y la cuna, hasta el Centro de Salud y la Guardería, desde la higiene a la tecnología,…).
Toda esa circunstancia envolvente es lo que le hará ser lo que es. Esas conquistas humanas, necesarias, no sólo hay que mantenerlas, también mejorarlas, para su bien y el de todos.
No es que la sociedad le garantice la felicidad pero, lo cierto es que, sin sociedad no sólo no podría ser feliz, es que ni siquiera sería, existiría y menos como existe. Nadie, nunca, ha sido ni es autosuficiente. Apuntarse a la autosuficiencia es apostar y firmar la pobreza y por la degradación.
Es imposible la realización individual fuera de y sin la sociedad. Están mutuamente relacionados y necesitados. No habría sociedad sin individuos y no habría personas sin sociedad.
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