El Miedo A La Libertad

EL MIEDO A LA LIBERTAD

El miedo a la libertad es un asunto que muchas personas experimentan, quizás una causa de ello es la limitada concepción que se suele tener de este término, muestra de ello es el protagonista de la película: “Medianoche en París” de Woody Allen Gil, a quien le hubiera gustado vivir en el pasado, en París, en los años 20, bajo la lluvia. Quizás el imaginar que el pasado, es una forma de negación de un presente que le cuesta enfrentar, es una forma de asumir que la vida es insatisfactoria y por ende cualquier periodo de tiempo es aburrido si se le compara con los mundos de la imaginación.

Como Gil, muchas personas se niegan a sí mismos la posibilidad de hacer uso de su libertad para alcanzar su autorrealización, un guionista de cine que busca llegar a ser un novelista y su prometida Inés, quien no comparte estos planes, visitan París. Durante su estadía Gil consigue a la media noche trasladarse y vivir en los años 20. Experiencia en la cual conoce a personajes que admira como Picasso, Hemingway, Dalí, Fitzgerald, Gertrude Stein y Adriana quien se convierte en su musa. En consecuencia, mientras Gil vive en el pasado, su relación con Inés se va deteriorando.

Así, en un primer momento, Gil se muestra como una persona soñadora y pasiva, que busca complacer a los demás, tal vez para lograr la aceptación de las personas con quienes se desenvuelve. Circunstancia que desde el análisis de Fromm (2006), se denomina mecanismo de evasión, pues busca ser socialmente aceptado cumpliendo con el papel social que le toca desempeñar y negándose la posibilidad de su expansión y felicidad individual. En lugar de tratar de establecer su propio espacio de autonomía, Gil se refugia en la nostalgia.

Posteriormente Gil y Adriana dan otro salto al pasado, en el cual ella decide quedarse. Al regresar a su época Gil, en palabras de Fromm, guiado por su voluntad y las razones individuales, acepta que ese es su tiempo y que no puede huir de él. Sin embargo, también sabe que existe un amor más auténtico que el que tienen él e Inés. De esta forma el protagonista de una manera independiente y adulta decide dejar a Inés su prometida, y quedarse en la ciudad, la cual considera es fuente de inspiración para la etapa de escritor que ha decidido forjar, corroborándose según Fromm (2006), que “mientras más crece el hombre, mayor es su tendencia a buscar libertad e independencia” y se podría constituir en una evidencia de la plena expansión de su propio yo, asumiendo la libertad como una construcción cultural que además de haberla buscado también sabe que hará con ella. Esta noción de libertad manejada desde Fromm (2006), no es en sentido positivo de “libertad para”, sino en el sentido negativo de “libertad de”, es decir libertad de la determinación instintiva para actuar, en consecuencia Gil continuará admirando los autores del pasado, pero ya no añorará ingenuamente vivir en su época, ya que logra restablecer su conexión con

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