El Papel de la Escuela para Cambiar Positivamente la Sociedad.

¿Cuál es el papel de la escuela para cambiar positivamente a la sociedad?

La escuela es el lugar donde se forman y desarrollan las mentes jóvenes de cualquier sociedad. Es dentro de la escuela donde crece, aprende y se define cada individuo como persona pensante y activa.

Considero que el papel de la escuela para cambiar a la sociedad de manera positiva es fundamental y requiere de una inmensa conciencia y responsabilidad. Como docentes, llegan a nuestras manos mentes frescas, practicamente nuevas, con un criterio aún incipiente. Son estas mentes las que después de todos esos años de formación académica formarán parte idealmente activa de la sociedad en la que vivimos. Así pues, es en la escuela donde estas nuevas mentes comenzarán a discernir opiniones y puntos de vista, formarán un carácter y un criterio personal y decidirán, desde su formación básica, que papel es el que desempeñarán dentro de sus comunidades; decidirán cómo contribuirán a la nación de la que son parte.

Por estas razones, es imprescindible ser responsables en lo que transmitimos como formadores y educadores. Las imposiciones han quedado en un plano obsoleto desde hace tiempo ya y debemos, en mi punto de vista, motivar a los alumnos a buscar más allá, a indagar, cuestionar, informarse, conocer y cultivarse constantemente, para evitar ser víctimas de los sistemas opresores y retrógradas que buscan el perjuicio de las sociedades y el control absoluto del poder.

Si bien es cierto que esta labor resulta utópica y titánica, trabajando con ese objetivo en mente y aún siendo minorías, se pueden lograr grandes cambios.

Una escuela, que se precie de serlo, ha de buscar siempre el bienestar futuro de las comunidades en su entorno. Formar a los niños y jóvenes a quienes tiene a cargo debe ser prioridad. Proporcionarles no sólo herramientas técnicas, sino habilidades cognoscitivas debería ser uno de los objetivos principales de cada plantel educativo.

En México las escuelas enfrentan retos inmensos para el logro de una educación productiva y de calidad. El Estado y anteriormente la Iglesia, han buscado controlar la educación con el fin de mantener a raya a la sociedad, evitando así formar seres pensantes con ideas revolucionarias que vayan en contra de sus sistemas autoritarios. Sin embargo, a lo largo de nuestra historia y hasta nuestros días, han surgido movimientos en pro de la autonomía y laicidad de la educación que han resultado en importantes avances.

Así pues, la lucha en pos de una sociedad más justa, equitativa y funcional debe continuar dentro de las escuelas proporcionando una educación de calidad, propositiva, formadora de criterios y visionaria, buscando siempre que el alumno que en un futuro será miembro activo de la sociedad aporte todo lo que le sea posible para crear un cambio positivo que le favorezca tanto a él como a los demás. Esto no se

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