El amor

El amor (Enrique Isaí Barco Alejandro)

Introducción:

El amor, probablemente la situación o cosa más relativa en el mundo, todos o casi todos hemos pasado por esa etapa en la que sentimos nervios y cosquilleos hasta en los dedos con la sublime pero a la vez hermosa presencia de esa persona, esa que no entendemos ni lo que pasa por nuestra mente al estar en una conversación con ella, aquella persona por la cual puedes verle a la cara por horas y horas, poniendo atención a cada palabra, cada cosa por más insignificante que sea y que la vayas queriendo más y más; también está el amor entre la familia, si, ese afecto al que le puedes tener a tus padres y hermanos, ese amor incondicional al verlos, al tenerles la confianza que no a cualquiera le tendrías, aquellos seres que sin ellos no estaría escribiendo esto en este momento, aquellos que darían más que la vida por ti, que buscan que tengas lo mejor y que jamás te abandonarían.

En este ensayo no hablaremos del amor en familia si no, mejor dicho, el amor por el que sentimos a una persona ajena, ese afecto que se va desarrollando con el paso de que ves cómo eres feliz a su lado, una felicidad que es incontenible, que vive en tus pensamientos siempre y que por más que quieras pareciera ser más difícil sacarlo de tu mente, no quiero sonar cursi pero solo digo lo que pienso que es y que muchos han pasado los que en verdad se han enamorado de esa persona que probablemente la creemos irremplazable, y digo creemos porque a veces o en algunos casos se es correspondido y en otros no, supongo que ya viene la parte difícil o casi inexplicable de este ensayo, la parte por la que muchos han pasado.

Desarrollo:

Cuando va en proceso esa rara secuencia de sentimientos y emociones por alguien hasta puede llegar a ser indescriptible, primero recuerdas ese ´´hola´´, esa vez que conociste a esa persona que no imaginabas que llegara a ser tu todo.

Hay quienes tienen esa gran dicha de ser correspondidos, son más que felices, denotan en su rostro unan gran dicha de ser la persona electa, de ser parte del día a día, estar disfrutando cada segundo a su lado sin imaginar cómo sería sin esa persona o que este con otra.

Con el paso de esto a veces no pensamos que es lo que creíamos que era o tal vez cambio o tal vez se aburrió o simplemente era tan monótono el asunto que deciden dejarse, otras veces es por qué quieren aventurarse con otras personas, es cuando estamos o creemos estar en lo más profundo, tristes, pensando que esa magnífica persona es imborrable de nuestra mente que como ella no habrá nada mejor y no, no tiene por qué ser así, nuestro mismo corazón nos engaña creyendo que no encontraremos o no tendremos la dicha de complementarnos con alguien más, probablemente esa chica que la tuviste siempre en el concepto de amiga cuando pudo haber sido más que eso y darte más de lo que merecías, es tan raro todo eso, nos enamoramos de quien menos nos valora, dicen que lo que buscamos es casi igual al amor que nos tenemos, no lo sé, tal vez sea cierto o no, el amor es algo tan indescriptible, creemos saber todo sobre el pero no es así.

Existen personas, tan ridículas, tan crueles, y más, que solo juegan con este sentimiento, existen personas que no son fieles, otras que solo fingen algo para llegar un propósito y después irse, así, como si nada más hubiera pasado, lamentablemente este tipo de personas existen muchas, que no saben valorar, que gustan de jugar con las personas, que saben fingir tan bien que parece tan real lo que dicen y no tan descarado que caemos rendidos, pero cuando nos da el tiempo de la verdad, es ahí cuando es inevitable llorar, llorar por quedar como un tonto o tonta al caer en las manos de alguien que jamás sintió nada, es lamentable enamorarse de alguien que solo le gustas o quizás ni gustar, solo alguien que te veía como un juego.

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