El cometido de la historia es descubrir los principios constantes y universales de la naturaleza humana ¿En qué medida cumplen la historia y otra de las áreas de conocimiento este cometido?

Bachillerato Internacional

Ensayo
Teoría del Conocimiento

“El cometido de la historia es descubrir los principios constantes y universales de la naturaleza humana ¿En qué medida cumplen la historia y otra de las áreas de conocimiento este cometido?”

Candidata: Valeria Juárez León

Código: D 1051 018

Número de palabras: 1,593

Convocatoria: Noviembre 2014

Lima – Perú

A lo largo del tiempo, la vida en el universo ha desarrollado principios o leyes que puedan que las personas conozcan o no, pero que al margen de ello seguirán funcionando hasta nuestros días y por mucho tiempo más en el futuro. Estos principios de la naturaleza humana, constantes y universales, han sido gradualmente descubiertos, cuestionados y replanteados por distintas personas en distintas épocas. “El cometido de la historia es descubrir los principios constantes y universales de la naturaleza humana”.

El propósito de este ensayo es determinar ¿A qué se le puede denominar principios constantes de la naturaleza humana, y que dice la razón sobre si dicho descubrimiento es o no el propósito de la Historia? Y ¿En qué medida se justifica que el cometido de la Ciencia sea descubrir los principios universales de la naturaleza humana? Se trabajarán estas cuestiones con la razón y la emoción como formas de conocimiento en las áreas de Historia y Ciencias Naturales.

Se puede denominar naturaleza humana al pensamiento general en sí y a sus principios o pensamientos como lo no consiente de las acciones del ser humano^[1], tal como dice Hegel.  En cambio, se puede denominar como principios constantes y universales a los fenómenos naturales que se repiten constantemente dadas ciertas condiciones o circunstancias^[2]. Existen muchos principios universales y constantes dentro de la naturaleza del hombre, algunos de ellos son el principio de causa y efecto, para cada acción se presupone una reacción o consecuencia, el principio del ritmo que establece que todo tiene un ritmo, es decir, una secuencia, un orden y se encuentra también el principio de generación el que postula que todo en el universo es creado.^[3]

 Remontándonos a siglos pasados, desde que el hombre habita en la tierra se ha cuestionado cada una de las cosas que hace y que observa a su alrededor, tiene una gran avidez por el conocimiento y cuestionamiento de las cosas y actos que se cometen, por lo que esto es un principio constante propio de la naturaleza humana que lo ha llevado a establecer otros principios como el de la causalidad. Cada cosa que se puede afirmar acerca del mundo o lo que hay dentro de él, cada cita, cada afirmación, cada creación, cada forma, es cuestionada por el hombre, y ¿Por qué? Por el mismo hecho de que en su naturaleza está el cuestionar, el encontrar la causa o encontrar el porqué de este pensamiento, ya es costumbre del ser humano aun cuando no se da cuenta de ello ¿Quién hace la historia? ¿Quién le da sentido o valor a lo que acontece? El humano, por ende es lógico pensar que el ser humano vuelca sus necesidades y proyecciones a la Historia.

Por un lado la Historia tiene por propósito estudiar hechos preminentes y destacables por lo que genera nuevos conocimientos para el hombre en varios aspectos como en la geografía, política, cultura, la economía, sociedades, religión, y más. Si la Historia da cuenta de ello, es natural pensar que al enfocarse a estudiar estas áreas de una o de otra manera se topará con aquellos principios universales de nuestra naturaleza. Las leyes o principios ligados a los conocimientos que la Historia desarrolla dan cuenta constantemente de nuestra razón. Es la razón la que ordena, califica, discrimina y hace perdurable la acción humana. Todo el conocimiento histórico es racional. Por ello, la razón es la que determina si un hecho es o no histórico, si un resto arqueológico tiene valor histórico o no; sin embargo, ¿ello presupone que el propósito de la Historia sea descubrir los principios constantes y universales de nuestra naturaleza humana? Por ejemplo, la guerra del Pacífico (Perú – Chile) Cuando los historiadores abordaron los detalles de batallas como la de Arica o del Alto de la Alianza dieron cuenta de las bajas humanas y materiales, del contexto, de los antecedentes y de las consecuencias de tales hechos, es natural pensar ¿dónde están los principios universales en tales relatos histórico? Si la lectura del hecho histórico es superficial solo estaremos accediendo a conocimiento básico, como datos, etc. Pero los principios constantes no son explícitos, el conocimiento sobre el que se sustentan o del que dan cuenta solo puede ser decodificado a profundidad con la razón en el mejor de sus estados posibles; es decir, una razón que tiene conocimiento sobre los principios constantes y universales de la existencia humana. Por ende, no todos los historiadores persiguen tal propósito, pues muchos de ellos no son conscientes de esto. Sin embargo, la limitación de los historiadores no es la limitación de la Historia misma. Aquel ser humano dotado de una razón en buen estado será capaz de identificar estos principios constantes en el hecho histórico. Por ello, podemos afirmar que si bien la Historia tiene por propósito explicito dar cuenta de las acciones humanas trascendentes, también persigue de manera implícita descubrir los principios universales que gobiernan dichas acciones.

Por otro lado, las Ciencias Naturales nos ofrecen como propósito producir desarrollos en el campo de la vida, en la interacción con el medio- ambiente y el origen biológico, incentiva también las investigaciones dirigidas a comprender y explicar los fenómenos de la naturaleza y la sociedad, así como también innovar en los distintos campos de las problemáticas humanas como el de la medicina o la ingeniería genética que ha logrado espectaculares progresos. Ahora bien, ¿podemos afirmar que la Ciencia tiene como propósito encontrar los principios universales de la naturaleza humana?

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