El legado del siglo 21
Enviado por Pololo Hergueta • 15 de Junio de 2020 • Ensayo • 1.354 Palabras (6 Páginas) • 126 Visitas
U.E.P Colegio
“Santa Rosa de Lima”
Cátedra:
Geografía. Historia y Ciudadanía.
Profesor: José Millán.
4to año sección C
Alumna: Verónica Mosello.
El legado del siglo XXI.
Las reuniones familiares siempre son una fuente inagotable de información veraz, porque en ellas siempre mi familia debate sobre hechos que jamás creí que pudiesen ser ciertos; pero cuando investigó sobre las terribles tertulias (terribles; porque nunca mi hermana y yo, logramos recoger con éxito la vajilla de invitados), que se extienden en el comedor de mi casa puedo entender que mi tío Luis no está equivocado.
Los días de la madre, el cumpleaños de mi mamá y hasta el nacimiento de mi recién nacido primo siempre terminan con una discusión sobre política, que aunque no me interese, está siempre presente en mi vida. Pensando seriamente en el asunto y sobre las palabras de mi tío Luis (que habla, claro y fuerte) he podido hacer varias conexiones entre sus historias y sobre estos episodios de la historia contemporánea de Venezuela.
Mi tío relata con mucha precisión, una noche, donde el teléfono de la casa familiar de mi abuela, sonaba insistentemente. Él se encontraba muy asustado, pues el día martes debía presentar un examen de matemática. Tenía 12 años y asegura que no había dormido nada, solamente imaginando la dificultad del examen. Se imaginó escenarios posibles: tendría fiebre y así no podría ir a la escuela, quizás la profe olvidaría la evaluación o quizás la llave del salón, se perdería mágicamente y no habría manera de entrar para hacer la evaluación.
Nada de eso pasó hasta que muy de madrugada, mi abuela se levantaría a atender esa llamada para luego avisarle: “- ¡Luis; hoy no vas a la escuela! ¿Y por qué mamá? –Hubo un golpe de estado”- acto seguido, saltó de la cama y salió a ver que decían las noticias por el único que canal que agarraba, el único televisor que tenía mi abuela: el canal era Radio Caracas Televisión, y la imagen que mi tío describe en cada tertulia familiar, es la de la tanqueta, rompiendo el cerco de seguridad del palacio de Miraflores.
Hay aspectos que desconozco, pues nací hace 16 años, pero veo como mis familiares inmediatos, hablan de una Venezuela que ni yo ni mi hermana conocimos. Es como un familiar que falleció, pero que todos amaban, respetaban y estando enfermo nadie hizo algo por auxiliarlo.
Las historias que relata mi tío, tuvieron sentido cuando hice muchas lecturas para la evaluación anterior. Tengo una idea más clara del proceso político que hemos vivido durante estos años. La política es un arte que a los Venezolanos no se nos da muy bien, pues desde antes de Gómez ya dábamos indicios que debíamos educarnos y prepararnos para tiempos mejores. No supimos “Sembrar el Petróleo” y redistribuirlo en capacitar a sus ciudadanos, darle salud, seguridad y traducir todos estos hechos en una sola palabra: Bienestar.
Hubo un documento que leí, escrito por Juan José Caldera, hijo del expresidente Caldera, donde asegura que su padre, le concedió el perdón al comandante insurgente; pero no hizo nada para que este, ganara las elecciones de 1998. Estoy de acuerdo que la crisis política en la que se ve hundida Venezuela, es la suma de malos gobiernos, de gobernantes que no imaginaron el fenómeno en el que se convirtió Hugo Chávez. Para las primeras elecciones que gana (año 1998) las gana porque hubo una abstención de 42.8 %, cifra declarada en el informe de la Organización de Estados Americanos, quienes sirvieron como observadores internacionales, a esto se le suma que los partidos políticos antes de finalizar la campaña electoral le retiran el apoyo a sus abanderados para apadrinar al contrincante que junto con Chávez lideraba las encuestas: Henrique Salas Römer.
Eso evidenciaba la muerte del “Pacto de Punto Fijo” y embelesaba a las masas con que si se daría ese anhelado cambio político. El bipartidismo no significo un cambio en la forma de gobernar, solo demarcaba la alternancia con la que las principales fuerzas políticas ostentaban el poder. Y era algo visible. Cuando COPEI o ACCIÓN DEMOCRÁTICA ganaba una gobernación o alcaldía, los empleados y trabajadores de esa administración, quedaban destituidos de sus empleos. Estos puestos de trabajo eran ocupados por oras personas afines al gobierno de turno. Y sucesivamente ocurría lo mismo en cada elección.
Al ganar Chávez, este jura sobre la constitución de 1961, fundar una nueva república con ideales “Bolivarianos” y comienza solicitando al extinto Congreso de la República el permiso para la realización de un referéndum consultivo y dependiendo de ello, modificar la constitución a través de una asamblea nacional constituyente, donde estarían representados todos los sectores sociales y productivos del país. Este primer referéndum tuvo un 62% de abstención y aquí se le otorga el control total de todos los poderes constitucionales a la Asamblea Nacional Constituyente. Esto sí podría señalarse como el deterioro de la Democracia, de las instituciones y de todo el sistema democrático. El proceso de redacción y discusión de la nueva carta magna fue señalado como “apresurado” pues al comandante, le urgía tener a su favor todos los poderes, necesitaba vigilar los ingresos y establecer relaciones más allá de la hermandad, con el proyecto comunista de Fidel Castro, quien siempre estuvo interesado en la Venezuela pujante.
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