El sin sentido de la dignidad en una era de "Libertad"

El sin sentido de la dignidad en una era de  "Libertad"

Dignificar significa reconocer el valor que ya es inherente a una persona, como ser racional con poder creativo, el humano es capaz de gobernar la propia vida, hacerse responsabilidad de sus acciones por su capacidad de toma de decisiones, en pocas palabras y guiándonos por Kant, la dignidad humana es el reconocimiento del hombre como un fin en sí mismo y no un medio para otros individuos, es el ejercicio de su libertad pero, teniendo en cuenta que como persona, su ser implica la relación e interacción con otros individuos en una sociedad y si bien el hecho de salvaguardar la dignidad es importante en la búsqueda de la felicidad, al ser alguien que dispone de conocimientos, especialmente en el campo de los valores y que actúa y decide en función de convicciones íntimas, no debe afectar las prerrogativas y libertades de otras personas, por tanto, es un sujeto de derechos y obligaciones. Así, la dignidad humana se refiere al valor único, inherente, insustituible e intransferible de toda persona humana, con independencia de su situación económica, social, de la edad, del sexo, de la religión, etcétera, abarca también el respeto absoluto que la persona se merece. Conociendo esto tendríamos que la dignidad humana es la base de los derechos humanos, y al ser así esta se encontraría consagrada en las constituciones de la mayoría de los países, que prohíben cualquier acción que atente contra este preciado valor.

A pesar de que describimos la dignidad como un derecho innegociable, habitamos en una sociedad en donde el ser utilizados como títeres, menospreciados, discriminados, etc. No es algo realmente extraño a nuestros ojos, existen muchas formas de atentar contra la dignidad humana, cuando se someten personas a torturas, cuando las esclavizan, cuando comercian sus órganos, cuando se viola la privacidad de las personas, cuando se discrimina a la persona y cuando impedimos la libertad de las personas, y si nos adentramos en la historia podemos encontrarnos con una variedad de sucesos que nos dan muestra de ello y nos evidencia por igual, que en ocasiones la dignidad, también se pierde al cometer actos indignos por viles y crueles. Al carecer de dignidad todo ser humano puede sentirse fácilmente humillado al no valorarse sus cualidades intrínsecas.

“Al parecer la dignidad de la vida humana no estaba prevista en el plan de globalización” (Ernesto Sabato, antes del fin, 1999) es una de las ideas con la cual no podemos estar más de acuerdo, pues convivimos actualmente en una sociedad, un estado, en el cual la que debería ser su mayor prioridad se encuentra al final de la lista, refiriéndonos al ser humano. Y es algo cierto y visto desde hace tiempo, por ejemplo, los esclavos eran considerados como simples objetos o utensilios de trabajo que estaban completamente sometidos a la voluntad de su amo y a su entero servicio, siendo de esta manera degradados; y aunque podamos considerar que es algo remoto –cuando puede estar sucediendo, y solo somos ciegos ante ello-, ciertamente no es necesario que nos remontemos a la antigüedad para encontrar situaciones donde el ser humano ve degradada su condición de persona.

Las guerras que destrozan tantas vidas, acarrean tanto sufrimiento, y además suponen muchos daños colaterales como el hambre, las epidemias que no se atajan por falta de recursos sanitarios, los campos de refugiados donde las personas sobreviven en condiciones muy poco dignas, por no decir inhumanas y, aun así, tampoco hace falta ir muy lejos para ver personas sufrir por vivir situaciones poco dignas.

La inexistencia de medios económicos combinada con enfermedades, adicciones o un envejecimiento que produce incapacidad o falta de autonomía ocurre con demasiada frecuencia y propicia que una parte de la población lo pase muy mal, es algo ante lo que ni siquiera podemos fingir que no contemplamos, porque incluso en estos momentos la gran mayoría estamos pasando por estas situaciones devastadoras, vivimos una pandemia que nos ha hecho ver aún más la realidad de nuestro gobierno, como los servicios sociales que en teoría están encargados de auxiliar a la población que demanda ayuda por carecer de medios propios para cubrir necesidades básicas, que pueden ser desde servicios socio-sanitarios hasta recursos para obtener una vivienda social, a resultado un poco ineficiente por falta de recursos.

Esto nos hace percibir que actualmente la humanidad ha sufrido un sin fin de cambios que la han llevado a un progreso nunca antes visto y, es bien sabido que estos cambios han conllevado a la creación de sociedades más preparadas para las situaciones con tecnología cada vez más apta y capaz de satisfacer las necesidades, aun cuando también se sabe que la educación cada vez es más integra y precisa además de que cada vez se ven más niños, jóvenes y adultos estudiando ya que su acceso se ha visto facilitado. Pese a esto, la sociedad en general no ha cambiado mucho y se ha estancado desde hace varias décadas o por lo menos en la parte ética y moral de las personas. Y aunque se han visto grandes avances en diversas comunidades en especial las más jóvenes que buscan crear un mundo con igualdad la realidad es que aún estamos bastante lejos de la meta.

El ser humano ha sido capaz de notar y cambiar cosas nunca antes pensadas en épocas pasadas un gran ejemplo de esto en la dignidad era en la gente afrodescendiente los cuales eran tratados como seres sin derechos y/o dignidad al ser vendidos como propiedad como si la vida humana tuviera valor comercial, y gracias al esfuerzo de estas comunidades han logrado ser tomados en cuenta y demostrar que todos los seres humanos tenemos los mismos derechos y por lo tanto el mismo valor y dignidad. Pero aun así estos últimos años en especial este que está transcurriendo el mundo entero ha entrado en varias crisis e incluso ataques que muchos creían que no se volverían a ver, el mundo ha vuelto al egoísmo y se vuelven a ver ataques de racismo, discriminación y xenofobia y lo que genera mayor impacto es el hecho de que se está volviendo una costumbre ver ese tipo de situaciones. Grandes ejemplos serian en movimiento BLACK LIVES MATTER que inicio en 2013 y tomo fuerza en el año 2020 después de asesinato de George Floyd, también ha notado un aumento de discursos de odio a varias comunidades. Por supuesto Colombia no es la excepción, donde “el racismo y las reivindicaciones siguen sin ser televisadas, pues las desigualdades y la inequidad racial parecen ser parte de un status quo incuestionable” (Claudia Ospina 2020).

...