Ensayo Libertad del Contrato Social

La Libertad Natural Objetiva

La libertad como un valor absoluto que pensamos que obtenemos desde infantes es cuestionada por muchísimos filósofos, antropólogos o sociólogos, natos en la materia que han podido descubrir fallos sistemáticos tanto en el origen de la aplicación y su debida aplicación dependiendo de factores constantes y variables, como las tradiciones, el pensamiento social permanente, la cooperación o individualismo integrado en la sociedad como factores que dan por contado, hasta qué pueda que llegue el momento e incurra la obstaculización de la aplicación de la libertad y por ende nos pongamos a pensar que es, como se aplica y sinceramente vivimos en libertad.

No es de mi potestad el acortar tanta sabiduría filosófica que anida de forma natural en ésta excelente obra del impecable Jean-Jacques Rousseau , que transciende hasta nuestros días como luz que alumbra en este mundo de globalización asfixiante, como un objeto – lugar donde se pueda filosofar de la vida, en sus bienes jurídicos esenciales de todo estado y este es sin duda trata muy bien de los bienes jurídicos de la humanidad. La libertad, asunto esencial, por medio del cual Rousseau inicia sus paradojas para dar respuesta a la identificación de la voluntad individual, aquel llamado  libre albedrío con la voluntad general. La libertad individual que emana de la voluntad general es el de ser libre. Para el autor la libertad no es sinónimo de ausencia de restricciones, es mejor el ejercicio de imponerse las propias reglas. Tampoco es escoger entre ser libre o estar sometido a la ley, entonces la ley existe para permitir la libertad. Como señala el mismo "las leyes no son otra cosa, que las condiciones de la asociación civil. El pueblo sometido a las leyes debe ser el autor de las mismas"

(El Contrato Social Jean-Jacques Rousseau).

Por ende, cohibir los estados sociales a leyes que interrumpan el oficio libre de vivir, el oficio libre de opinar es la acción tirana que obliga a que el pueblo mismo encuentre su espacio de libertad de conciencia para oprimir al opresor y que este de una buena vez entienda, los límites de la justicia y los límites de su opulencia al tratar de que todo se encuentre en orden. Así como afirma que el hombre es libre por naturaleza y que esta libertad no otorga ventajas o desventajas para que alguien ejerza autoridad sobre otro, que el derecho del más fuerte es un absurdo aunque se haya hecho de él un principio. Ceder a la fuerza es un acto de necesidad o de prudencia, pero no de voluntad, luego no es consecuencia de un derecho.   

Entonces es necesario encontrar una asociación que sea capaz de defender y proteger a toda la fuerza común, a la persona y a cada uno de los asociados, de tal manera que unidos sean a su vez libres de obedecerse a sí mismos, es un problema cuya respuesta se encuentra en el contrato social. Trata de poner en pocas palabras lo que el ginebrino dice en muchas páginas. El hombre moderno se presenta como el resultado del gradual abandono de una libertad natural en la que sus propias fuerzas son el único límite a sus acciones. En su estado natural, dice Rousseau, el hombre vivirá en la mayor independencia posible: nadie podría imponer su voluntad sobre otros, pues no tendría ni el deseo ni los medios para hacerlo. Cada quien, dueño de sus fuerzas, estaría en condiciones de satisfacer sus propias necesidades; más allá de la pura supervivencias no habría otra motivación para el actuar humano. En consecuencia, el hombre natural sería un ser solitario, radicalmente diferente al hombre social que hoy se conoce.

La libertad no llega sola, es impuesta por la tradición cultural que esté en el momento y que inculque en el nacimiento y crianza del infante donde se origina todo el contexto conocido como persona, entonces Rousseau planteaba que al nacer el niño sólo posee la capacidad de aprender a través de la experiencia y que la educación es el instrumento mediante el cual podrá desarrollar todas las facultades que posee, siendo su finalidad la creación de una nueva persona racional y moral. Para ello, el conocimiento objetivo de la libertad era de cabal importancia y aprenderla es motivo suficiente para que el ser humano nuevo se organice a un fin de consolidar la aplicación libertaria a sus semejantes.

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