Ensayo sobre el principio del pensar

El principio en el pensamiento.

Nombre: Rodrigo Ignacio Carvajal Capecchi.

RESUMEN.

Este ensayo tratará sobre la investigación del primer principio, más específicamente el principio del pensamiento. ¿Qué es el pensamiento? ¿Dónde y cómo empieza? A lo largo de la historia de la humanidad, diversos se han cuestionado así su propia acción, acción del pensar que al criticarse y pensarse a ella en sí, es filosofía. Aparte de esta consideración inherente como el motor de otras diversas acciones (ej. Filosofar), se le considera principio del objeto a investigar y también como principio del avanzar histórico; esto porque las consideraciones que se le han dado a la acción de pensar en el pasar histórico dan la posibilidad de avanzar en la investigación de la verdad. El diálogo con la costumbre y los sentidos que ésta aporta al concepto de pensamiento nos permiten comprender la dificultad de dicha investigación, y así aportar en la búsqueda. El propósito es adentrarse en lo previamente pensado para repensarlo y beneficiarlo desde la presente época. En este trabajo acudiré a los aportes que hicieron Descartes y Kant en el desarrollo de esta investigación.

Palabras clave: pensamiento; historia; principio; filosofía.

ABSTRACT.

This essay will deal with the investigation of the first principle, more specifically the principle of thought. What is thought? Where and how does it start? Throughout the history of humanity, various people have thus questioned their own action, the action of thinking that, when criticizing and thinking of it itself, is philosophy. Apart from this inherent consideration as the motor of various other actions (ex. Philosophizing), it is considered the principle of the object to be investigated and also as the principle of historical advance; This is because the considerations that have been given to the action of thinking about the historical past give the possibility of advancing in the investigation of the truth. Dialogue with custom and the meanings that it brings to the concept of thought will allow us to understand the difficulty of such research, and thus contribute to the search. The purpose is to enter into what was previously thought to rethink it and benefit it from the present time. In this work I will go to the contributions that Descartes and Kant made in the development of this research.

Key Words: thought; history; beginning; philosophy.

El principio en el pensamiento.

La filosofía es la acción del pensar, esta afición es un tipo de pensamiento. Distinguimos la peculiaridad de la filosofía de cualquier otra teoría. En este pensamiento coinciden, además, todo pensamiento ya que fundamenta los demás saberes, así como la opinión. Finalmente, esta teoría es praxis; porque no sólo es una forma de vivir, sino que radicalmente el pensamiento es vida.

El pensamiento es un concepto concreto, no obstante la especificidad del mismo es tan ambigua como la especificidad de la filosofía. En este nivel son indistinguibles los límites del concepto que incluso su sentido se le suele perder. Desde la modernidad podemos observar distintos ejemplos de la especificidad y ambigüedad del pensamiento.  

Descartes en la segunda de sus Meditaciones metafísicas, dice que por un lado la cosa pensante es entendida también como mente, entendimiento, alma o razón y, por otra parte, señala que es consubstancial el entender, dudar, negar, afirmar, querer, no querer, imaginar y sentir. Descartes toma esta variedad de conceptos como la primera evidencia específica y distinta,  su criterio de certeza. La determinación primaria del pensar en Descartes no es del todo evidente; sin embargo, conjuga todas aquellas nociones mediante los conceptos intuir y percibir, dándoles el sentido de principio. La pregunta es, entonces, cómo comprender el principio.

En las Reglas para la dirección del espíritu, más específicamente la regla VI, señala que el principio es lo absoluto. Esto quiere decir, por lo tanto, que es lo simple. Ambos atributos los descubre intuyendo, al autoexaminarse en su propio ser. Frente a este modo de ser de la intuición está la deducción, de tal manera que “... aquellas proposiciones que se siguen inmediatamente de los primeros principios, bajo diversa consideración, son conocidas tanto por intuición como por deducción, pero los primeros principios mismos sólo por intuición, mientras que las conclusiones remotas no lo son sino por deducción”^[1]. Deducir entonces es componer a partir de algo previo, en cambio, Intuir es la comprensión simple e inmediata que capta a su vez lo más simple, es decir, su propio ser como absoluto.

Esto se asemeja a la noción del percibir (Percipere) en las Meditaciones. Descartes expresa: “... los cuerpos no son percibidos propiamente por los sentidos o por la facultad de imaginar, sino sólo por el entendimiento, [...] no se perciben al tocarlos o al verlos, sino sólo porque se entienden, conozco claramente que no puedo percibir nada más fácil y evidentemente que mi propia mente”^[2]. La percepción no se agota en lo material. El cogitare es el puro percibirse a sí mismo como percepción. Así, se evidencia el objetivo de Descartes, incluso sin la duda metódica. Solo es necesario entender que ninguna percepción corporal adquiere sentido por sí sola. Hasta aquí se puede conjugar el pensamiento de Descartes con el sentido que los griegos tenían del pensamiento. Porque aquello capaz de percibir, en primera instancia, no son ni los ojos ni los oídos por sí mismos, sino el alma. Cualquier tipo de percepción incide en la cosa pensante; sin ésta la percepción sensible no es posible.

Lo específico del cogitare es su simpleza y su carácter absoluto. Sin embargo, puesto que el pensar no se disocia del mundo, tampoco se disocia de lo otro, es decir, de aquello que no es pensamiento. Lo simple y absoluto adquiere sentido por su relación con el todo, con lo compuesto y lo particular. Debido a esta relación resulta complejo expresar el carácter particular del principio. De ahí el pack de conceptos con los que Descartes expresa la esencia de la res cogitans. La ambigüedad del principio es inherente a su sustancialidad y su carácter fundante. Esta ambigüedad no se debe a una falta de discernimiento o a una visibilidad fallida sobre el principio, sino a las dificultades de la palabra para expresarlo en su pureza. Ciertamente, el pensar entraña cierta independencia, pero ésta no significa ausencia de relación con otro. El "en sí" y "por sí" que la filosofía atribuye constantemente al principio, jamás se refiere a una emancipación radical y pura. Por ello todo filósofo/a ha notado que un principio que no guarda relación con el todo es tan estéril como una mera opinión. Un principio desprendido de los entes es incoherente en filosofía.

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