Epicureísmo
Enviado por rpascual • 2 de Febrero de 2015 • 2.669 Palabras (11 Páginas) • 232 Visitas
EPICUREÍSMO:
Sistema filosófico basado en las doctrinas de Epicuro de Samos. Desde el jardín de Atenas fundado por el propio Epicuro, el epicureísmo alcanzó pronto gran difusión por todo el mundo helenístico y romano, perviviendo hasta el s. V d. C. Como todas las filosofías contemporáneas contra las que polemizó a menudo, el epicureísmo se centró en la ética, buscando en ella soluciones prácticas más que especulaciones teóricas: de ahí la importancia de los conceptos de amistad y felicidad (búsqueda del placer y rechazo de todo dolor). En el s. I la escuela se trasladó a Nápoles con Filodemo de Gadara y desde allí influyó en la vida cultural romana. Otros destacados epicúreos fueron: Metrodoro de Lámpsaco, Colotes, Ctesipo, Hemarco, Polístrato, Diógenes de Oinoanda y especialmente Lucrecio Caro el cual fue el más brillante expositor de la doctrina epicúrea en su: “De rerum natura”. Cuando con el Renacimiento revivieron las escuelas de la antigüedad, el epicureísmo conoció una nueva época de esplendor. En los SS. XVII y XVIII surgió una tendencia neoepicúrea que tuvo en Gassendi a su máximo representante.
Vida de EPICURO:
Epicuro (h.341-270 a. C.). Filósofo griego. Nacido en Samos, fundó una escuela griega llamada “El jardín”. La preocupación básica de Epicuro fue la de conseguir un arte de vivir; para él una filosofía que no sirviera para alcanzar la felicidad del hombre no tendría razón de ser. Ahora bien, esto no le conduce a buscar placeres desenfrenados, sino, al contrario, a abogar por una vida pacífica y mesurada, en la que el espíritu goce de amistad y del cultivo de la filosofía. El primer paso para ello consiste en eliminar lo que produce infelicidad al hombre: el pensamiento de la muerte, el temor a los dioses y el dolor físico. Propugna el cultivo de los placeres, los más deleitables de los cuales son los espirituales (la amistad, el goce intelectual). Esta ética es completada por dos disciplinas: la canónica y la física. La primera es una teoría del conocimiento de estilo sensista, que permite una explicación naturalista de todo, eliminando así lo sobrenatural. La física es un elaborado atomismo, en el que, y en esto consiste la diferencia con la física de Demócrito, introduce un elemento de azar al considerar que algunas veces los átomos pueden sufrir desviaciones. Afirma que la materia es eterna e increada y que el orden cósmico se debe a razones mecánicas y no a una teología.
Según el doxógrafo Diógenes Laercio (s. III), Epicuro escribió unas 300 obras, de las cuales nos quedan tres cartas: carta a Herodoto, carta a Pitocles y carta a Meneceo, y una colección de 44 sentencias denominadas Máximas capitales (o Doctrinas capitales). El conjunto de estos escritos aparece recopilado en el libro X de la obra de Diógenes Laercio Vida de los más ilustres filósofos griegos. Además, en el s. XIX se descubrió en el Vaticano un manuscrito con otra colección de 80 sentencias, Sentencias de l Vaticano. Conocemos el resto de la obra de Epicuro parcialmente gracias a diversas citas de autores posteriores y al encuentro en el s. XVIII, en una villa de Herculano, de los restos de una obra titulada Sobre la naturaleza.
La filosofía de Epicuro ha sido objeto de multitud de interpretaciones arbitrarias y sesgadas, que han contribuido a desacreditarla, del tal modo que se ha tendido a presentar al maestro y a sus discípulos como personajes groseros y hundidos en una vida cenciosa y libertina, de ahí que frecuentemente se refieran a ellos con expresiones como la de “puercos de Epicuro “ y otras análogas, sin embargo, dicha doctrina enseñaba una teoría y una praxis significativamente ascética.
Las partes de la filosofía según EPICURO:
Para Epicuro, la filosofía posee una función útil: liberarnos de las pasiones y de los dolores que turban nuestra alma para conseguir la felicidad. En este sentido, la Ética intenta decirnos en qué consiste nuestro bien, qué camino es conveniente seguir, qué comportamientos debemos evitar y, al mismo tiempo, establecer las adecuadas normas de conducta.
Para ello, es necesario el cultivo de la ciencia de la Física, con el fin de adquirir un conocimiento adecuado del mundo y de la naturaleza humana, y de la ciencia Lógica, Epistemología o Canónica que nos muestra el valor de nuestras capacidades cognoscitivas y de la metodología adecuada que permite distinguir lo cierto de lo erróneo. En consecuencia, en el pensamiento de Epicuro encontramos tres partes, a saber: la Canónica (o Epistemología), la Física y la Ética.
La teoría epicúrea del conocimiento: LA LÓGICA
“Los criterios de verdad son los sentidos, las anticipaciones y los afectos. Todo sentido es irracional y se da directamente y la duración de los efectos de la sensación testimonia la veracidad de las sensaciones, ni hay nada que pueda refutarlas; pues ni la sensación homogénea refuta a la homogénea, siendo de igual valor ni la heterogénea a la heterogénea porque, en este caso, no se refieren a la misma cosa, ni tampoco un sentido a otro, pues los tenemos todos unidos. Ni aun la razón puede corregirlos, pues toda razón depende de los sentidos y la verdad de éstos se confirma por la certidumbre de las sensaciones.”
DIÓGENES LAERCIO: Vidas de los más ilustres filósofos griegos, 23.
Según Epicuro disponemos de tres modos (o tres criterios) de conocimiento: las sensaciones, las anticipaciones (o prolepsis) y las afecciones (o pasiones). Las sensaciones son el fundamento de todos los demás conocimientos; pues constituyen el principal medio para captar la realidad y la única garantía que nos asegura la certeza de los contenidos cognoscitivos: la sensación nunca se equivoca, mientras que la memoria y el razonamiento conducen frecuentemente al error.
Así pues, tanto las anticipaciones como las afecciones y, en último término, todos nuestros estados y conocimientos dependen de la sensación; ésta constituye la única garantía de nuestro conocimiento: sólo aquello que haya sido registrado bien por una sensación pasada, bien por una sensación actual puede ser admitido como real.
La física de los epicúreos:
La física, como proceso de explicación del Universo posee una finalidad fundamentalmente desmitificadora; a saber: poner de relieve la auténtica realidad de los fenómenos y de los seres naturales con el fin de eliminar los infundados temores cósmicos y teológicos, y permitir a los seres humanos vivir en paz consigos mismos.
El Universo:
“ Ante todo, nada proviene de la nada o de lo que no existe, pues en este caso todo nacería de cualquier cosa sin necesidad
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