EL EPICUREISMO
Enviado por felipecortes • 25 de Septiembre de 2013 • 1.253 Palabras (6 Páginas) • 773 Visitas
EPICUREÍSMO
Sistema de filosofía basado sobre todo en las enseñanzas del filósofo griego Epicuro. La doctrina más conocida, pero asimismo más discutida por los modernos tratadistas del epicureísmo es que el placer constituye el bien supremo y la meta más importante de la vida. Se prefieren los placeres intelectuales a los sensuales, que tienden a perturbar la paz del espíritu.
El epicureísmo es una filosofía que se sustenta, ante todo, en la sensación del bienestar. En el epicureísmo no hay mundo de las ideas, ni genio maligno, ni superegos. Sólo placer y la huida del dolor. Epicuro sabía lo que se vendía, y supo aprovecharlo bien.
En el epicureísmo, cualquier momento que no estés disfrutando es malo. Dormir, sin razón de disfrute, es malo. El placer es la realidad única, el fin último del hombre en esta vida y en las que pueda tener por delante. Se estipulo que había un punto máximo de placer, el cual llamó ataraxia. Cuando se llega a este punto se borran todas las inquietudes y se obtiene una serenidad total.
También es importante para el epicureísmo la ausencia de dolor. El dolor, o contra-placer, no es bueno, es dañino. Si algo te hace daño, no lo repitas, y a ser posible, destrúyelo.
El objetivo de esta filosofía es (como el del resto de escuelas morales helenísticas) el arte de la vida, la realización de una vida buena y feliz. Para el cumplimiento de este objetivo Epicuro consideró que la filosofía tiene una doble tarea: combatir las ideas falsas que fomentan el miedo y el sufrimiento y crear en el sabio un estado de ánimo o talante favorable en toda circunstancia y lugar.
El epicureísmo es la escuela fundada por Epicuro de Samos en sus jardines de Atenas (306 a.C.). De ahí que a los exponentes de esta corriente se los conocía también como "Los del Jardín". Además de Epicuro, célebre por su finura y nobleza, en esta escuela se destacaron Metrodoro de Lámpsaco, Apolodoro, Zenón de Sidón, Fedro y Lucrecio Caro que juzgaban el conocimiento en función de su utilidad para una vida feliz.
Los epicúreos fueron muy famosos por las numerosas detenciones que sufrieron a manos de la Guardia Ateniense, cuando estos asaltaban de manera ilegal todo tipo de jardines y parques para realizar sus reuniones filosóficas.
Por ello decidieron abrir ellos mismos sus propios jardines, rodeados de sus plantas favoritas, donde además de filosofar, podían también relajarse con la visión que les ofrecía el paisaje, aspirar el suave néctar de las flores. En definitiva, un lugar para compartir el saber. El culmen de la creación de los jardines llegó con la llegada de los epicúreos a Babilonia, y la posterior creación de los Jardines Colgantes. Ellos cultivaban la generosidad y la amistad recíprocas. Las comidas en común y las celebraciones tenían lugar siempre según los principios de la escuela, es decir, con una gran moderación. A diferencia de la práctica totalidad de escuelas filosóficas, tanto antiguas como posteriores, en el Jardín se admitían toda clase de personas, independientemente de su sexo, condición o clase social: allí podían verse tanto mujeres como esclavos. Tanto las enseñanzas como la propia figura de Epicuro suponen un desafío a las grandes escuelas filosóficas existentes en la época, concretamente la Stoa, el Liceo y a la Academia. Escribió numerosas obras, unos trescientos rollos de papiro -según Diógenes Laercio de los que únicamente nos han llegado algunos fragmentos. Entre ellos están las tres cartas enviadas a sus amigos, como la Carta a Meneceo, la Carta a Heródoto y la Carta a Pitocles. También gracias a Diógenes Laercio se conservan las Máximas Capitales, mientras que de su tratado Sobre la naturaleza sólo nos ha llegado una parte muy reducida, gracias a la biblioteca de Filodemo, en Herculano. En el siglo XIX se recuperaron las Sentencias Vaticanas.
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