Eutanasia

Rodríguez Guzmán Valeria Jocelyne.

Participante del III Coloquio Filosófico del SEMS 2012

Preparatoria Numero 10.

Abstract

¿Es éticamente correcta la aplicación de la eutanasia? ¿Puede ser considerada un asesinato o es un acto de buena fe? Estas dos preguntas son de las más frecuentes cuando se debate acerca de la eutanasia, un tema, sin duda, polémico y popular entre una gran gama de edades y culturas. Yo considero que es un acto de buena fe, se trata de ahorrarle un sufrimiento innecesario a alguien cuya vida ya no disfruta.

Existen tres métodos de aplicación de la eutanasia: voluntaria, involuntaria y no voluntaria. Actualmente es completamente legal en tres países: Holanda, Bélgica y Luxemburgo, y no debe ser confundida con el suicidio asistido, aunque no tengan demasiadas diferencias, el cual es legal en mas lugares.

La eutanasia no debe ser un tema tabú, sino todo contrario, tomarlo y discutirlo lo más ampliamente para que pueda ser mejor comprendido por aquellos que están en contra de esta práctica.

Conceptos claves a desarrollar:

Eutanasia, eutanasia voluntaria, eutanasia involuntaria, eutanasia no voluntaria muerte, vida, ética, vida biológica, vida humana, autonomía.

Titulo: La eutanasia ¿asesinato o acto de buena fe?

Introducción:

Para poder hablar de la eutanasia, así como de cualquier otro tema, primero debemos estar informados acerca del origen y aspectos básicos del tema. Así pues el término «eutanasia» se compone de dos palabras griegas –eu, bien y thanatos, muerte- (Real Acandemia Española, 2001) que significan, literalmente, «buena muerte» (Kushe, 1995), esta tiene como meta principal, como su nombre lo indica, dar deliberadamente una muerte digna.

El término eutanasia se popularizó a partir del siglo XVII y se utilizo para designar diversos tipos de muerte tranquila (Universidad Nacional Autónoma de México: Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2005, págs. 101-112). Podemos encontrar tres métodos para aplicar la eutanasia: activa, cuando se provoca la muerte por medio de drogas y otros métodos letales; pasiva, consiste en la eliminación de los medios destinados a conservar la vida; e indirecta, cuando se administran calmantes con la intención principal de aliviar el dolor, aunque ello pueda anticipar la muerte del enfermo. Se pueden adoptar tres formas de eutanasia: voluntaria, involuntaria y no voluntaria (Singer, 1980); la primera se refiere a los casos donde el individuo en pleno uso de sus facultades mentales solicita que se dé fin a su vida, condiciones que se cumplían en el caso de Ramón Sampedro, marino y escritor español tetrapléjico desde los 25 años, quien desarrolló una intensa actividad de petición judicial para poder morir y que la persona o personas que le auxiliasen no incurriesen en delito, dado que su estado lo incapacitaba para hacerlo sin ayuda externa (Fundación Wikimedia, Inc., 2013). La involuntaria engloba los casos en los que el paciente está incapacitado para comunicarse y el médico, o bien la persona con la responsabilidad del individuo asume cuál hubiese sido su elección. Y por último la no voluntaria, este término se utiliza para denominar los casos en los que el individuo en cuestión no es capaz de entender la elección entre la vida y la muerte, los enfermos incurables o recién nacidos con graves discapacidades, condiciones que se cumplían en los casos de Samuel Linares, en estado de coma desde el momento de su nacimiento hasta el momento de su muerte en 1989 (News, 1989) y Camila Sánchez, igualmente en coma desde el momento de su nacimiento hasta el momento de su muerte en el 2012 (Ámbito, 2012 )

Desarrollo:

La eutanasia o muerte digna no es un invento reciente, se utilizaba en antiguas culturas para dar muerte a los pequeños nacidos con discapacidades, a los ancianos e incluso a los guerreros heridos durante la batalla. Esta práctica no pretende sola y fríamente matar a los pacientes, sino ahorrarles el sufrimiento (Kevorkian, 2008), ayudar a aquellos individuos que no pueden tener una vida digna ya sea por una enfermedad degenerativa, dependencia de terceros, maquinas, medicamentos etcétera, para continuar viviendo, y en los casos particulares de eutanasia no voluntaria e involuntaria cuando la persona responsable del individuo decide que la persona en cuestión no lleva una vida digna o inclusive que no lleva una vida siquiera. Ayudar a morir a una persona que sufre una vida deteriorada de forma irreversible es un acto de compasión, propio de una sociedad civilizada en la que se respeta la libertad de todo ser humano, es también un acto de satisfacción cuando la persona que te lo pide lo ha madurado su decisión y ha descartado cualquier otra opción disponible (Marín, 2006).

La elección de una muerte digna va mas allá de un debate religioso, político, legal o académico, es un debate emocional y profundamente individual ( Universidad Nacional Autónoma de México: Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2005, págs. 177-182), por lo cual no debería ser censurada ni sometida a la ética de terceros, ya que al hacerlo nos enfrentaríamos con una enorme diversidad de posturas opuestas.

Por otra parte, ¿qué y/o quién determina la calidad de una vida?, una vida de calidad es una vida satisfactoria así que por consiguiente solo en individuo puede determinar si su vida vale la pena o no, mencionemos de nuevo el caso de Ramón Sampedro, cuya decisión fue cuestionada por Luis de Moya, un sacerdote tetrapléjico al igual que él, quien declaro en televisión que él discrepaba en la tesis de Ramón Sampedro ya que él vivía una vida plena y satisfactoria a pesar de su discapacidad. En este caso podemos ver que la dignidad de una vida estriba en no aceptar cualquier tipo de vida, sino sólo aquella que, en opinión del sujeto, vale la pena vivir (Mosterín, 2005) para Sampedro seria una en la que, en palabras de Savater, estas sano, respiras y das saltos, una vida que parece maravillosa (Savater, 1998).

Se objeta que pensar en dicha práctica provocaría que los médicos tuvieran un poder sobre la vida y la muerte, pero al

...