Ficha de Cátedra: La educación y el estado. Un vínculo de poder

Ficha de Cátedra: La educación y el estado. Un vínculo de poder^[1].

A partir del Siglo XVIII y hasta el siglo XX, se encuentran actividades educativas sistemáticas, organizadas, administradas y dirigidas por el Estado y es con la conformación de los mismos que se constituyen los sistemas educativos,  como los sistemas hegemónicos de educación y la escuela como la forma hegemónica^[2] de educar.

Para el Estado poder constituirse como tal en este contexto de la modernidad, necesitó:

Definir y delimitar un Territorio, es decir, tener un espacio social sobre el cual ejercer dominio. Asimismo contar con soberanía y reconocimiento de límites de ese Territorio (reconocimiento del Estado es externo, reconocimiento de la Nación es interno).

Contar con Monopolio de  violencia simbólica y material para ejercer dominación.

Establecer un orden jurídico, a través de la sanción y promulgación de un corpus legal que regularice lo referente al orden social, político, educativo, bienestar (salud), etc.

Tener un aparato burocrático, es decir, todo un cuerpo administrativo de sujetos que implementen, ejecuten las políticas estatales: “sujetos vestidos de Estado”. Funcionarios de Estado.

Ahora bien, para poder entender las relaciones entre el Estado y el sistema educativo, se cree pertinente definir qué se entiende por Estado.

O’ Donell conceptualiza al Estado como la relación social de dominación o las relaciones sociales de dominación. El Estado se objetiva, como aspecto político, en las instituciones. Las relaciones entre Sociedad y Estado, se hallan organizadas y respaldadas por dichas instituciones. Entonces, para construirse como espacio público, legitimarse y  organizarse, apela a motivos universalistas, es decir, representa el interés general de la sociedad civil como colectivo, siendo consciente de las desigualdades existentes dentro de ella.

Para ello, busca elementos comunes que le permitan generar consenso ante posibles tensiones que puedan emerger en el seno de la sociedad, producto de las mencionadas desigualdades. En otras palabras, utiliza mediaciones tales como:

• Nación: aquellas pautas culturales, tradiciones, una historia común, la lengua oficial; que me permiten generar un sentimiento de pertenencia, identificación hacia un nosotros para conformar, en palabras de Ozlak, una identidad colectiva. Dice que la Nación es “un aspecto constitutivo del proceso de construcción social”, que supone elementos ideales y materiales, con esto último se refiere al conjunto de intereses compartidos producto de una actividad económica dentro de un espacio territorialmente delimitado.
• Ciudadanía: status político que nos permite reconocernos abstractamente como iguales e implica el ejercicio de derechos cívicos.
• Pueblo: dimensión política que incluye las demandas de los sectores menos favorecidos, los cuales el Estado debe responder de acuerdo a la función que le compete.

Todas estas mediaciones pueden concretarse, gracias al trabajo del sistema educativo en conjunto con otras instituciones.

El sistema educativo es responsable de la distribución del conocimiento científico y de los contenidos culturales seleccionados; de enseñar a leer y a escribir y, especialmente, de enseñar la lengua oficial que constituyen elementos privilegiados para la inculcación ideológica, como así también procura la enseñanza de los símbolos que permiten construir una nación. Desde esta perspectiva, las instituciones sociales y, en particular, las educativas, no permanecen neutrales, ya que son el resultado de procesos históricos.

Entendemos a las instituciones educativas como formaciones sociales y culturales complejas en todas sus dimensiones cuyas identidades son producto de procesos de interrelaciones sociales, desarrollan sus propias lógicas según las funciones que adquieren “tanto para la sociedad (…) que las promueven y sostienen, como para los individuos singulares que son sus actores quienes con sus prácticas cotidianas las constituyen, las sostienen y las cambian”^[3]. De esta manera, la escuela cumple una función social y política  ya que para que un contenido cultural llegue a ser un contenido a enseñar, intervienen diversos actores, grupos, sectores y/o clases sociales que ponen en juego razones de índole política, económica e ideológica.

Ahora bien, la sociedad para reproducirse necesita organizar sus actividades, de acuerdo al modo de producción. El Estado, por su parte, establece el marco jurídico legal para regular las relaciones sociales. Entonces, la sociedad reclama al Estado que este cumpla con sus derechos y éste, a su vez, ejerce control social para observar el cumplimiento de la ley que garantice la estabilidad social.

Esta relación entre sociedad y Estado se encuentra mediada por el Sistema Educativo, ya que cumple con la función de sociabilizar a los hombres y mujeres además de distribuir los conocimientos necesarios para el ejercicio de la ciudadanía, indispensables para establecer la organización social.

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