Filosofia

La globalización o el fin del orden liberal y la ética

Resumen:

- Ralf Dahrendorf estima que los valores comunes están sujetos a las estructuras socioestructurales o a las culturas dominantes de las élites.

El concepto país ha perdido su significado económico, gracias a esto ha surgido un nuevo espacio económico -el mercado global- ninguna empresa puede ignorar sin pagar un alto precio. Ningún pueblo puede evitar ser marginado por el capitalismo globalizado. Veamos que ocurre con Cuba y Corea del Norte. Cuba vive de la donación del petróleo de Venezuela. Corea del Norte alimenta a su pueblo con las donaciones de Estados Unidos y de Corea del Sur.

Dahrendorf piensa que todas las economías nacionales están vinculadas en un solo mercado de la competencia. Para seguir siendo competitivos en los mercados mundiales se debe tomar medidas que destruirán la cohesión de sus sociedades civiles.

La competitividad de las empresas transnacionales se refiere a las enseñanzas y salud gratuita, trabajos y salarios para los desocupados.

La democracia en el sentido del gobierno representativo estaba vinculada con “nacionalidad”. Tanto la democracia como la economía de mercado presuponen el imperio de la ley.

Según Luc Ferry el poder que maneja toda la economía mundial es el resultado de la competitividad. Empresa que no compite desaparece.

La expresión res publica trata de dominar por dominar. La competitividad generalizada entre empresas transnacionales, ha impuesto la ley de competitividad de producción y consumo, eliminando todo valor.

Dahrendorf concluye que los valores comunes son necesarios, y que ahora dependen de las estructuras socioculturales. También reconoce que el liberalismo está ligado a la autoridad de los gobiernos y a las leyes en las naciones. Hoy en día las decisiones económicas escapan cada vez más a todo control democrático.

Las instituciones democráticas deben estar constituidas y además sostenida por la confianza básica de la gente.

Características de la situación actual son el relativismo y la anomia. Para que triunfe el consumo inacabable es necesario eliminar y combatir los valores tradicionales porque entienden la vida y la sociedad de otra manera.

El autor señala que actualmente el problema se complica más por la creciente necesidad de las exigencias de la tolerancia. Afirma que son necesarias la discusión y la búsqueda de la escala de valores porque lo peor es a indiferencia o anomia.

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