Filosofia
Enviado por miryan08 • 17 de Abril de 2015 • 699 Palabras (3 Páginas) • 227 Visitas
maravilla. Maravillarse es advertir que no entendemos. La maravilla nos hace
ver en lo ordinario algo ins´olito. Los fil´osofos de la antigua Grecia dijeron que
la investigaci´on y la filosof´ıa nacieron de la admiraci´on. Hoy en d´ıa se acepta
que la humanidad posee un alto nivel de conocimiento cient´ıfico, y eso la hace
poderosa. Es cierto, pero dudamos si el edificio del saber humano es ✭✭seguro✮✮.
Su prestigio ¿no se desplomar´ıa si el hombre s´olo lo hubiera so˜nado, si fuera
mera invenci´on de nuestro deseo de seguridad?
1.1.3. El valor de la filosof´ıa
Al comenzar, tal vez nos preguntemos: ✭✭¿Para qu´e sirve la filosof´ıa?✮✮ Se
podr´ıa responder: ✭✭no sirve para nada✮✮. Aunque se d´e esa respuesta, no deriva
de ah´ı que no sea valiosa. No es lo mismo ser ´util que valer. Servir para
otra cosa es un tipo de valor, el valor de utilidad, propio de los medios. Todos
los medios o ´utiles son valiosos; mas no todos los valores son medios. Los
medios son buenos para otra cosa, los fines son buenos en s´ı mismos. Hay
preguntas que se plantea el hombre en todo tiempo. Una de ellas tiene que
ver con la diferencia entre el saber ✭✭t´ecnico✮✮ y el saber ✭✭liberal✮✮ (o desinteresado),
esto es, la diferencia entre dominio del mundo y libertad interior,
t´ecnica y ´etica, cosas y personas, en una palabra: el mundo y el hombre.
Estos son temas cl´asicos del pensamiento filos´ofico, y cobr ´ an especial inter´es
en la actualidad. Con un lenguaje propio de su ´epoca, J. Balmes formulaba
agudamente algunas de estas cuestiones en un libro publicado en 1846:
✭✭Todo lo que concentra al hombre, llam´andole a elevada contemplaci´on
en el santuario de su alma, contribuye a engrandecerle,
porque le despega de los objetos materiales, le recuerda su alto
origen y le anuncia su inmenso destino. En un siglo de met´alico
y de goces, en que todo parece encaminarse a no desarrollar
las fuerzas del esp´ıritu, sino en cuanto pueden servir a regalar el
cuerpo, conviene que se renueven esas grandes cuestiones, en que
el entendimiento divaga con ampl´ısima libertad por espacios sin
fin.
✮✮S´olo la inteligencia se examina a s´ı propia. La piedra cae sin
conocer su ca´ıda; el rayo calcina y pulveriza, ignorando su fuerza;
la flor nada sabe de su encantadora hermosura; el bruto animal
sigue sus instintos, sin preguntarse la raz´on de ellos; s´olo el hombre,
esa fr´agil organizaci´on que aparece un momento sobre la tierra
para deshacerse luego en polvo, abriga un esp´ıritu que, despu´es
de abarcar el mundo, ans´ıa por comprenderse, encerr´andose
...