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Filosofía Economica


Enviado por   •  8 de Mayo de 2013  •  3.836 Palabras (16 Páginas)  •  531 Visitas

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SAN AGUSTÍN DE HIPONA

ANÁLISIS DE SU VIDA

San Agustín fue el filósofo más importante después de la muerte de Aristóteles y antes de la aparición de Santo Tomás de Aquino, así como el primer filósofo cristiano. Su pensamiento se basó en las doctrinas de Platón.

Nació el 13 de noviembre del año 354 d.C. en Argelia. Su padre, Patricio, era pagano; y su madre, llamada Mónica, era cristiana. Aunque no fue bautizado de pequeño, su madre lo educó en el cristianismo y, al ver cómo su hijo se alejaba de la religión a medida que crecía, se entregó a la oración constante, dedicando toda su vida a la conversión de Agustín al cristianismo. Razón por la cual éste se autodenominaría, años más tarde, “hijo de las lágrimas de su madre”.

Durante la secundaria fue un alumno sobresaliente que tenía gran afición por la poesía. A los 16 años, sus estudios se vieron bruscamente interrumpidos, en espera de una ayuda económica, ya que sus padres no tenían los recursos necesarios para pagar la universidad.

Esto lo lleva a emprender caminos torcidos, pues en lugar de hacer algo productivo, pierde el tiempo con sus compañeros. Ese mismo año viaja a Cartago y experimenta lo que es el amor con una muchacha cartaginesa, con la cual viviría desde los 16 hasta los 30 años y tendrían un hijo llamado Adeodatus en el año 372.

Cuando Agustín tenía 20 años, encontró grandes libros de la filosofía. Entre ellos estaba Hortensius, una gran obra del famoso orador y filósofo romano Cicerón. Este libro le despertó el gusto y la afición por la búsqueda de la sabiduría y la verdad, encaminándose conscientemente hacia Dios.

Al poco tiempo, Agustín empieza a leer La Biblia, pero decepcionado de su primer encuentro con las Sagradas escrituras, busca por otra parte el camino hacia la verdad. Se pasa de una escuela filosófica a otra sin hallar respuesta alguna que lo convenza. Finalmente se une al maniqueísmo, doctrina que siguió varios años y abandonó después de hablar con el obispo Fausto. Luego de este encuentro se sintió decepcionado y el escepticismo se apoderó de él.

Termina sus estudios superiores en Cartago en 373 y enseña retórica hasta el 383.

En 384 viaja a Milán, para ese entonces no estaba cerca del cristianismo ni de ninguna otra doctrina.

Escuchar los sermones de Ambrosio, obispo de la ciudad, hizo que Agustín vaya cambiando su forma de pensar. Es así que cuando, en agosto de 386, al abrir el libro de Cartas de San Pablo las primeras palabras que llamaron su atención fueron las siguientes:

“No en comilonas ni en embriagueces,

No en lechos ni en liviandades,

No en contiendas ni en emulaciones,

Sino revestíos de nuestro Señor Jesucristo

Y no cuidéis de la carne con demasiados deseos.” (Rm 13,13)

Aquellas palabras de San Pablo fueron las que hicieron desaparecer las dudas que Agustín tenía y se convirtiese al cristianismo. Se dedica al estudio formal y metódico de la religión, y el 24 de abril de 387 es bautizado en Milán por el obispo Ambrosio. Al año siguiente regresa a África y se ordena de sacerdote en 391. Es así que empieza a predicar a tiempo completo y en muchos lugares, así como también se dedica a escribir incansablemente.

El 28 de agosto del año 430, Agustín, obispo de Hipona, muere a los 75 años luego de 40 años de lucha en pro de la iglesia.

IDEOLOGÍA ECONÓMICA

En cuanto a los bienes, san Agustín no se interesa en cómo se producen estos, ni en su distribución. Su pensamiento está dirigido al carácter ético, por lo que no existe rechazo alguno a la posesión de bienes, por su parte, siempre y cuando hayan sido obtenidos legítimamente y sean utilizados correctamente. Lo que sí le parece un problema es el excesivo deseo de poseerlos, a lo que sugiere tener cuidado de no quedar amarrados a estos, haciendo un uso apropiado de ellos y con objetivos justos.

Respecto a la propiedad privada, estuvo en contra de ella porque, a su parecer, genera contrariedad entre las personas.

Por otro lado, reivindicó el trabajo físico, el cual fue menospreciado siglos atrás por el pensamiento esclavista, dando un importante apoyo a la actividad agrícola.

En el plano conceptual, San Agustín, establece dos cosas muy importantes. Por una parte descubre que las cosas tienen un valor distinto en correspondencia a quien hace uso de ellas; y por otra, que el precio de las cosas variaba según la necesidad, siendo esta la que regulaba el valor.

SANTO TOMÁS DE AQUINO

ANÁLISIS DE SU VIDA

Santo Tomás es el filósofo más importante de la Edad Media y el representante más destacado de la Escolástica.

Nació en el castillo de Roccasecca, cerca de Aquino, en el año 1225. Recibió su primera educación a partir de los 5 años en la abadía de Motecasino, permaneciendo en el monasterio hasta 1239. Allí realizó los estudios ordinarios de gramática, latín y religión.

Viajó a París para continuar sus estudios. En 1256, recibe su licenciatura para enseñar en la facultad de Teología y es nombrado Magister ese mismo año, ocupando su cátedra hasta 1259.

Ese año, se traslada a Italia, donde permanecería por 9 años con el encargo de enseñar teología en la Corte Pontificia. Es invitado a dar conferencias en las universidades de Nápoles y Bolonia.

En esa época conoce a Guillermo de Moerbeke, el famoso traductor de las obras de Aristóteles, quien pone a su disposición varias de sus traducciones.

Luego de una polémica actividad, regresa a Nápoles el año 1272 con el encargo de establecer una casa de estudios (studium generale). Permanecerá allí hasta 1274, año en el que muere durante su viaje emprendido rumbo a Lyon, donde iba a celebrarse un concilio convocado por el papa Gregorio X.

IDEOLOGÍA ECONÓMICA

No existe un trabajo de Santo Tomás de Aquino referido de manera específica a la economía; sin embargo, en su obra Summa theologie es posible encontrar los principios básicos de su pensamiento sobre esta rama, abordándolos desde el punto de vista de la ética.

La propiedad privada

Al igual que Aristóteles, de quien tomo gran parte de sus doctrinas, no rechaza la propiedad privada. Por el contario, parece aprobarla, pues afirma que los bienes privados son más productivos que los comunes, ya que las personas cuidan más lo propio y los usan mejor que aquellos que se tienen en propiedad común.

También nos plantea que serviría de mecanismo de ordenación de la sociedad, pues promovería el uso responsable de la propiedad y, en cierta medida, la paz, si se considera que la falta de claridad en la posesión de los bienes generalmente termina en conflicto.

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