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Filosofía contexto histórico de República


Enviado por   •  29 de Abril de 2017  •  Resumen  •  2.042 Palabras (9 Páginas)  •  209 Visitas

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CAPÍTULO I: Contexto histórico y conceptual del problema de la justicia en Platón y Aristóteles

Platón (429-437 a.C.) y Aristóteles (384-322 a.C.) sitúan su reflexión en la polis ateniense entre los siglos V y IV a.C. Para ellos, el término polis (traducido como “ciudad” o “ciudad-estado”) era más que un agrupamiento de individuos o familias, o una organización artificial y accesoria a los efectos de la subsistencia, la seguridad y el intercambio de bienes siendo estos últimos sólo medios para alcanzar los fines específicos del orden natural, “la polis”, tales como la realización de la naturaleza racional del hombre y el “vivir bien”. Aristóteles definió a la polis en el libro I de su Política:”La comunidad perfecta de varias aldeas es la ciudad (polis), que tiene ya, por así decirlo, el nivel más alto de autosuficiencia, que nació a causa de las necesidades de la vida, pero subsiste para el vivir bien. De aquí que toda la ciudad es por naturaleza, si también lo son las comunidades primitivas”.  La polis era el orden racional político de la convivencia de los hombres, que precedía al individuo cuya identidad se cifraba en su pertenecía a la comunidad. El hombre es por naturaleza un animal social, “zoón politikón” o “el ser viviente en la polis” por ser ésta la forma comunitaria natural en que el hombre puede vivir. La diferencia entre el hombre como ser social por naturaleza y los animales gregarios (que se agrupan en manadas) consiste en que la polis es un orden natural y no producto del instinto que tiene como fin la satisfacción de necesidades biológicas. La polis es el ámbito de las relaciones entre los ciudadanos, los hombres libres que comparten un mismo lenguaje con el que pueden expresar y acordar acerca de lo justo y de lo bueno. Sólo el hombre posee ese sentido. La polis es el orden inherente a la forma humana de vida, es un régimen político que implica una distribución de las posiciones sociales según la naturaleza de cada uno, y eso será lo justo y lo bueno. Justo es un régimen de gobierno que tiene por fin el bien común.

La justicia y la ley ocupan un lugar fundamental en las filosofías de Platón y Aristóteles. En ese sentido, la cuestión de la justicia distributiva (diké) como matriz del orden es central, en virtud de la prioridad de lo político sobre lo económico presente en sus cosmovisiones.

La polis clásica ateniense: características históricas y políticas.

Encontró su punto culminante durante el Siglo de oro ateniense (450-430 a.C.) en la época de Pericles y contó con caracteres que constituyeron las formas precursoras del pensamiento contemporáneo, de la organización política y del derecho, dándonos elementos que nos permitieron comprender el presente.

Fue el resultado de un proceso de transformaciones económicas, políticas y sociales (VIII a.C.), que encontraron su cenit en el siglo V a.C. y declinaron al llegar al siglo III a.C. Las reformas de Solón (592-591 a.C.) consumadas por Clístenes (508-507 a.C.) instituyeron la primacía de los lazos de vecindad que reemplazaron la tradicional estructura tribal o de clanes en la que predominaban los vínculos parentales que constituían el criterio para determinar la autoridad y la relación entre los individuos y la comunidad. Con esta nueva división territorial, los miembros de distintas tribus o clanes que compartían el lugar de residencia pasaron a compartir la autoridad y responsabilidad en las decisiones de cuestiones que pasaron a ser comunes. Así se constituyeron los démoi. La ciudadanía como status pasó a anular las desigualdades y jerarquías políticas propias de la organización gentilicia en la que el jefe de clan, noble o grupo de nobles, gobernaban según lo que ellos entendían como intereses locales del clan o la tribu, dando una horizontalidad en las relaciones entre individuos y una nueva mecánica del voto.

Al mismo tiempo, en contraposición con la Themis (justicia personal e imperativa representada en la autoridad del jefe de la tribu), llegó a imponerse la diké con un concepto de justicia impersonal y retributiva haciendo que deje de ser asunto del clan o la familia y que resulte de la imparcialidad del Estado.

Themis: Norma o prescripción no escrita lícita, de origen divino, vehiculizada por el rey o noble. Era justa pero podía presentarse como injusta si resultaba ineficaz para el noble o grupo de nobles.

Diké: Surge de un juicio, supone una equidad y un principio no arbitrario. Reconoce al individuo como centro legal independiente de su clan, que puede demandar justicia y protección del Estado que se constituye en un poder centralizado aceptado y reconocido por los ciudadanos de ese lugar tornando a la ley objetiva.

Con estas profundas transformaciones donde los asuntos de la comunidad dejaron de ser decisión de una casta sacerdotal o del arbitrio del noble o jefe de la tribu y las antiguas jerarquías políticas fueron reemplazadas por relaciones sociales más horizontales, cobra centralidad como forma de poder o elemento de la política la palabra entendiéndose como el debate, la argumentación y la discusión junto con la diferenciación entre una esfera pública y una esfera privada que implicó la divulgación de los procedimientos y los conocimientos tanto en el plano intelectual como en el político.

A finales del siglo VI a.C. se consolida el status ciudadano el cual implicaba la igualdad de todos los ciudadanos miembros del Estado ante la ley y la participación en el ejercicio del poder y gobierno de la ciudad (isonomía).

Democracia ateniense: Siglo de Oro

Hacia el final de las Guerras Médicas (499-479 a.C.) que fueron la disputa entre el Imperio Persa y Grecia que concluye en la derrota y expulsión de los persas del Mar Egeo; se fundó la Liga de Delos con el fin de establecer una alianza político-militar entre los países aliados contra los persas, que estaban obligados a sufragar los costos que significaba el mantenimiento de la flota de Atenas, que encabezaba la liga. Esos tributos generaron en Atenas una prosperidad económica que permitió a la mitad de sus ciudadanos vivir del erario público y disponer de un tiempo de ocio necesario para el gran desarrollo cultural. Aquello atrajo a comerciantes de todo tipo y, especialmente, a los llamados sofistas quienes adquirieron gran notoriedad protagonizando debates con los grandes filósofos de la Grecia Clásica, entre ellos Sócrates y Platón. El clima generado por la convivencia de tradiciones y creencias diferentes, permitía cuestionar el carácter único y sagrado de las costumbres de los atenienses.

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