Flisosofia Del Amor Segun Platon
Enviado por danielrpogomez • 19 de Agosto de 2013 • 791 Palabras (4 Páginas) • 405 Visitas
El amor es uno de los aspectos más importantes en nuestra vida y está presente en nuestras conversaciones. Hay innumerables películas y canciones sobre amores felices y desgraciados. Innumerables veces, las lágrimas o la emoción nos embargan por razones de amor. Sin embargo el hombre - y la mujer- de nuestra época no conciben al amor como una asignatura pendiente, como algo para aprender; solo es un sentimiento espontáneo: el enamoramiento o el deseo sexual. Y en las consultas a psicólogos las preguntas más usuales sobre el amor se refieren a ¿cómo podemos ser amados?. Nunca a ¿cómo podemos aprender a amar?
Apolo
Pero, ¿a qué llamamos amor?, ¿es el amor el deseo sexual?, ¿es algo más?, ¿es lo mismo amar a los padres, a los hijos, a los amigos, a nuestro compañero, compañera?. ¿Y el amor a nuestro perro, o gato, o periquito?, ¿y el amor a nosotros mismos es sólo egoísmo?. El tema es mucho más vasto de lo que nos sugiere la primera impresión. Dice Platón que el cielo se mueve por amor ¿acaso Dante argumentaba como Platón, cuando decía que era el amor lo que movía el sol y las estrellas?. ¿Es lo mismo el amor a una persona que amar el trabajo, la patria? ¿Y el amor a la justicia, a la ciencia, al arte? ¿Y aquello del amor a Dios y el amor de Dios? ….
Eros, el Amor, es el tema del diálogo El Simposio o más conocido como El Banquete, obra de este enorme filósofo que fue Platón. Platón nos sitúa en un típico banquete griego, con sus dos partes, primero la comida en común, y luego la bebida en común que era la excusa para que el anfitrión ofreciera un entretenimiento de carácter estético como el canto, la danza, la música, o un diálogo de ideas, con sus discursos, reflexiones. En este caso se trataba de un banquete en que los invitados de Agatón, poeta que había triunfado en el último certamen literario, pronunciaran un elogio del Amor.
Apenas aplacado el coro de admiraciones que había suscitado el florido elogio de Agatón, Sócrates se excusa humildemente de pronunciar un discurso por no ser capaz de competir con los demás. Dice: "Yo creía tontamente que es menester decir la verdad acerca de lo que se elogia, pero por lo visto no es así, y lo que os ha importado es acumular alabanzas hiperbólicas, atribuyendo al amor lo más grande y bello que se pueda encontrar, sin preocuparse de si es verdad".
Con su diálogo Sócrates hace reconocer a Agatón que sus palabras eran bastante huecas pues escondían contradicciones dentro de su belleza y persuasión. Decía Agatón que el amor era bello, bueno y que anhelaba, deseaba, tendía a lo bello, pero todo deseo representa anhelo de algo, que es algo que no se tiene, y que se apetece tener, o si lo tenemos quizá no sabemos si mañana estará con nosotros y lo deseamos tener siempre. Por tanto, si Eros aspira a lo bello no puede ser él mismo bello, sino necesitado
...