Fundamentos e historia de la Psicologíа.
Enviado por ladygaitanq • 2 de Febrero de 2017 • Trabajo • 4.841 Palabras (20 Páginas) • 150 Visitas
¿Qué es el desarrollo? El concepto de desarrollo no puede definirse de manera atemporal, sino que se llena de contenido históricamente. Cada sociedad y cada época tienen su propia formulación de qué es el desarrollo, que responde a las convicciones, expectativas y posibilidades que predominan en ellas. En definitiva, el concepto de desarrollo se relaciona con la idea de futuro que se presenta como meta para el colectivo humano. Alfonso Dubois, Diccionario de acción humanitaria y cooperación al desarrollo Resumen Este primer capítulo del manual pretende ilustrar al lector respecto a las dificultades con que se encuentra quien pretende aproximarse a la problemática del desarrollo, dado que el propio concepto es esquivo y ha evolucionado a través del tiempo. La estrategia elegida es abordar, en primer lugar, los problemas de la construcción del conocimiento en el campo de los estudios del desarrollo. A continuación, se realiza una primera aproximación intuitiva a lo que se identifica comúnmente como desarrollo, a través de una breve discusión a partir de la pregunta: ¿qué hace que se defina a un país como desarrollado o no desarrollado en la actualidad? (sección 2). La sección 3 presenta la historia del concepto de desarrollo desde sus orígenes hasta el paradigma vigente del «desarrollo humano sustentable». En la sección 4 se pone de relieve la postura de ciertas corrientes de pensamiento que consideran que el desarrollo es una invención de occidente y que lo importante hoy no es mejorar nuestra concepción del desarrollo, sino enterrar definitivamente este término. Finalmente, en la sección 5 se sintetiza lo tratado en el capítulo y se vuelve a insistir sobre el carácter multidimensional de este fenómeno y los desafíos que impone su comprensión. Palabras clave: desarrollo, subdesarrollo, multidimensionalidad, desarrollo humano sustentable. 1. El desarrollo como problema El primer problema al que se enfrentan los estudios sobre el desarrollo es la definición de su propio objeto de estudio. Por ello, como inicio de la presentación de los problemas del desarrollo corresponde responder a la pregunta: ¿qué es el desarrollo? En el camino de aproximación a una respuesta, es posible afirmar que el término «desarrollo» es utilizado para definir el proceso que habilita cambios orientados a mejorar las condiciones de vida humana. Los estudios del desarrollo se abocarían CSE_Bertoni_2012-03-07.indd 17 3/7/12 5:09 PM Universidad de la República 18 al análisis de los problemas que enfrentan ciertas comunidades para lograr transitar este proceso de forma sostenida. Si se acepta, por un instante, que los estudios del desarrollo tienen por cometido identificar problemas, analizar determinantes y proponer acciones tendientes a la mejora de la calidad de vida —material y cultural— de la población, se infiere de ello que hay muchas dimensiones involucradas en este concepto. Quizá por esto han surgido muchos adjetivos para acompañar el término desarrollo, que pretenden captar esas diferentes dimensiones:
desarrollo económico, desarrollo político, desarrollo social, desarrollo territorial, desarrollo regional, desarrollo local, desarrollo endógeno, desarrollo sustentable, desarrollo humano. Esta proliferación de «desarrollos» es reflejo de la debilidad que tienen las ciencias sociales contemporáneas para encarar el carácter multidimensional del fenómeno que se quiere estudiar, debido a las dificultades para desplegar estrategias multidisciplinarias o interdisciplinarias para abordarlo. En buena medida, las distintas ciencias sociales han surgido como «especialidades» en el tratamiento de cierta parte de la realidad social, fragmentándola para aprehenderla y entenderla mejor. Pero la realidad es una, y entender los problemas del desarrollo como fenómeno social implica un esfuerzo por hacer dialogar, articular y complementar los conocimientos generados en los distintos campos disciplinarios. El carácter multidimensional del desarrollo obliga a forjar estrategias multidisciplinarias e interdisciplinarias para descubrir y entender los problemas, identificar los posibles caminos para superarlos y proponer acciones tendientes a su resolución.2 Para enfrentar la complejidad que se deriva de esta concepción es necesario un abordaje que articule dos estrategias complementarias: un análisis crítico de las dimensiones que afectan las posibilidades de mejora de las condiciones de la vida humana en sociedad, estableciendo, a partir de allí, objetivos deseables (aspecto normativo), y la construcción compleja de los fundamentos teóricos y metodológicos con que se diseña la investigación para crear conocimiento nuevo que 2 En una visión más radical desde el punto de vista epistemológico, se ha planteado que en los estudios del desarrollo surge con extremada claridad la necesidad de una revolución conceptual y se propone la transdisciplinariedad como estrategia. Disciplina: cuerpo de conocimiento o rama del saber caracterizado por un contenido y saber aceptado. Investigación multidisciplinaria: esfuerzos coordinados de varias disciplinas para lograr un objetivo común. La naturaleza del problema necesita que los investigadores de diferentes disciplinas colaboren y compartan resultados. Sin embargo, las contribuciones provenientes de diferentes disciplinas son, en buena medida, complementarias y no integradoras. Investigación interdisciplinaria: la integración de varias disciplinas que crean un logro unificado que es lo suficientemente sostenido y sustancial como para permitir que se desarrolle una nueva disciplina en el tiempo. La integración de múltiples disciplinas requiere la colaboración en el nivel del dise- ño de nuevos tipos de enfoques y análisis (experimentales) que combinan métodos y conceptos de diferentes disciplinas. Investigación transdisciplinaria: desarrollo y aplicación de un marco conceptual compartido e integrador basado en teorías, conceptos y métodos de disciplinas específicas. En lugar de trabajar en paralelo, los investigadores colaboran a través de niveles de análisis e intervenciones para desarrollar una comprensión comprehensiva del problema entre manos. Carmona Rodriguez, Miriam A. «Transdisciplinariedad: Una propuesta para la Educación Superior en Venezuela», Revista Ped, mayo 2004, vol. 25, n.°73, pp. 59-70. CSE_Bertoni_2012-03-07.indd 18 3/7/12 5:09 PM Comisión Sectorial de Enseñanza 19 contribuya a entender los problemas asociados a la consecución de aquellos objetivos (aspecto epistemológico). Lo normativo implica poner en juego valores y, por lo tanto, asumir una postura ética que defina el criterio de justicia que legitima el tipo de sociedad a alcanzar y orienta las acciones presentes en pro del desarrollo. Si se omite esta dimensión del problema, se hace imposible entender las diferencias existentes en cuanto a los caminos que habilitan el tránsito hacia el desarrollo; el objetivo determina en buena medida cuáles son los medios o instrumentos adecuados. El problema epistemológico se origina en la necesidad de asumir decisiones de carácter teórico y metodológico que puedan dar cuenta de la complejidad inherente a la multidimensionalidad del fenómeno y contribuir a la construcción de conceptos, estructura de las explicaciones o validez de las conclusiones. 2. Las múltiples manifestaciones del desarrollo y el subdesarrollo ¿Qué hace que se defina a un país como desarrollado o no desarrollado en la actualidad? Cotidianamente se nos habla de países desarrollados y países no desarrollados (o subdesarrollados o en vías de desarrollo). El desarrollo aparece, entonces, como un estado que caracteriza a algunas regiones y que está ausente en otras. Desde esta perspectiva, un país desarrollado sería aquel que posee un alto nivel de producción y un alto poder adquisitivo por persona y, como consecuencia de ello, una mejor calidad de vida. Pero ¿qué es una mejor calidad de vida? Los países desarrollados tienen una alta renta per cápita, es decir, unos elevados ingresos medios por persona por encima de los 10. 000 dólares anuales; una industria potente y tecnológicamente avanzada; un alto nivel de vida, que se refleja en el desarrollo de las infraestructuras y en la cantidad y calidad de servicios sanitarios, educativos, culturales, etcéctera Además, una buena parte de la población mantiene un elevado nivel de consumo. Parecería que en los países desarrollados se vive mejor, pues las personas tienen cubiertas sus necesidades de alimentación, educación, salud y acceden a una gran variedad de bienes y servicios. A continuación, se presentan en estricto orden alfabé- tico 21 países que podrían caracterizarse como desarrollados: Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Irlanda, Islandia, Italia, Japón, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Reino Unido, Singapur, Suecia y Suiza.3 Puede haber distintas opiniones sobre si ese listado es completo o no, e incluso si todos los países enumerados merecen estar allí, pero en cualquier caso ese conjunto se aproxima bastante a lo que de manera habitual identificamos como países desarrollados. Si aceptamos que esa lista se aproxima bastante a lo que es el mundo 3 Gómez López, A.: «¿Cuáles son los países desarrollados?», en Contribuciones a la Economía, n.° 82, julio 2007. Texto completo en CSE_Bertoni_2012-03-07.indd 19 3/7/12 5:09 PM Universidad de la República 20 desarrollado, resulta interesante constatar algunas características de este grupo de países: • Las tres cuartas partes (76 %) resultan ser países europeos. • 19 de esos 21 países están ubicados en zonas templadas del hemisferio norte. • Es posible que un país sin costas y montañoso alcance el desarrollo: Suiza lo demostraría. • En el trópico también se puede llegar al desarrollo: Singapur es un caso. • La vecindad parecería ser un factor determinante del desarrollo: solo 3 de los 21 países no tienen vecinos desarrollados: Australia, Japón y Singapur. La extensión del territorio o el número de habitantes no parecen ser factores determinantes del desarrollo. Los países subdesarrollados tienen una baja renta por habitante, que normalmente no alcanza los 2 000 dólares anuales; un desarrollo industrial escaso o incipiente, pero que, con frecuencia, depende de la inversión exterior y está basado en la mano de obra barata y en el alto consumo energético; recursos naturales destinados fundamentalmente a la exportación; una fuerte dependencia del exterior en tecnología, comercio y créditos; un reducido nivel de vida, con servicios de baja calidad e inaccesibles a una gran parte de la población; deficientes infraestructuras; un elevado índice de analfabetismo; un crecimiento demográfico muy elevado, y un bajo nivel de consumo. Además, la inestabilidad política, la corrupción y la desigualdad social son corrientes en estos Estados. Algunos datos estadísticos importantes Más de 1200 millones de personas viven con menos de un dólar al día y dos mil millones con menos de dos dólares diarios. Un 1% de la población mundial (unos sesenta millones de personas) acumulan una riqueza comparable a la de los 2.800 millones más pobres. Cada cuatro segundos muere una persona de hambre en el mundo. 1.160 millones personas no tienen acceso al agua potable, 2.300 millones a saneamiento adecuado. Más de cuarenta millones de personas padecen de enfermedad del SIDA. Más de catorce millones de niños han perdido a uno o a ambos padres por esa enfermedad. Más estadísticas interesantes El promedio mundial de automóviles por cada mil habitantes es de noventa, pero en los países desarrollados supera los cuatrocientos y son sólo diez en el África subsahariana y cinco en Asia meridional. Si en 2001, 883 italianos de cada mil tenían un teléfono móvil y en países como España y Bélgica lo tenían unos 740 ciudadanos, solo uno de cada mil habitantes de Liberia poseía un teléfono móvil, tres en la República Democrática del Congo, cuatro en Bangladesh y seis en India. La quinta parte de la población del planeta consume casi el 60% de la energía mundial. El consumo de petróleo por persona es de 500 kg de media en los países desarrollados, pero solo de 10 kg en Asia meridional. En el continente americano, mientras en Estados Unidos más de 800 personas de cada mil tienen un televisor, esta cifra desciende hasta unas 150 en Perú y Ecuador. Mientras en Noruega o Suecia existen más de setecientas líneas telefónicas por cada mil habitantes, solo hay una línea en muchos países pobres de Asia y África. En Australia, Canadá, Estados Unidos, Singapur o Europa septentrional más de la mitad de la población posee un ordenador personal. Por el contrario, menos del 1% de la población tiene acceso a este bien en la mayoría de los países del África subsahariana y en los más pobres de Asia. CSE_Bertoni_2012-03-07.indd 20 3/7/12 5:09 PM Comisión Sectorial de Enseñanza 21 En contraposición con el listado de países desarrollados, podría decirse que los no desarrollados constituyen una larga lista de países en los que habitan más de las dos terceras partes de la población mundial. Las diferencias entre ellos también son muy marcadas y podría decirse que el grupo es heterogéneo, ya que se encuentran países de desarrollo medio, como la mayoría de los países latinoamericanos y de Asia oriental, y también países en los que las personas viven en condiciones muy precarias. Estos últimos se ubican principalmente en Asia meridional y oriental (Afganistán y Pakistán), en Centroamérica (Haití) y, sobre todo, en África subsahariana. En muchos de los países no desarrollados se presentan situaciones de pobreza extrema y millones de personas pasan hambre y carecen, entre otros, de los servicios sanitarios y educativos más básicos. Pero aun en aquellos en los que se han reducido los índices de pobreza se aprecia una muy desigual distribución de la riqueza y del ingreso. América Latina es un claro ejemplo de la desigual distribución de la riqueza y del ingreso. Existe una minoría con grandes recursos económicos que controla los negocios, posee las mejores tierras y suele ocupar los puestos dirigentes del país o, al menos, influir decisivamente en las medidas políticas que se adoptan. Estas características de los países no desarrollados llevan a plantearse la cuestión de que a estas sociedades les falte desarrollo, pero en ellas conviven infraestructuras y niveles de vida propios de países desarrollados junto a situaciones de miseria y atraso. Ante esta constatación, el subdesarrollo no puede ser considerado una fase hacia el desarrollo, sino una malformación, una patología del desarrollo. Así entendida, la diferencia entre desarrollo y no desarrollo es mucho más compleja que la presencia o ausencia de ciertas características. Es necesario movilizar explicaciones de orden económico, político, social, cultural y también de las relaciones internacionales para entender por qué vastas áreas del planeta no han conseguido el desarrollo. Pero probablemente lo más importante, al momento de querer hacer algo para promover el desarrollo, es que las políticas que se implementen deberán ser, quizá, muy diferentes a las aplicadas por los países hoy desarrollados para alcanzar su situación actual. No obstante, lo planteado en esta sección solo constituye una aproximación muy intuitiva a lo que es el desarrollo a partir de la discusión sobre qué es un país desarrollado. En la sección siguiente se realiza un recorrido por las distintas concepciones de desarrollo hasta llegar a la presentación del paradigma dominante: el desarrollo humano sustentable como objetivo deseable. Desarrollo y subdesarrollo: un mundo de contrastes Cuando se pretende identificar países desarrollados y no desarrollados se apela muchas veces a las imágenes, y ciertamente estas pueden contribuir a discutir el tema, pero no necesariamente resultan concluyentes. Hagamos una prueba: La figura 1 y la figura 2 representarían dos realidades muy distintas y reflejarían niveles de desarrollo muy diferentes Figura 1. Nueva York (EUA) CSE_Bertoni_2012-03-07.indd 21 3/7/12 5:09 PM Universidad de la República 22 Figura 2. Río de Janeiro (Brasil) … y en parte confirmarían que EUA y Brasil ocupan lugares muy diferentes en cuanto al nivel de vida u oportunidades de las personas que allí habitan. Pero la realidad es mucho más compleja: en los países desarrollados podemos encontrar personas con nivel de vida similar al de las personas que habitan en países no desarrollados, y viceversa. En el mundo subdesarrollado hay marcados contrastes entre zonas en las que el nivel de vida y las infraestructuras son similares a los de los países desarrollados y zonas en que esos signos de progreso no solo están ausentes, sino que las condiciones de vida no son dignas de seres humanos; esos contrastes se viven —muchas veces— en una misma ciudad. Véanse las figuras 3 y 4, en las que puede apreciarse cómo coexisten opulencia y pobreza en dos regiones bien distintas desde el punto de vista de su ubicación en el planeta. Figura 3. Hong Kong CSE_Bertoni_2012-03-07.indd 22 3/7/12 5:09 PM Comisión Sectorial de Enseñanza 23 Contraste entre zonas ricas y pobres en Hong Kong y su puerto donde viven miles de personas en condiciones precarias. Figura 4. Río de Janeiro (Brasil) Incluso en el corazón del mundo desarrollado pueden aparecer «sorpresas». Nueva York es una ciudad de contrastes donde, apenas cruzando unas calles, se puede pasar de los barrios más ricos a los más pobres, que difieren tanto entre sí que inducen a pensar que se está en países diferentes. 3. El concepto de desarrollo: una construcción social Como se señala en el acápite, «cada sociedad y cada época tienen su propia formulación de qué es el desarrollo». De una manera simple pero ilustrativa, podría decirse que el moderno concepto de desarrollo apareció a mediados del siglo xx con una fuerte impronta economicista; que desde fines de los años sesenta ha surgido un conjunto de críticas a ese reduccionismo económico, y que en los últimos treinta años se ha ido gestando una concepción más integral y compleja del fenó- meno. Todo esto sin olvidar que de manera paralela fue surgiendo una corriente que cuestiona la idea misma de desarrollo (el postdesarrollo). CSE_Bertoni_2012-03-07.indd 23 3/7/12 5:09 PM Universidad de la República 24 3.1. Los orígenes: crecimiento y desarrollo Es un lugar común, entre quienes han estudiando la evolución del pensamiento sobre desarrollo, señalar que el término tuvo su origen —en el sentido moderno— en la segunda posguerra, asociado a la preocupación de la comunidad internacional por la situación y el futuro de una buena parte de la población del planeta que vivía en las zonas en que se producía la descolonización, así como en otras regiones rezagadas respecto a los niveles de vida alcanzados en el mundo industrializado. No obstante, las raíces del concepto ya estaban implícitas en las ideas de muchos de los pensadores de la Ilustración europea (siglo xviii) y más específicamente en la obra de los economistas clásicos. La preocupación de Adam Smith por el origen de la riqueza de las naciones y los planteos de Marx respecto al proceso dialéctico que conduciría a una sociedad sin explotados ni explotadores son ejemplos de cómo la reflexión sobre el futuro y el bienestar de la humanidad ocupaba un lugar destacado en sus desarrollos teóricos. La idea de progreso conquistó el siglo xix de la mano del avance del positivismo y constituyó la clave de las ideas de Comte respecto a la dinámica del desarrollo de las sociedades humanas: de la mano de la ciencia era posible imaginar en el futuro el mejoramiento de las condiciones de vida de la humanidad. El corolario de esta visión fue la gestación del concepto de «misión civilizadora» en los países más ricos y el ejercicio de acciones imperialistas de carácter mesiánico para ayudar a los más pobres y atrasados a beneficiarse del progreso. El optimismo decimonónico fue herido de muerte por la «era de las catástrofes». Dos guerras mundiales y los costos humanos de las experiencias totalitarias constituyeron golpes terribles al pensamiento liberal-racionalista y cuestionaron los fundamentos de aquella visión lineal del desarrollo humano asociada a la idea de progreso. Precisamente, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la reformulación de un nuevo orden internacional requirió definiciones en cuanto al escenario deseable y el tipo de acciones necesarias para promover los procesos tendientes a alcanzarlo. Ese fue el contexto en que emergieron los conceptos de desarrollo y subdesarrollo. En el terreno de la política y en el de la academia surgieron ideas y teorías que pretendieron dar cuenta del fuerte contraste que marcaba la realidad entre áreas ricas y pobres, el origen de esas diferencias y los posibles caminos para superar esa flagrante injusticia. Todo ello en el marco de un mundo dividido en dos por la Guerra Fría entre el occidente capitalista y el este socialista. Carta del Atlántico El Presidente de los Estados Unidos de América y el Primer Ministro representante del Gobierno de S. M. en el Reino Unido, habiéndose reunido en el Océano, juzgan oportuno hacer conocer algunos principios sobre los cuales ellos fundan sus esperanzas en un futuro mejor para el mundo y que son comunes a la política nacional de sus respectivos países: … 5. Desean realizar entre todas las naciones la colaboración más completa, en el dominio de la economía, con el fin de asegurar a todos las mejoras de las condiciones de trabajo, el progreso económico y la protección social… Declaración conjunta del Primer Ministro Británico W. Churchill y el Presidente de los Estados Unidos F. Roosevelt, suscrita el 14 de agosto de 1941, a bordo del USS Augusta, mientras navegaba por el Océano Atlántico CSE_Bertoni_2012-03-07.indd 24 3/7/12 5:09 PM Comisión Sectorial de Enseñanza 25 En el plano político, tres documentos podrían considerarse fundacionales en esta fase de gestación de la idea de desarrollo: la Carta del Atlántico (1941), la Declaración de la Conferencia de San Francisco (1945) y el Punto iv de Truman (1949). En ellos se ofrece una visión de cuáles son los problemas del desarrollo y el subdesarrollo y cuáles las estrategias para superar las desigualdades. De manera simultánea a estas acciones políticas, se produjo un importante movimiento intelectual en el ámbito de las ciencias sociales que tuvo importante impacto en la ciencia económica, la sociología y la antropología, y que se expresó en el nacimiento de la economía del desarrollo y de la teoría de la modernización, como resultado de las reflexiones teóricas dirigidas a entender y explicar los procesos de mejoramiento de las condiciones de vida en occidente y la discusión de su aplicabilidad a otras regiones. El concepto de desarrollo que manejaban aquellos pioneros estaba íntimamente asociado a la idea de que había un modelo a imitar que correspondía al de las sociedades occidentales «desarrolladas» y que a través de un proceso lineal, que implicaba necesariamente el crecimiento económico, los países «no desarrollados» o «subdesarrollados» podrían alcanzar niveles de vida y bienestar modernos. En buena medida, esta concepción del desarrollo suponía que el crecimiento económico tendría derrames positivos sobre toda la estructura social y determinaría transformaciones en el orden político y cultural que viabilizarían el pasaje de sociedades tradicionales a sociedades modernas y, con ello, la posibilidad de disfrutar de mejoras en la calidad de vida. En esta concepción se destacan dos características fundamentales: el eurocentrismo y el economicismo. El eurocentrismo refiere a que se concibe al desarrollo como un proceso de implantación del modelo social de Europa y Occidente, proceso que además se presenta como lineal a través de sucesivas etapas. El economicismo se refleja en la idea dominante de que el crecimiento es la condición necesaria y suficiente para mejorar las condiciones de vida de la sociedad. Así, el concepto de desarrollo aparece identificado como el proceso a través del cual los distintos países no Carta de las Naciones Unidas (Aprobada el 26 de junio de 1945, al terminar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional en San Francisco) Capítulo I: Propósitos y Principios Artículo 1 Los propósitos de las Naciones Unidas son: … 3. Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religion;… Capítulo IX: Cooperación Internacional Económica y Social Artículo 55 Con el propósito de crear las condiciones de estabilidad y bienestar necesarias para las relaciones pacíficas y amistosas entre las naciones, basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, la Organización promoverá: a. niveles de vida más elevados, trabajo permanente para todos, y condiciones de progreso y desarrollo económico y social; b. la solución de problemas internacionales de carácter económico, social y sanitario, y de otros problemas conexos; y c. la cooperación internacional en el orden cultural y educativo; y el respeto universal a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión, y la efectividad de tales derechos y libertades. CSE_Bertoni_2012-03-07.indd 25 3/7/12 5:09 PM Universidad de la República 26 desarrollados experimentan el crecimiento económico moderno: «[…] un aumento a largo plazo de la capacidad para proveer a la población de bienes económicos cada vez más diversificados. Esta capacidad creciente está basada en el adelanto de la tecnología y los ajustes institucionales e ideológicos que tal adelanto exige» (S. Kuznets, 1971: discurso pronunciado al recibir el Premio Nobel). El crecimiento económico moderno tiene seis rasgos característicos: • La economía presenta altas tasas de crecimiento de la cantidad de bienes y servicios producidos, por lo que se incrementa el producto interno bruto por habitante como resultado de un incremento de la tasa de inversión (crecimiento económico). • El ritmo de crecimiento de la población se acelera como resultado de mejoras en la calidad de vida y, posteriormente, se producen cambios en las conductas reproductivas que influyen decisivamente en las variables demográficas (transición demográfica). • La aceleración del progreso técnico contribuye al crecimiento de la productividad, lo que permite mejorar las condiciones de vida a pesar del incremento poblacional (cambio tecnológico). • Se asiste a un cambio estructural de la economía y se observa una mayor participación del sector manufacturero y, posteriormente, de los servicios, donde se ocupa progresivamente más mano de obra en detrimento del sector primario —agro, minería— (cambio estructural). • La sociedad muestra cambios muy profundos en las relaciones interpersonales y en las formas de gobierno, así como en las ideas predominantes sobres el futuro común: se establecen nuevas reglas de juego (cambio institucional). • Hay un incremento de las relaciones económicas internacionales que multiplican las oportunidades pero al mismo tiempo generan riesgos, lo que determina en buena medida las políticas económicas y sociales (integración económica internacional). «Punto 4» de Truman En cuarto lugar: Nos es necesario dar a conocer un nuevo programa, que a la vez, sea audaz y ponga el acento en las ventajas de nuestro avance científico y de nuestro progreso industrial, al servicio del mejoramiento y del crecimiento de las regiones subdesarrolladas. Más de la mitad de la población mundial vive en condiciones al límite de la miseria; alimentación precaria; víctima de enfermedades. Con una economía primitiva y estancada. La pobreza es un impedimento y una amenaza tanto para ellos como para las regiones más prósperas. Por primera vez en la historia, el hombre tiene al alcance de la mano los conocimientos técnicos y prácticos susceptibles de aliviar el sufrimiento de estas personas… Nuestros recursos en conocimientos técnicos, que físicamente no pesan nada, no cesan de crecer y son inagotables. Creo que deberíamos poner a disposición de los pueblos pacíficos las ventajas de nuestra reserva den conocimientos técnicos a fin de mejorar la vida a la que ellos aspiran. Y con la ayuda de otras naciones deberíamos acrecentar la inversión de capitales en países que lo necesitan para fomentar su desarrollo… Estos nuevos desarrollos económicos deberán ser concebidos y controlados, de manera que los aprovechen las poblaciones de las naciones donde serán puestos en marcha… El antiguo imperialismo, la explotación al servicio del provecho extranjero, no tiene nada que ver con nuestras intenciones. Lo que nosotros visualizamos es un programa de desarrollo basado en los conceptos de una negociación equitativa y democrática. Discurso del Presidente de los Estados Unidos Harry Truman, pronunciado ante el Congreso el 20 de enero de 1949. CSE_Bertoni_2012-03-07.indd 26 3/7/12 5:09 PM Comisión Sectorial de Enseñanza 27 A pesar de que surgieron distintas teorías del desarrollo y que sus énfasis fueron distintos respecto a las fuerzas dinámicas y las condicionantes del proceso, la importancia que asignaron al crecimiento económico hizo que se impusiera la idea de que crecimiento y desarrollo iban de la mano y que la cantidad de bienes y servicios que una sociedad era capaz de producir constituía un buen indicador para identificar el grado de desarrollo. El ranking del desarrollo podría construirse a partir de la comparación del producto interno bruto por habitante. 3.2. Las críticas al economicismo y la génesis de una nueva concepción del desarrollo La economía del desarrollo estampó su sello en el concepto de desarrollo dominante en los años cincuenta y sesenta. Pero la terca realidad se encargó de socavar esa hegemonía: el crecimiento económico no se concretó en vastas zonas del planeta (especialmente África) y, allí donde tuvo lugar, las mejoras en la calidad de vida de las grandes mayorías de la población se vieron acompañadas de pérdidas de libertades. En algunos lugares, incluso, produjo más desigualdad y pobreza que las existentes antes de la experiencia de crecimiento. Entre las críticas más duras a aquella concepción cabe señalar el planteo de Dudley Seers (economista británico), quien enfatizó los problemas específicos que deben enfrentar las sociedades subdesarrolladas, muy diferentes a los que enfrentaron los países de Europa y Estados Unidos para alcanzar el grado de desarrollo que ostentaban en la segunda mitad del siglo xx. Pero, especialmente, es de destacar su énfasis en definir que el concepto de desarrollo está lleno de juicios de valor y por lo tanto implica una dimensión normativa. Discutir los problemas del desarrollo supone una previa toma de posición sobre cuál es el desarrollo deseable y, en tal sentido, es categórico en señalar que desarrollo es generar las condiciones necesarias para la realización del potencial de la personalidad humana.4
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