HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. Marx
Enviado por blaanquita19 • 23 de Abril de 2016 • Apuntes • 4.773 Palabras (20 Páginas) • 276 Visitas
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA
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MARX
- Vida y obras:
Karl Marx nació en Tréveris (Alemania), en 1818, en una familia de la burguesía. Sus padres eran de origen judío. Para poder ejercer como abogado, su padre tuvo que hacerse
protestante debido a las leyes anti-semitas de la época. Marx estudió Derecho y Filosofía en la Universidad alemana de Bonn y luego fue a Berlín para ampliar estudios. Por sus ideas políticas, el joven Marx tuvo que huir a París, donde conoció a su amigo Engels y se convirtió en líder de la defensa de los obreros, por lo que también terminó siendo expulsado de Francia. Marx vivió en los inicios del Capitalismo industrial y pudo ver las duras condiciones de vida del proletariado de la época. Esto influyó claramente en su pensamiento revolucionario. Con Engels se instaló en Bruselas, en donde redactaron el Manifiesto Comunista de 1848. Como resultado también lo echaron de allí, y terminó viviendo en Londres. Allí escribió El Capital, otra de sus obras más conocidas. En 1864, participó en la 1ª Internacional de los Trabajadores, pero se enfrentó dialécticamente al anarquismo de Bakunin. Desde entonces se separarán comunistas y anarquistas. En Inglaterra, Marx vivió por la ayuda económica de sus amigos, sobre todo de Engels. Murió en la pobreza en Londres, en 1883.
Además de las obras ya citadas: el Manifiesto comunista y el Capital, Marx escribió otras obras muy conocidas como La Ideología alemana, Los manuscritos sobre economía y filosofía, Las Tesis sobre Feuerbach o La Sagrada familia, algunas de ellas fueron escritas en colaboración con Engels.
- Influencias en su pensamiento:
La primera influencia destacable es su propia época histórica, en los inicios del capitalismo industrial en Europa, para lo cual sirva de ejemplo, el informe del Dr. Villermé, de 1840, sobre la situación de los niños en las fábricas textiles de Lyon: “Niños muy pequeños son ocupados en el torno destinado a los carretes mecánicos de las máquinas de tejer; allí constantemente encorvados, sin movimientos, sin posibilidad de respirar aire puro y libre, contraen irritaciones que se convierten luego en tumores. Sus débiles miembros se deforman, y su espina dorsal se desvía. Otros niños son ocupados en hacer girar ruedas que ponen en movimiento largos mecanismos de devanar; la nutrición de los brazos se hace a expensas de sus piernas y estos pequeños desdichados tienen a menudo los miembros inferiores deformados. Niños que permanecen 16 y 17 horas trabajando de pie, en una habitación cerrada…No es un trabajo a destajo, es una tortura que se aplica a niños de 6 a 8 años, mal alimentados, mal vestidos, obligados a recorrer desde las 5 de la mañana la larga distancia que los separa de los talleres, a la cual se agrega, por la noche, el regreso desde los mismos lugares”… Esas duras condiciones de trabajo del proletariado, en los inicios del capitalismo industrial fueron, sin duda, la mayor influencia sobre la actitud revolucionaria del pensamiento de Marx.
Además, desde un punto de vista filosófico, Marx se formó en el Idealismo filosófico heredero de Hegel, discípulo de Kant, concretamente en la llamada izquierda hegeliana. Aunque Kant había distinguido entre la realidad conocida por nosotros, como fenómeno, y el noumeno, como realidad en sí misma, desconocida para nosotros, sus sucesores fueron eliminando el límite del noumeno y terminaron por hacer coincidir la realidad en sí con la realidad conocida. Para Hegel: “la realidad es racional” y es la manifestación de la Razón. La verdad es el todo y se puede ver la unidad del todo dentro de las diferencias. No se puede poner límites a la Razón. Lo incondicionado y lo absoluto se pueden pensar. La Filosofía es para Hegel la ciencia de lo absoluto. Pero la realidad no es algo inmóvil, sino que es algo dinámico. Al evolucionar la Razón se va desplegando siguiendo el método dialéctico de la tesis – la antítesis – y la síntesis, que supera las dos fases primeras (tesis y antítesis), integrando las diferencias en una unidad superior (la síntesis). Como un ejemplo de esto último, podemos verlo en la historia de la Filosofía: si el Racionalismo fue la tesis y el Empirismo, la antítesis, el Idealismo Transcendental de Kant, sería la síntesis.
A la muerte de Hegel, sus herederos del Idealismo se dividieron en dos grupos: la derecha hegeliana, que interpretó el pensamiento de Hegel en sentido espiritual, conservador y defensor del Estado Prusiano, afirmando que el todo era Dios, la realidad, una manifestación de la grandeza divina; y el Estado Prusiano, el momento en que se podían superar todas las contradicciones que habían surgido en la Historia. Por el contrario, la izquierda hegeliana, mucho más crítica, no veía en el Estado ese lugar de reconciliación de las contradicciones, viendo las duras condiciones de vida del proletariado.
Dentro de la izquierda hegeliana, en la que se integró el joven Marx, destacó Feuerbach, quien afirmaba que era el hombre el que había creado a Dios a partir de la alienación religiosa, que consistió en tomar lo mejor del propio hombre, su inteligencia, bondad, etc. y proyectándolo fuera de sí hasta una perfección infinita, pasó a adorarlo como si se tratara de un ser real. Marx estará de acuerdo, aunque afirma que la auténtica alienación empieza en el terreno económico, no en el pensamiento.
Marx no creía en nada espiritual. Dice que el mundo es solo materia. El hombre también. No cree en el alma y es claramente ateo. Dirá que la religión es “el opio del pueblo” porque con la promesa de una felicidad futura en el cielo, atonta a los hombres (como una droga), haciendo que no luchen por conseguir su bienestar en la tierra. Los obreros de su época viven en la alienación, porque no viven como podrían hacerlo, sino que están siendo engañados y oprimidos en una sociedad capitalista que los explota.
Marx recoge los conceptos de alienación y de evolución dialéctica pero los reinterpreta en clave materialista. Afirma que el movimiento dialéctico se da en la naturaleza y la historia, en el mundo real y finito, eliminando toda la interpretación teológica. Dirá que es a partir de la contradicción y de la lucha entre clases sociales como va progresando la Historia. Desde su concepción materialista de la historia, en su obra “la Ideología alemana”, se enfrentará con ironía contra otros filósofos hegelianos, como Bruno Bauer o Max Stirner, que aunque eran de la izquierda hegeliana no habían profundizado en la crítica, quedándose solo en lo superficial, en la crítica de las ideas religiosas, sin darse cuenta de que la verdadera alienación se daba en el terreno económico y social. No era suficiente el denunciar la alienación religiosa para poder superarla, sino que había que modificar las condiciones reales de vida que permiten que surja.
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