Había Una Vez...
Enviado por magvc12 • 26 de Diciembre de 2013 • 1.066 Palabras (5 Páginas) • 322 Visitas
Había una vez, y no importa que todos los cuentos inicien igual, las historias de amor suelen tener algo en particular.
¿Alguna vez han sentido eso que llaman mariposas en el estomago?; yo tampoco hasta que mire a una hermosa niña de ojos aceituna y cabellos rizados, su sonrisa era perfecta y juraría que pude ver en ella un resplandor, mis hermanos me aseguraron que la secundaria seria difícil pero haber visto a aquella niña me dejo sin palabras y me alegro el día sin dudarlo, camine hacia ella y en un acto tonto sonreí y la salude con un simple ”hola”… ella me miro dulce me regreso el saludo y camino lejos del lugar donde estaba, y aunque esta no sea la historia verdadera este instante fue el que me llevo a escribir este cuento…
Había una vez en una pequeña villita un joven carpintero sus padres eran humildes y él era sencillo y trabajador, trabajaba duro para poder ayudar a su familia con los gastos de la casa y al mismo tiempo para poder ayudar a su padre a pagar todas aquellas deudas que habían logrado acumular. Un día salió a entregar un mueble que había fabricado su padre para una familia rica que se acababa de mudar a la villa, tomo el mueble y con
dificultad lo subió al carro, empujo varias calles y al fin llego a una casa grande y bien arreglada digna de una familia con poderío económico, toco la puerta y hombre grande salió para atenderle, lo recibió amablemente y lo ayudo a pasar con aquel mueble tan fino, el señor le indico al joven que seria un regalo para su amada esposa que cumpliría años próximamente, así que debía ayudarlo a acomodarlo en el dormitorio ya que era un ropero grande donde su señora podría acomodar todas aquellas cosas ostentosas que poseía, al subir a la habitación para acomodar el mueble paso por una habitación donde observo a una hermosa joven de cabellos rizados que se cepillaba pacientemente ella noto que la miraba y volteo para apreciar a su admirador, sonrió y amablemente dijo:
-Hola, buenas tardes, ¿puedo ayudarte en algo?
El joven solo pudo negar con la cabeza y siguió su camino hacia la habitación principal donde coloco aquel enorme ropero, salió a toda prisa pero una vez mas hecho una mirada hacia aquella habitación de la hermosa joven y la contemplo una vez mas esta vez sin perder de vista esos ojos aceitunados que se escondían detrás de un mechón castaño bien rizado.
Al regresar a su casa no dejo de pensar en aquella hermosa joven que era como un sueño hecho realidad, vivió enamorado de aquella joven de ojos aceituna y cabello castaño rizado de la cual no supo mas que eso, él era un joven carpintero sin gran aspiración y ella era una joven que debió venir de un lugar lejano, donde fue educada refinadamente y aprendió las artes de la sociedad mientras que el apenas y lograba utilizar los cubiertos con propiedad.
Pasaron los meses y el solo lograba verla por las tardes pasear por el jardín de hogar con un perro, ella tocaba las rosas y se divertía
...