Historia De Lao Tse

HISTORIA DE LAO- TSE.

El período histórico que va del año 771 al 481 a.C. es uno de los más densos de la historia china, se le da tradicionalmente el nombre de “Primavera y otoño” debido al título de una célebre crónica que escribiera Confucio. El reinado de los Chou, cuya dinastía se había afirmado en el siglo XI a.C., había podido establecer sólidamente su dominio en el valle del Río Amarillo -cuna de la civilización china-, pero estaba en plena decadencia y si bien un rey se sentaba aún en el trono en la capital Lo-yang, no ejercía éste su autoridad más que en el territorio inmediatamente próximo a la ciudad. Entre el fulgor de las armas y el clamor de las batallas no se perdió ni se debilitó el concepto de unidad nacional, de modo que continuaron tomando forma las expresiones más genuinas de aquella civilización, y en particular el pensamiento filosófico en sus escuelas fundamentales, confucianismo y taoísmo. El legendario fundador del taoísmo, Lao-Tse, nació y vivió, según la tradición, en esta época de elaboración moral y material, de la que la nación china saldría mejorada y renovada.

LAO-TSE.

No se puede afirmar que Lao-Tse, a quien se considera tradicionalmente como el fundador del taoísmo, haya existido. Sin embargo “es cierto que en el actual distrito de Lu-yi, en el Honan, se muestra aún un templo, el T’ai-ch’ing-kung o ‘Palacio de la máxima pureza’, que se dice erigido sobre la casa donde nació el filósofo.

“Según la biografía contenida en el Shih-chi, el fundador del taoísmo se habría llamado, en realidad, Li Erh, y Lao-Tse no sería más que un sobrenombre” . Los dos caracteres que componen este sobrenombre pueden significar, al mismo tiempo, “Viejo Filósofo” y también “Viejo Niño”. Este segundo significado fue aprovechado por la leyenda posterior, que pretendió hacerlo nacer luego de setenta y dos años de gestación en el seno materno, por lo que habría nacido canoso y ya docto, sin la necesidad de obtener su propia ciencia en la escuela de otros maestros.

Los eruditos chinos fijan el nacimiento de Lao-Tse en el año 604 a.C.; la tradición pretende que Lao-Tse vivió ochenta y cuatro años, por lo que habría muerto en 520, en tiempo para conocer a Confucio.

Lao-Tse fue archivero en la corte de los Chou, en Lo-yang, y allí pasó su madurez y su vejez, sin interesarse nunca activamente en la vida pública, pero sumergiéndose en los estudios y observando los sucesos que se desarrollaban a su alrededor.

Durante estos años, en el 522 a.C., se coloca, tradicionalmente, el encuentro del joven Confucio y el anciano Lao-Tse, que ninguna prueba confirma, pero que les ha gustado imaginar tanto a confucianos como a taoístas. Confucio, presentado joven en el coloquio (en China nunca se consideró compatible la sabiduría con la juventud), es el derrotado en la confrontación de las diversas ideas, por lo que se ve obligado a expresar toda su admiración por el Viejo Filósofo, mientras éste mantiene inalterada su altivez y su distancia. Lao-Tse le reprochaba a Confucio que persiguiera quimeras ina1canzables: “vanas palabras sin sentido”, humanidad y justicia; mientras que Confucio consideraba al “Viejo Filósofo” evadido de la realidad terrena.

Luego

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