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Idealismo Trascendental Kant


Enviado por   •  5 de Julio de 2015  •  6.376 Palabras (26 Páginas)  •  313 Visitas

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Idealismo trascendental KANT

Immanuel Kant (1724-1804)

La Filosofía Teorética

Racionalismo y Empirismo: El Realismo.

El racionalismo sostiene que puede conocerse con ayuda de la sola razón, gracias a la cual se enuncian proposiciones del tipo: “la suma de los ángulos interiores de un triángulo es igual a dos rectos”. Estos son juicios que se caracterizan por ser necesarios y universales, es decir, que valen para todos los casos, (universales) y que no pueden ser de otra manera (necesarios). Un saber que realmente merezca el nombre del conocimiento – dice el racionalismo – tiene que ser necesario y universal.

Pero ocurre que la experiencia no proporciona ningún conocimiento de este tipo. Lo que enseña nunca es necesario y universal, sino contingente y particular.

Para el racionalismo, el conocimiento empírico no es verdadero conocimiento. El único conocimiento propiamente dicho es el que proporciona la razón por sí sola. Y la razón tiene la capacidad de alcanzar la cosas en si mismas, el fondo ultimo de las cosas, permite conocer, no las cosas tales como se nos aparecen, sino las cosas tales como son en si, la verdadera y ultima realidad. Por lo tanto es una facultad mediante la cual puede saberse – entre otras cosas – si existe Dios o no existe, si el alma es inmortal o no lo es, si el mundo es finito o infinito, si el hombre es libre o está determinado necesariamente en todos sus actos.

El empirismo, en cambio, sostiene la tesis contraria: el único conocimiento legítimo, y el fundamento de todo conocimiento es la experiencia vale decir, los datos que proporcionan los sentidos.

Según el empirismo, no puede conocerse absolutamente nada acerca de las cosas en si, sino solo los fenómenos que se dan en la experiencia

Empirismo y racionalismo, resultan posiciones contrapuestas, teorías enemigas. Pero para ser enemigo hace falta siempre cierta coincidencia con el adversario. Y también esta polémica entre el empirismo y racionalismo reposa sobre una coincidencia de fondo, con lo que se verá que Kant no es en rigor ni racionalista ni empirista, puesto que supo orientarse hacia una zona mas fundamental que aquella sobre la que se movía la oposición racionalismo – empirismo.

El racionalismo y empirismo coinciden en ser formas del realismo. Se va emplear para designar la teoría que sostiene que en el acto de conocer lo determinante es el objeto, que cuando se conoce, quien tiene la primera y última palabra no es el sujeto, sino la cosa misma. El sujeto cognoscente, es comparable a un espejo donde las cosas se reflejan.

Tal “espejo” puede reflejar las cosas mediante la razón (racionalismo) o mediante los sentidos (empirismo), pero en cualquier de los dos casos el esquema es exactamente el mismo: conocer quiere decir reflejar, reproducir las cosas. Lo que se refleja será en cada caso diferente, porque el racionalismo se tratará de copiar de las cosas en sí mismas, el fundamento ultimo de ellas, y para el empirismo se mostrará en el espejo solamente el fenómeno, la apariencia de las cosas, pero en los dos casos, el conocimiento se concibe como actitud fundamentalmente pasiva.

Según el realismo, el conocer es una actitud puramente contemplativa, teorética: el sujeto cognoscente no hace más que contemplar el espectáculo que la realidad le ofrece. Por ello tanto el racionalismo cuanto el empirismo definen la noción de verdad diciendo que un conocimiento es verdadero cuando coincide con el objeto conocido, con la cosa a que se refiere. En el caso del empirismo, la cuestión está clara: la percepción tiene que coincidir con las cosas sensibles para ser verdadera.

La revolución Copernicana.

El problema de la esencia del conocimiento consiste en determinar si en efecto el sujeto es meramente receptivo en el acto de conocer, como pretende el realismo, o si no es un espejo y el conocimiento se convierte así, en una especie de acción, de praxis. Esta es justamente la opinión de Kant, que sostiene que conocer no es, en su fundamento, reflejar los objetos sino que es ante todo trazar el horizonte dentro del cual los objetos son objetos vale decir, construir el ámbito de objetividad.

Supónganse, que todos los seres humanos nacieran con gafas de cristales azules, y que formasen parte de nuestro órgano visual, y que si nos lo quitaran equivaldría a arrancarnos los ojos y que no nos diésemos cuentas que tenemos puestos tales anteojos. Entonces ocurría que todo lo que vemos nos parecería azul, lo cual nos llevaría a suponer, que las cosas la “vemos azules”, sino que realmente “son” azules – aunque la verdad fuese que en sí mismas no nos azules y que estaríamos contribuyendo a otorgarles un cierto carácter, la estaríamos “azulando”. De este modo conocer no sería ya mero reflejar las cosas sino operar sobre ellas, transformándolas.

Para Kant., según esto, conocer es ante todo “elaborar” las cosas que estén incondiciones de constituir objetos.

La filosofía Prekantiana y para todo realismo, el conocimiento era pura teoría, contemplación. (Aristóteles consideraba la vida teorética o contemplativa como la forma de vida más alta. Pero con Kant, el conocimiento, no es ya teoría, sino una cierta operación transformadora que el sujeto cumple: Conocer quiere decir elaborar el objeto. Hegel, su discípulo, va a terminar sosteniendo que conocer significa directamente crear el objeto del conocimiento, mas aun, la realidad. El núcleo de la actividad humana, no se encontrará en la actitud teorética, sino en esta especial forma de “actividad”, de praxis, que es el conocimiento tal como Kant lo entiende. Enfoca el conocimiento: como elaboración, es decir, “fabricación, del objeto.

El objeto cognoscente podría compararse con un individuo que naciese con lentes coloreadas. Para que esta persona pueda ver, se precisan dos elementos: de un lado, los anteojos, y el otro las cosas visibles, si falta cualquiera de los dos, el conocimiento se hace imposible. Esto significa que el conocimiento envuelve dos factores:

1) La estructura de nuestra “razón”, que es independiente de la experiencia, pero la razón, para poder funcionar en este especial tipo de conocimiento que consiste en “modelar” los objetos, requiere, 2) un “material” modelable, las impresiones. Así se lee en la Crítica de la razón pura:

“… ni conceptos sin intuición que de alguna manera les corresponda, ni intuición sin conceptos, pueden dar un conocimiento, porque pensamientos sin contenido son vacíos, intuiciones sin conceptos son ciegas…”

La “razón” está constituida, de un lado por el espacio y el tiempo, que Kant llama formas puras de la sensibilidad

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