Ilustración como medio y fin

Flórez Charry Daniela

Freile Vidal Carmen

Sanjuán Ahumada María A.

ILUSTRACIÓN, COMO MEDIO Y FIN

La ilustración fue un movimiento cultural que nació en Francia y pronto se desarrolló en toda Europa a lo largo del siglo XVIII y cuya característica principal es iluminar con la <> a los hombres, siendo visto este como un método  para llegar a la perfección social; también tenían como propiedad el optimismo en la capacidad del ser humano y el progreso de la ciencia; todo esto buscando acabar con las tinieblas de la superstición y la ignorancia creada por las doctrinas tradicionales y los dogmas establecidos por la religión, buscando que el ser humano se sirviera de su propio entendimiento para que así le diera entrada al pensamiento lógico, al individualismo y laicismo.

Uno de los representantes notorios de este movimiento fue el alemán Immanuel Kant, quien en su texto “¿Qué es la ilustración?” (1784) intenta responder de manera amplia y clara este interrogante. Basados en la solución a este interrogante nos cuestionamos  ¿Es acaso la ilustración la solución a la falta de progreso en una comunidad? ¿Es esta la llave máxima para una sociedad perfecta? ¿O simplemente es una forma diferente de engaño al creer que el  ser humano será libre en el momento en que comience a ser autónomo y racional?, para respondernos estos interrogantes utilizaremos como punto de referencia la comunidad imaginaria de Dogville (2003) del director danés Lars Von Trier, al igual que la narración del mexicano Luis Estrada en su película La ley de Herodes (1999). Basados en la realidad de estos escenarios trataremos de responder los interrogantes anteriormente planteados.

Kant se pregunta si vivimos en una época ilustrada, vehementemente él mismo contesta que no, pero manifiesta estar en una época de ilustración, pero la sola concepción de esta última resulta utópica, primero porque la ilustración exige la exposición de pensamientos, pero es justo allí donde surge las inconformidades y ambivalencias pues cada persona está sujeta a fundamentos propios, su forma de pensar y de ver el mundo hará que difiera de la otra puesto que, hay fundamentos y cantidad de pensamientos como hombres en el mundo. Por tanto es difícil que converja el pensamiento humano, quizás es esta la razón por la cual en la comunidad mostrada en la película La ley de Herodes encontramos tantos enfrentamientos, las escenas nos muestran a un pueblo totalmente dividido en busca de su bien personal, conocemos entonces que este pueblo regidos solo bajos sus propias reglas no conoce una autoridad positiva, sólo reconoce un gobernante como mediador de problemas particulares. Observamos aquí que dicha comunidad no tiene una percepción de lo que una seria comunidad próspera y activa, que se preocupa por el bienestar de la misma y que se ocupe de mejorar su calidad de vida. Ninguno de los individuos que hacen parte de esta comunidad es capaz de exigir a dicho gobernante una mejor gestión puesto que su idea de comunidad progresista es nula y sólo se resignan a la solución de conflictos como la mejor forma de sobrellevar una comunidad con evidentes carencias. Se conforman tan sólo con paños de agua tibia sin pensar qué más allá se puede encontrar la cura al problema social que están enfrentando, será muy difícil entonces emprender un camino si no se tiene una meta y será igual de difícil tomar las riendas de un pueblo si no se conoce lo que se quiere hacer de él.

Ahora surgirá una nueva pregunta ¿Basta solamente con una persona que salga de aquel oscurantismo para llevar a una comunidad a una realidad ideal?  

Hay quienes creen tener la capacidad de poder ilustrar el pensamiento del mundo, creen que pueden cambiar el comportamiento de las personas, creen poder librar a las personas que “viven atadas a la oscuridad”. Pero solo este pensamiento aunque comience siendo algo positivo, siempre terminara en el fracaso, el autor Kant en su texto nos dice:

“Ciertamente, siempre se encontrarán algunos hombres que piensen por sí mismos, incluso  entre los establecidos tutores de la gran masa, los cuales, después de haberse auto liberado del yugo de la minoría de edad, difundirán a su alrededor el espíritu de una estimación racional del propio valor y de la vocación de todo hombre a pensar por sí mismo. Pero aquí se ha de señalar algo especial: aquel público que anteriormente había sido sometido a este yugo por ellos obliga más tarde, a los propios tutores a someterse al mismo yugo; y esto es algo que sucede cuando el público es incitado a ello por algunos de sus tutores incapaces de cualquier Ilustración.”

...