Invremente Su Rendimiento
Enviado por coromotovilla • 11 de Abril de 2013 • 1.898 Palabras (8 Páginas) • 305 Visitas
Usted puede incrementar su rendimiento a medida que aumenta su capacidad para captar imágenes precisas, claras y rápidas de lo que sucede en su entorno.
Donde se originan las experiencias
El efecto acumulativo de la investigación científica con seguridad está haciendo su trabajo más complejo. Para enfrentar este desafío necesita incrementar su rendimiento. En la medida que usted fracasa para lograrlo, lo vuelve más consciente del aumento en sus presiones de tiempo.
Los principios de trabajo descritos en la parte 1 establecen que es posible superar las presiones de tiempo e incrementar su rendimiento al perfeccionar sus técnicas de autocontrol. Para lograrlo necesita adiestrarse en el manejo de cada uno de los elementos más pequeños de su experiencia. A la luz del conocimiento actual, ¿cuáles son los elementos más pequeños de su experiencia que puede aprender a reconocer y perfeccionar?
Para dar una pista de la respuesta a esta pregunta, considere los recientes hallazgos en neurología y psicología. Del mismo modo que la física nuclear tuvo sus inicios poco antes del comienzo de este siglo, la investigación sobre el cerebro y el sistema nervioso se ha llevado a cabo, en gran medida, desde 1900.
Toda nuestra experiencia, la que ahora se manifiesta, es el resultado de las actividades de una clase de células especiales llamadas neuronas o células nerviosas. Estas se encuentran en nuestro cerebro, médula espinal y nuestras fibras nerviosas. La parte más compleja de nuestro cerebro, la corteza externa o córtex, contiene cerca de 15 000 000 000 de estas neuronas. Dentro de esta masa de células interconectadas, de manera todavía desconocida para nosotros, se originan nuestras experiencias. Cuando nos detenemos a pensar que una experiencia probablemente es un grupo de estas células nerviosas activadas, como las luces sobre la marquesina de un teatro, puede tener idea de la cantidad de combinaciones de experiencias que sería posible lograr con 15 mil millones de células. No es de extrañarse que parezca ilimitado lo que podemos aprender.
Desde nuestros ojos, oídos, nariz, lengua, piel y otras superficies corporales sensibles, millones de pequeñas fibras nerviosas llevan impulsos hacia esta computadora central. A partir de esta corriente ininterrumpida de señales que ingresan, nuestro cerebro clasifica algunas de estas señales y las organiza en series de impresiones o imágenes separadas. Usted logra el efecto de imágenes continuas, ya que el cerebro, como un proyector de imágenes en movimiento, las lanza sobre la pantalla de nuestra atención tan rápido, que no logramos percibir espacios.
Si usted se detiene por un momento y se observa encontrará que en cualquier momento su atención se encuentra dominada por una impresión. Puede pasar con rapidez de observar a escuchar, o leer y luego volver a mirar, pero cada cambio se hace por encima de la impresión anterior. Sólo puede ver, como se dice, una cosa a la vez. Cada una de estas impresiones separadas la ha elaborado su cerebro y organizado como un mosaico de señales sensoriales en una fracción de segundo. Durante el día su cerebro elabora decenas de miles de estas imágenes. Estas se pueden tomar como los elementos más pequeños de su experiencia.
Controladores de acción
¿De qué manera influyen los elementos de nuestra experiencia en nuestras acciones? Eche a volar su imaginación y sígame en un tipo de analogía de ciencia ficción que escenificará el papel de estas imágenes en nuestra mente. Imagine que nos instalamos en un cohete espacial para explorar Venus. Despegamos de la Tierra y después de un viaje sin problemas aterrizamos a través de la densa neblina de Venus. Usted y yo somos los primeros voluntarios para explorar, a bordo de un vehículo especial autopropulsado y usted tiene a su cargo los controles de mando. Lo único que puede ver es lo que sucede en una pantalla de televisión que transmite información desde la antena exterior de nuestro vehículo. Ahora estamos solos sobre la superficie del planeta. Encendemos todos nuestros receptores y ponemos en marcha la antena en su secuencia de exploración. Observamos la pantalla con gran atención, ésta se ilumina pero no aparece ningún patrón. Sólo hay algunas líneas dispersas como esto:
Ahora deténgase un momento y pregúntese a sí mismo lo siguiente: mientras no haya una imagen reconocible en pantalla, ¿pondría el vehículo en marcha?
Seguro que la respuesta sería: no lo moveré hasta que pueda vislumbrar lo que hay a mi alrededor. En otras palabras: sin imagen no hay acción.
Ahora imaginemos que ajustamos los controles de nuestros receptores hasta tener la siguiente imagen:
Ahora apenas podemos vislumbrar frente a nosotros una superficie plana de algunos cientos de pies. De nuevo, ¿qué haría usted? Pienso que podría estar dispuesto a mover el vehículo cautelosamente para explorar hasta el límite de nuestra imagen brumosa. Pero actúa con precaución. Se mueve con lentitud y está preparado para retirarse en cualquier momento.
Poco después estamos en condiciones de recibir en pantalla la siguiente imagen muy clara:
Con una imagen clara podrá actuar con confianza. Podrá girar el vehículo a la izquierda o a la derecha y explorar a todo lo largo del risco o, alejarse de él. Es posible que nuestros receptores estuvieran mal ajustados y nos dieron una imagen igualmente clara pero falsa. En este ejemplo, si la imagen falsa hubiera mostrado delante de nosotros una planicie en lugar de un cañón, de la misma manera usted habría ido confiado a toda velocidad hacia adelante.
Esta analogía enfatiza el hecho de que las imágenes en su mente controlan sus acciones. Si no tiene una imagen y no puede vislumbrar lo que ocurre, no puede actuar. Si sus imágenes son borrosas y confusas, actúa de manera insegura. Si sus imágenes son claras y precisas, actúa de manera decidida y efectiva. Más todavía,
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