LA MUERTE
Enviado por brashang • 22 de Abril de 2013 • 1.550 Palabras (7 Páginas) • 412 Visitas
LA MUERTE
La muerte humana es un asunto muy esquivo, no sólo por el temor que suscita sino por su acontecer en una zona más allá de toda experiencia comunicable, y a la vez representa una instancia personalmente decisiva ante la cual no cabe la indiferencia. La sombra que sobre ella se cierne no impide, sin embargo, analizar la condición determinada por la existencia de un límite en el tiempo y la conciencia de este límite.
La humanidad ha pasado a concebir la muerte como algo contra natura en un intento descabellado por negarla. La realidad es que vive en torno a ella.Los seres humanos gastan más energía negando la muerte, apartándola, creyéndola execrada que la que gastarían aceptando su integración natural y manteniendo conciencia de ella. La muerte aturde, asusta. Viven aturdidos y asustados por ella. El mundo está loco y lo ha estado por demasiado tiempo.
Nadie comprende que todo muere todo el tiempo. Pequeñas células, grandes organismos. Todo muere todo el tiempo, desde que comienza la vida, la muerte arranca su proceso imparable, incontenible e irresistible. La muerte es la cesación completa de la vida; sin embargo se sobreentiende como el final de algo. Tiene como sinónimos a expresiones como: expirar, final, fallecer, defunción, erradicación, partir al más allá, sólo por mencionar los más comunes. El ser humano, en su intento por reducir el impacto de su significado, ha inventado muchos sinónimos, algunos incluso, haciéndole un poco de humor a esta fuerte palabra.
La muerte esta ligada a la vida humana como una amenaza constante. Como bien expresó William Shakespeare en la frase de su obra Hamlet: “Ser o no ser he ahí el dilema”. Esta sentencia nos muestra la angustia del ser humano, ante lo frágil de su persona, que en un momento tiene vida pero en otro momento puede perder la existencia.
Más allá de una angustia personal ante la muerte, todo hombre o mujer de avivar su animo en preparase para afrontarla naturalmente y espiritualmente. Así como la oruga logra una metamorfosis para convertirse en una mariposa, en el hombre al ocurrir la muerte ocurre una especie de metamorfosis a la cual es su inevitable por tanto debe prepararse para afrontarla de la mejor manera que es una plenitud humana y personal.
La filosofía y la ciencia terminan con la muerte del ser humano. He aquí la última frase de Sócrates: “pero ya es hora de irse: yo a la muerte, vosotros a la vida. Quien después de nosotros se encamine hacia un estado mejor, será desconocido por todos nosotros,…”
La muerte es en primer lugar, una realidad universal, un hecho inherente al mundo. La muerte es tanto el factor determinante de la condición metafísica del hombre, como de su condición histórica. En este sentido, puede decirse que la muerte unifica la condición humana. La pena de muerte generalizada define la condición de los hombres. En segundo lugar, la muerte, la mortalidad, es cierta y evidente.
La muerte es, definitivamente, el escapar de por decirlo así la capsula que es el cuerpo , el cual aprisiona el alma.
Salir del mundo real o el de los sentidos, para luego poderse albergar en un mundo más analítico y liderado por la razón, es decir, el mundo de las ideas, en donde ya se tiene idealizado los conceptos y los moldes de todas las posibles formas de conocimientos. Para entonces luego, poder volver a reencarnar y según la teoría de la reminiscencia de platón, solo tener que recordar los conocimientos olvidados en el proceso de transición del mundo de las ideas nuevamente al de los sentidos , ya que el conocimiento es innato desde el punto de vista en que ya todo lo sabemos y nuestra misión es volver a recordarlo todo.
Nadie puede escapar de la muerte. La cesación de la vida es tan segura como la certeza de que la noche sigue al día, el invierno viene después del otoño, y la vejez llega cuando la juventud queda atrás. La gente toma precauciones para evadir el sufrimiento y no verse en apuros durante el invierno o en la vejez; pero pocas personas se preparan para la muerte, que adviene indefectiblemente.
La sociedad moderna aparta su mirada de este tema esencial. Para la mayoría de las personas, la muerte es una cuestión temible y fatal; para otras, significa la simple ausencia de vida, un estado en blanco, un vacío. Hay quienes hasta la consideran algo absurdo.
si no adquirimos profunda conciencia sobre la realidad de la muerte, terminaremos viviendo una existencia superficial y de poca estabilidad espiritual. Es posible que logremos convencernos de que, de alguna manera, lidiaremos con la muerte cuando llegue. Algunas personas se mantienen asiduamente ocupadas en todo tipo de tareas, para evitar reflexionar sobre el tema de la muerte. Sin embargo, con una actitud semejante, la dicha que podamos
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