LA VIRTUD Y SUS PARTES

Cuadro comparativo

Menón o sobre la virtud

Protágoras o sobre los sofistas

LA VIRTUD Y SUS PARTES

Menón: la virtud del hombre consiste ser capaz de manejar los asuntos del Estado, y manejándolos, hacer bien por un lado a los amigos, y mal, por el otro, a los enemigos. La virtud de la mujer, en administrar bien la casa. Y asi hay muchas otras virtudes que se presentan según cada una de nuestras ocupaciones y edades, en relación con cada una de nuestras funciones

Sócrates: Existe una única virtud que se encuentra en todas las demás entendidas como la valentía, la justicia, el saber, la sensatez. La virtud en cuanto ella no difiere en nada por el hecho de encontrarse donde se encuentre. Todos los hombres son buenos del mismo modo porque llegan a serlo poseyendo las mismas cosas y la misma virtud, si existieran distintas virtudes existirían distintos tipos de hombres bueno

Protágoras: la virtud es ese algo de lo que es necesario que participen todos los ciudadanos como condición para que exista una ciudad: la justicia, la sensatez, la obediencia a la ley divina, la valentía. El valor es una parte de la virtud alejada de las demás porque se puede ser valiente pero no justo. Los hombres valientes son intrépidos, pero no todos los intrépidos son valientes porque la intrepidez viene a los hombres tanto de la ciencia como del coraje y locura, pero la valentía viene de la naturaleza y de la buena crianza del alma.

Sócrates: Se debe encontrar si las partes de la virtud son partes diferentes o semejantes y si el valor es diferente de los demás. El hombre que conoce de ciencia no puede elegir las cosas malas y tampoco puede ir hacia las cosas que teme. Por lo tanto, el valiente es sabio y justo y ninguna parte de la virtud se da sin las otras.

DISCERNIMIENTO

Sócrates: Asi como existen cosas útiles (riqueza, fuerza, belleza) que nos pueden ser dañinas si no se usan correctamente, pero pueden ser benéficas si se les da un uso correcto, también existen cosas del alma (sensatez, justicia, valor) que, si se emprenden con discernimiento, nos brindan felicidad. Si la virtud es algo que está en el alma y es necesariamente útil entonces tiene que ser discernimiento.

Protágoras: Se dice que las personas, aun teniendo el conocimiento de las cosas buenas y malas, se dejan guiar por los placeres y no actúan correctamente a pesar de saber que es lo que tienen que hacer.

Sócrates: Si las cosas que parecen buenas o placenteras al momento, son malas en un futuro y las cosas dolorosas al momento en un futuro traen cosas buenas (como el dolor de hacer ejercicio) y quisiéramos siempre que lo bueno rebasara a lo malo, que haya siempre el menor dolor o maldad posible, entonces no obraríamos de tal forma, dejándonos llevar por los placeres. Al poner en la balanza las situaciones mencionadas anteriormente, no podemos dejarnos llevar por las apariencias de que lo mas cercano es mas grande que lo lejano. La ciencia métrica es la que rige la elección entre lo bueno y lo malo. Como la ciencia es conocimiento, entonces no hay hombre que se deje llevar por los placeres al mismo tiempo que es consciente de lo bueno y lo malo. Someterse al placer es lo mismo que la mayor ignorancia en la ciencia de medir.

HOMBRES BUENOS Y LOS HIJOS DE LOS HOMBRES BUENOS

Sócrates: Los hombres buenos han mandado a educar a sus hijos con los mejores maestros y, aun asi, estos no llegan a ser reconocidos por ser buenos como lo son sus padres.

Protágoras: Los hombres de bien y sabios enseñan a sus hijos todo menos la virtud, que es de vida o muerte saberla y aplicarla porque si no pueden llegar al destierro y desconocimiento por parte de sus familias. Hay que poner el mismo empeño a todas las personas para enseñar el arte de la virtud y la justicia, asi los hijos de los justos y los injustos serian igual de justos. Es por esto que parece que los hijos de los justos no lo son tal, porque no se les puso empeño en enseñarles

SOFISTAS

Sócrates: Los maestros de la virtud son a los que hay que encomendarnos si queremos aprenderla, estos se declaran abiertos a cualquiera de los griegos que quiera aprender, habiendo fijado y recibiendo una remuneración por ello, estos son los llamados sofistas. Pero Protágoras y otros sofistas, a diferencia de otros maestros de otras artes, han arruinado a quienes acuden a ellos para aprender, los devuelven en peor estado y han salido impunes ante sus acciones.

Menón: Locos son ellos y locos son también los jóvenes que les pagan para ser arruinados, asi como las ciudades que les permiten la entrada y la permanencia. Entonces a los sofistas no hay que encomendar a quien quiera aprender de la virtud.

Sócrates: Si no conoces a quien le vas a encomendar tu alma para que te enseñe entonces no sabes a qué clase de peligros estar arriesgando tu alma. El alma se alimenta de enseñanzas por lo que no hay que dejarnos engañar por los elogios de los sofistas a lo que ellos venden. Si eres capaz de distinguir entre lo útil o nocivo de las mercancías que venden los sofistas no hay peligro alguno.

Protágoras: los hombres de antaño que eran sofistas pero se disfrazaron con otros oficios para evitar las envidias no lograron pasar inadvertidos, asi que intentar disimular es una locura y trae más rencores de los enemigos. El acepta abiertamente que es sofista y que educa a los hombres. El que acuda a el aprenderá entonces la buena administración de los bienes familiares para que pueda dirigir de buena forma su casa y también los asuntos políticos, ser capaz en el obrar y el decir.

FORMA DE ADQUIRIR CONOCIMIENTO

Menón: Se pensaría que la posibilidad del conocimiento es la siguiente, no es posible buscar lo que se sabe porque no hay necesidad y tampoco es posible buscar lo que no se sabe porque no se sabe qué es lo que se ha de buscar.

Sócrates: Pero, el alma es inmortal, por lo tanto, no hay nada que no haya ya aprendido y tampoco hay algo que le impida recordar todo eso que aprendió. Entonces si es posible buscar aquello que no se sabe o, mejor dicho, que no se recuerda. Lo anterior se hace a través de la doctrina de la reminiscencia. El conocimiento (o ciencia) es, entonces, un conjunto de recuerdos que permanecen en el alma del hombre. Por lo tanto, el conocimiento no se adquiere, sino se recuerda.

Protágoras: Desde la infancia, la nodriza, el padre, la madre y el pedagogo le enseñan al niño las cosas buenas y malas y el qué hacer y qué no. Después se mandan a los niños con el maestro para aprender las letras, comprender los escritos, aprenderse los poemas donde vienen elogios a los hombres de antaño que manejan la virtud. Aprenden a tocar la citara para tocar poemas de buenos poetas liricos todo esto para hacerlos más eurítmicos y equilibrados para la vida. Después van con el maestro de gimnasia para tener un cuerpo mejor y servir para las guerras. Ya que son adultos la vida de ciudad les pide aprender las leyes para gobernar y ser gobernados con respecto a ellas.

¿ES LA VIRTUD ENSEÑABLE?

Sócrates: La virtud habla sobre la rectitud de obrar, tanto las opiniones verdaderas como el conocimiento pueden ser guías del buen obrar. Siguiendo la misma línea, la opinión verdadera no es peor que el conocimiento. El hombre que tiene opinión verdadera no necesariamente tiene conocimiento. Por eso tanto el hombre que conoce como el que tiene opinión verdadera son útiles al Estado. Pero como la virtud no es enseñable, no viene del conocimiento, entonces solo puede venir de la buena opinión. Los hombres políticos gobiernan los Estados con la buena opinión y no son distintos a los adivinos que tienen conocimiento por inspiración. Entonces la virtud resulta de un don divino sin que los que la reciban lo sepan a menos que entre los políticos haya uno capaz de hacer políticos a los demás y este seria, con respecto a la virtud, como una realidad entre las sombras

Sócrates: Cuando se necesita la opinión sobre construcciones se llama a los constructores, pero cuando se tratan asuntos de gobierno de la ciudad se pregunta a todos. Lo primero es porque los asuntos de construcción, música etc. se pueden aprender y por eso se preguntan a la persona que sabe y que puede enseñar, en cambio, los asuntos de gobierno se preguntan a todos porque no se enseñan.

Protágoras: Zeus pidió que se repartiera la justicia y sentido moral a todos porque si no todos participan de ella pueden dejar de existir como personas en la ciudad. Todo lo opuesto a la virtud política es vicio y es reprimido porque es algo que se adquiere por el cuidado y aprendizaje. Se reprende porque se quiere que los malhechores no obren mal de nuevo, el que piensa asi piensa que la virtud es enseñable. Es necesario algo de lo que participen todos los ciudadanos para condición que exista la ciudad: la virtud (justicia, piedad, belleza, obediencia a la ley divina) si no lo hacen, debe reprenderlos hasta que entiendan y aprendan a ser mejores.

EL CAMINO AL SABER O A LA VIRTUD

Sócrates: El camino de la reminiscencia puede hacernos creer algo como si fuera verdad, pero también nos puede llevar, después de ese estado de seguridad, a un estado de no saber y de no creer saber la respuesta. Este último estado es mejor que el primero. Entorpecer a alguien no le hace ningún daño, al contrario, es un incentivo para seguir buscando lo que se quiere encontrar.

Alguien no intenta buscar y aprender algo que cree que ya sabe, pero ignora si no se ve problematizado y convencido de que no sabe causándole un deseo por saber. Se ve problematizado al hacerle preguntas y cuestionarle sobre lo que cree que sabe.

Sócrates: Llegar a ser hombre de bien es difícil en verdad, pero es posible por un cierto tiempo, pero después de alcanzado es imposible permanecer asi siempre porque solo los dioses lo hacen. La persona noble cede hasta hacerse mala porque no se puede ser malo sin haber sido bueno antes. Es imposible no volverse malo cuando al hombre bueno le acosa una desgracia.

La única acción mala es carecer de ciencia o no conocer.